Drabble 05 - Compensación FLURI

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La pareja pertenece a Tales of Vesperia y son absolutamente adorables.

Regalo dedicado para mi hermana @Zahaki, espero que te guste C:

Disculpa el OOC :v


Compensación

Flynn Scifo/Yuri Lowell


La experiencia y los cinco años de relación con Yuri Lowell le ha enseñado a Flynn Scifo que nunca debe confiar en él cuando le dice que le tiene una sorpresa.

Porque las sorpresas de Yuri Lowell, aunque no son extravagantes, sí generan una consecuencia catastrófica que él luego debe arreglar.

Y como Flynn Scifo es un buen novio que se preocupa por la integridad física de Yuri Lowell —y de evitar que este cometa alguna estupidez—, al final termina persiguiéndolo hasta el centro de la ciudad, acechando cada paso que da.

Lo encuentra caminando por las calles del boulevard. Flynn Scifo debe esconderse en los diversos puestos que venden diferentes artilugios navideños que van desde juguetes hasta bambalinas y luces incandescentes. Yuri Lowell tiene una cesta en su mano y dentro de esta hay varios objetos envueltos en papel de regalo.

Aproximadamente hay unos diez. Flynn Scifo no tiene ni la más mínima idea de por qué Yuri Lowell ha comprado tantos regalos sabiendo que sólo son dos.

A unos pasos más adelante, Yuri Lowell detiene su caminar, se sitúa frente a un puesto de juguetes y agarra un tren a control remoto. Paga por él dos billetes y una moneda más para envolverlo en un papel color índigo claro con diseños de copos de nieve danzando alrededor. Flynn Scifo frunce el ceño.

Aunque comprende que Yuri Lowell puede tener sus secretos y proyectos en soledad, la idea de saber que lleva a cabo algo sin compartir el evento, lo llena de un extraño resabio amargo que le resulta incómodo. Parpadea, busca la figura de Yuri Lowell en medio de la algarabía, pero no la encuentra. Enarca ambas cejas y sale de su escondite.

Sólo para sentir al segundo cómo soplan en su cuello.

Él no grita femeninamente, ni se estremece, ni mucho menos salta cuando se gira para contemplar la figura de Yuri Lowell tras él, dándole una mirada divertida. Enrojece hasta la raíz de su cabello rubio y sus orbes claras brillan en vergüenza.

—¡Yuri!

—Entonces, ¿espiando? —susurra, enarcando una ceja en burlona diversión—. ¿Ya llegamos a ese punto de la relación donde contratamos investigadores privados por infidelidad?

Sus labios se alzan y dibuja una mueca de desdén que no se molesta en ocultar.

—Sólo me aseguro de que no hagas una estupidez.

Yuri Lowell resopla, se sitúa a un lado de él y sujeta su mano, entrelazándola. En la otra tiene la cesta con los diversos regalos que compró. Flynn Scifo lo contempla de soslayo percatándose de que ahí está el tren de juguete envuelto en papel índigo.

—Bueno, supongo que no estarás interesado en acompañarme a ver la estupidez que estoy haciendo.

Frunce el ceño, e inquiere—. ¿Ya me dirás eso en lo que has estado trabajando hace meses?

Con un aspaviento impetuoso, Yuri Lowell asiente, efusivo. Dibuja una hermosa sonrisa que acelera el corazón de Flynn Scifo.

—Sí, te presentaré a nuestros hijos.

Yuri Lowell lo hala hacia adelante y comienza a caminar. Flynn Scifo esta aturdido por el descubrimiento, pero se deja llevar. Aunque es incapaz de permanecer en silencio mucho tiempo, por lo que termina preguntando:

—¿Hijos?

—Por supuesto. He estado trabajando en el refugio de niños. Compré estos regalos para ellos.

Yuri Lowell no lo está viendo, continúa hablando en voz baja sobre su participación sin obtener nada cambio en el refugio. Comenzó porque estaba aburrido y quería hacer algo para perder adecuadamente su tiempo en las vacaciones, pero inevitablemente encontró que aquel lugar, era lo que siempre estuvo buscando y no sabía que necesitaba.

Flynn Scifo lo observa, atiende cada palabra y en ese momento se percata de por qué con todo lo insoportable e insufrible que es, Yuri Lowell es el amor de su vida.

Esboza una sonrisa, aprieta la mano que está entrelazada a la suya y continúa escuchándolo, asintiendo a cada tanto su parloteo incesante sobre los diferentes regalos que compró y como, literalmente, se quedó en la ruina por lo que ahora la economía depende absolutamente de su persona.

Ríe en voz baja y niega con la cabeza.

—Espero una compensación por daños y perjuicios.

En ese momento, Yuri Lowell esboza una sonrisa de soslayo y arquea las cejas, dándole una sonrisa ladina.

—Luego del refugio, iremos a la casa y te mostraré cómo puedo compensarlo.

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