˗ˏˋ мaneraѕ de мoleѕтarтe ˎˊ˗

003||C A U T I V A T E D

『lυcaѕ | P.O.V』

Apoyada sobre el antepecho de su balcón es como esperaba verla para así sorprenderla y reírme de su intento de querer pegarme.

Muchas veces fueron así, zigzagueando la seguridad de su muy molesto padre solo para estos encuentros.

¿Pero porqué me apresure tanto?

Es decir normalmente con mi magia puedo saber donde esta en cada momento. Aun así vine corriendo.

Sin utilizar la magia se que  seguramente esta con su padre.

Es demasiado molesta esa tonta. Al igual que saber este tipo de información.

Abandono el balcón y entró en su habitación y lo primero que noto es todo su rastro de mana. Impregnado en cada rincón de la estancia dando a entender que ha estado ahí hace poco.

Era una sensación cálida, placentera para todo aquel que entrara en su habitacion.

Cautivaba a todo aquél que pudiera percibirlo.

Athanasia es la definición de pureza en su magia, no tiene de otra. Será la idiota número uno, pero no negaré nunca lo increíble que es en cuando al manejo de la magia.

La rama del árbol la vino para bien. 

Aún con mejor control de mana es necesaria mi ayuda, ya que si no lo he repetido ya, ella esta pérdida sin mí y es un desastre al no saber mantener distancias con la quimera que vive en la mansión de los perros blancos.

Apreté mis manos inconscientemente, será mejor relajarme antes de querer matar a todo aquel que este en la Mansión Alfield. En especial al junior blanco.

En una pequeña mesita puedo ver que tenía una bandeja tapada. Eche un ojo para ver si era comida y vaya que si di en el clavo. Eran exactamente galletas ¿las habrá estado guardando para mí?

Cogí unas pocas y me las comí en un abrir y cerrar de ojos, estaban divinas. Todo perfectamente equilibrado, en cuanto a la masa y la manera en su modo de preparación y cocción.

Con esto se me paso él enfado.

Giro mi cuerpo y me quedo mirando a su cama, no mentiré que no he estado ya en la cama de Atthy al igual que no mentiré al saber que es idónea para relajarse.

Me acerco es bastante grande, hago contacto y noto en mi mano la suavidad con la que esta compuesta.

La cama me estaba llamando a gritos, estuve trabajando más de lo que me tocaba y aunque se que puedo aguantar mucho más necesitaba un gran descanso. Aparte Atthy no se molestara por cogerla prestada su muy acogedora cama.

Espera, ¿Cuál sera su reacción al verme dormido en ella?

¿Sera de sorpresa, enfado, preocupación? No, la última fijo que no.

Aunque después de todo somos amigos de la infancia y según he leído los amigos se prestan las cosas si uno las necesita.

Y claramente yo la necesito. Para dormir y para molestarla, un dos por uno.

Con suavidad me tumbe y me posicione de una forma bastante cómoda.

¡¡Por todos los Magos del mundo, esta cama es de ensueño!!

  —Desde luego no me voy a arrepentir de nada. Solo serán 10 minutos, quizás 20.

Susurre para quedarme dormido.

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No se que soñaba, era uno de esos sueños que se tienen sin más, uno que carece de sentido común o racional. Podría decir inclusive que era solo obscuridad, nada más que eso.

Pero me desperté con una razón. Noto unas presencias acercarse pero claramente no cundi en pánico. En un abrir y cerrar hago mi presencia era  invisible para él radar del caballero pelirrojo. Con esto solo Atthy me verá.

Ahora si estoy listo para ejecutar él plan B, una vez comido y dormido.

  —No te preocupes Lily vuelve después.

Pasaron unos segundos y percibí a una persona alejarse. Juraría que la tal Lily es la danne de la princesa

  —Tío Félix hasta mañana y cuida mi papá.

Oh, la voz de la cerebrito. Grito en 3, 2, 1 y....

  —Ehhhh!!!

Calculado a la perfeccion. No solo mago sino que también matemático.

  —Princesa ¿Ocurre algo?

Al parecer él caballero apareció para proteger a Atthy, solo que no había nada de que protegerla.

  —¿Esta bien princesa, le ocurre algo?

Claramente que ocurre algo Sir Robain, un genio anda tumbado a la bartola en la cama de la adorada princesa del Jim.

  —No ocurre nada tío. Solo que casi me tropiezo.

  —Oh, tenga cuidado princesa.

  —Ya no te preocupes Félix, estoy bien, puedes irte.

  —Si la princesa es quien me lo dice yo como su amado tío le creeré.

Que idiota se creé eso. Sir Robain yo pensé que era mas inteligente.

  —Buenas noches.

  —Buenas noches princesa.

Al parecer Atthy si que sabe como manejar con su escolta pero bueno creo su es hora de ir levantándose y dejar de hcerme él dormido.

De pronto dejo de notar la presencia de esa tonta.

Y yo me levanto para encontrarme cara a cara con ella.

  —¡Lucas bastardo un día harás que te maten

  —¿Matarme a mí? ¡Ja! Que graciosa. ¿Cuentame quién sería el suicida loco que desea morir con tantas ganas.

Sus cejas estaban ligeramente inclinadas y sus ojos medio cerrados por ello hundimiento de su entrecejo. Aún así podía diferenciar esos ojos como zafiros que atraían la mirada de cualquiera.

Me atraían.

Sus mofletes estaban hinclados y su cara con un leve tono rojizo. Esto era señal de que estaba molesta.

Se acerco a la parte superior de la cama y cogió un cojín.

¿Que hará pegarme con eso? Atthy te creía capaz de algo más.

  —Idiota.

La almuhada impacto en mi cara sin yo darme cuenta. Yo solo pude reirme como loco.

  —Que atrevida es nuestra princesa.