Parte 4

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Las alarmas sonaban en toda la nave que iba perdiendo altura cada vez más rápido. Luego de salir de la celda, Kylo y Rey lograron tomar la cabina, pero uno de los troopers disparó sobre los controles de la nave, ahora Rey hacía lo posible por controlarla. Kylo la cubría desde la entrada de la cabina.

- ¡Creí que no serían más de 20!- le exclamó ella apretando botones

- ¡Yo también! - dijo él disparándole a uno de los últimos troopers que quedaban

- ¡No vamos a lograrlo!- gritó ella tirando del mando principal

- ¡Tenemos que hacerlo! -exclamó él

La nave ahora humeante caía en picada

-¡Ren!¡¡¡ Necesito un copiloto aquí!!!- gritó Rey por sobre las alarmas. El muchacho cayó de un salto sobre la silla y tomó los controles a su lado

-¡Nos vamos a estrellar! - gritó él - ¡¡REEEY!!- 

El muchacho saltó cubriendo el cuerpo de la muchacha e hizo una explosión de la Fuerza que los pudiera proteger del choque de la nave contra el suelo. La cabina se abrió con el poder de la fuerza y Rey y Kylo salieron expulsados cayendo contra el suelo, ella sobre la nieve acumulada en el lugar, él sobre la roca gris.

La nave se hizo añicos tras ellos en la explosión.

Rey despertó un momento después, su cuerpo entumido y mojado con la nieve. El viento alargaba el humo que salía de la nave, el agua nieve indicaba que se avecinaba una ventisca. Se levantó con dificultad, a penas si podía cargar su peso en el pie izquierdo. Gateó hasta los restos de la nave y recogió un blaster de entre los escombros. Se apoyó en una vara de metal y comenzó a caminar lejos de allí.

En su mente sintió un tirón, como si algo la llamara a volver. Recordó a Kylo Ren.

- No puedo dejarlo...- se dijo a sí misma volviendo a la nave.

Revisó en los restos de la nave, el viento comenzaba a traer más nieve ahora. Rey tiritaba. Cerró los ojos y se concentró en sentir su presencia. Era débil, venía a unos metros de la nave. Siguió su instinto hasta que encontró el cuerpo inmóvil sobre la piedra.

-Ren...¡Ren!- dijo moviéndolo del brazo una vez que llego a su lado. Insisitió sin respuesta, el respirar débil de Kylo era vapor saliendo de sus labios. Rey levantó la cabeza del muchacho y se dio cuenta de que su pelo estaba empapado en sangre.

- No...- dijo con un murmullo ahogado. Al momento la Fuerza comenzó a arder en su mano e instintivamente la acercó a la herida. Cerró los ojos para facilitar el flujo de energía y pudo sentir como la carne  y la piel sanaba. El muchacho abrió los ojos desorientado.

- ¡Ren!- dijo ella aliviada, con los dientes apretados por el frio. Él la miró aun confundido - Nos estrellamos. Hace frío, debemos refugiarnos- explicó torpemente tiritando.

El joven asintió, se levantó y comenzó a andar en silencio, unos pasos más adelante notó que Rey no lo acompañaba. 

- ¿Qué pasa?- le preguntó volviendo unos pasos

Ella a duras penas trataba de levantarse con ayuda dela vara metálica. 

-Mi pierna, duele- dijo ella encorvada sobre su pierna, su voz se perdía en el viento. Kylo entonces la tomó de la cintura con un brazo y la ayudó a incorporarse, ofreciéndole su apoyo para ayudarla a caminar. 

-Vamos- la animó -Pronto será de noche-

Ella cruzó un brazo en la espalda de Ren y se afirmó a su cintura. Caminaron con dificultad,  y la tormenta se intensificaba a ratos, Rey ya tenía los miembros entumidos de frío. Se adentraron en un bosque para ponerse a cubierto al menos del viento y la nieve mojada. Empezaba a oscurecer cuando se encontratron con un edificio hecho de piedra, antiguo y abandonado, con algunas zonas derrumbadas y otras invadidas por la vegetación.

- No lograremos llegar al pueblo hoy- dijo Ren mirando las luces a lo lejos - Pasaremos aquí la noche- Rey, entumida, simplemente asintió.

Kylo entró en la construcción y examinó la piedra con la mirada, al menos dentro estaba seco. Extrañó tener su sable de luz para poder iluminarse, pero encontró una zona bien seca y protegida de los elementos, junto a las ruinas de una gran columna. No era lo mejor, pero podrían pasar la noche sin congelarse. Fue a donde se encontraba Rey y la ayudó a sentarse en la zona más protegida. La muchacha nunca había sentido tanto frio en toda su vida, tiritaba y ahuecaba las manos contra su boca para darles calor, pero las pequeñas volutas del tibio vapor desaparecían al instante.

Ren se sentó pesadamente a su lado y soltó un largo suspiro tras el esfuerzo. En el silencio solo se escuchaba la respiración de ambos y las gotas de agua caer irregularmente entre las ruinas. Se frotó las manos para entibiarlas, y se sacudió el cabello mojado esperando en vano mitigar el frío. Se volteó a mirar a la muchacha de Jakku que se encogía cada vez más sobre si misma, agarrotada por la baja temperatura. A penas podía verla en la penumbra, sus ropas mojadas, el pelo húmedo pegado a la cara, sus labios amoratados... su cuerpo temblaba como el de un animalito frágil e indefenso.

Después de todo no es un monstruo, recordó el pensamiento de la joven.

En silencio, Ren pasó su brazo por sobre los hombros de la muchacha y la asió contra su pecho. El rechazo instintivo de Rey no se hizo esperar

- Morirás de hipotermia si no logras entrar en calor - le dijo apretándola fuerte hasta que sintió que no oponía resistencia. 

¿Por qué siento esta necesidad de protegerla? Se cuestionó.

Kylo volvió a echar un suspiro,  frotaba el brazo de Rey para temperarla y entrar en calor él también con el movimiento.  Ella de a poco se iba adecuando a su abrazo con la cabeza encogida bajo su mentón.

Rey finalmente comenzó a relajarse con el calor emanando del cuerpo de Ren, Kylo Ren pensó por un instante. En ese abrazo en la oscuridad era difícil imaginar a ese monstruo de la mascara junto a ella. Se soltó el cabello para que pudiera secar mejor, luego volvió a acomodarse contra el cuerpo tibio del muchacho, quien la estrechó en silenciosa respuesta.  

Rey notó lo tenso que estaba, apoyada en un costado de su pecho, y sintió como su pesado respirar le acariciaba el rostro. Se dió cuenta entonces de que nunca había estado así con un hombre, Nunca así cerca. El corazón le dio un vuelco acelerado en el pecho, mezcla de vergüenza y excitación al percatarse de lo íntima que era la situación, pero recostada allí se dio cuenta que no era solo su pecho el que golpeteaba, sino que el de él también.

Esto es nuevo para ti también, no?






Fugitivos - ReyloOnde as histórias ganham vida. Descobre agora