Eligeme A Mi

[Epilogo]~ Sin ti~

Después de retirarse del campo militar, fueron a desayunar a un restaurante privado. Alice se sentía triste y sola sin Siwon, su esposo que había partido a su entrenamiento. Jiwon, su cuñada, la abrazó y le dijo que todo iba a estar bien.
- Que silencio hay sin la risa de Siwon. -dijo Jiwon con nostalgia.
- Si demasiado. -suspiró su madre.
- Alice ¿Tienes algún plan? -preguntó su suegro en un tono amable, mientras le pasaba una taza de café.
- No del todo. -respondió, agradecida por el gesto. Se sentía afortunada de tener unos suegros tan cariñosos y comprensivos. "Ojalá Siwon pueda volver pronto y ver lo mucho que lo queremos". Ese era su único deseo.
- Alice quiero que pienses en algo que quieras hacer, y no pudiste hacer en su momento, no sé, otra carrera, cursos, viajes, lo que desees, y lo hagas en este tiempo. Queremos que seas feliz y que aproveches esta oportunidad para crecer y disfrutar de la vida. -
- Gracias, lo pensaré cuidadosamente. -dijo con una sonrisa sincera. Se sintió reconfortada por las palabras de su suegro y pensó que quizás podría encontrar alguna actividad que le gustara y le distrajera de la angustia.

Finalizaron su desayuno y fueron a casa. Alice fue a su habitación con Bugsy. Se acostó en la alfombra y se puso a pensar en su amado esposo, que estaba lejos por su servicio obligatorio. ¿Qué cosas no hizo por él? ¿Viajar? Ya viajó a casi todos los países que quería conocer. ¿Comer? Ya probó diferentes platillos que él le recomendó. ¿Otro idioma? Ya aprendió el coreano y otros idiomas para comunicarse mejor con él y su familia. ¿Casarse? Por supuesto, fue la mejor decisión de su vida, y ahora estaba felizmente enamorada. ¿Otra carrera, diplomado o maestría? No le interesaba, estaba trabajando en algo que le gustaba y le daba satisfacción. Quizá lo único que le faltaba era... ¿un bebé? No, por ahora no. Aún no se sentía preparada para ser madre, ni siquiera había cumplido un año de casada y su adorado esposo no estaba con ella. No sería justo para ninguno de los dos.A pesar de estar casada, ella se sentía insegura para tomar algunas decisiones. Necesitaba a su mamá para que la aconsejara, su comida, sus abrazos. Por supuesto, también extrañaba a su papá, que la consentía y la apoyaba en todo. Era cierto que había estado muchos años lejos de su casa, se casó muy joven y con un buen hombre pero mayor que ella. Ahora entendía toda la insistencia de Siwon en que fuera con su familia mientras él no estaba, porque él sabía lo mucho que los quería y lo mucho que la extrañaban. Quería que fuera feliz sin él, que disfrutara de su libertad y de sus raíces.

Entonces salió de su habitación y fue a la oficina de su suegro, no sin antes llevarle un té. Tocó la puerta y esperó a que la dejara pasar.
-Adelante -se escuchó detrás de la puerta.Ella abrió la puerta y se dirigió al escritorio de su suegro con una sonrisa. Hizo una reverencia y le dijo:
-Padre, le traje su té -lo dejó en la mesa de centro.-
-No era necesario, Alice, gracias -el señor Kiho se levantó de su silla y fue hacia el centro de la mesa. Le ofreció sentarse a Alice, ella se sentó mientras ella servía el té.
-Huele muy rico, muchas gracias. Dime, ¿has decidido qué hacer? -tomó un sorbo de té.
-Sí, quiero ir con mi familia a México y talvez a Tailandia para ayudar a los niños del orfanato, No sé durante cuánto tiempo, pero si me lo permite quiero seguir trabajando a distancia si es posible en otra área -respondió Alice con firmeza, pero también con dulzura.
- Claro que si, eres mi querida nuera, por supuesto tienes que ir con mi familia política, tú puesto estará esperando cuando decidas volver. -
-Gracias, aún no decido cuándo irme, pero no me iré hasta terminar los pendientes que tengo. -
-Descuida no te presiones tanto. -
-Gracias padre. - hizo una reverencia y salió de su oficina.
Tenía muchas cosas que hacer y planear.

En su trabajo surgieron algunos problemas que la pusieron en una situación difícil. Una producción de una nueva colección de ropa estaba atrasada y no había ningún material para hacerla. El problema era que los materiales que habían pedido estaban agotados en el extranjero y no sabían cuándo llegarían. Tuvo que convencer a la diseñadora de que cambiara el modelo o escogiera materiales locales, pero ella no estaba de acuerdo. Ella quería mantener su visión original y no comprometer la calidad de su trabajo. Fue una conversación muy tensa y frustrante.