2 6; de palabras lindas y besos

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no estaba interesado en seguir pensándolo, porque si lo hacía acabaría por arrepentirse, y la verdad era que había estado meditándolo en la ducha hasta acabar por decidir que sí como para que sus pensamientos de niño bueno hicieran que se arrepintiese. no estaba en sus planes darse la vuelta y olvidarlo. 

estás en tu piso?
21:30 PM

junhui hyung💖:

sí, acabo de llegar
21:30 PM

qué te parece netflix y
gominolas?
21:31 PM

bueno, era un buen plan, pero no. debía mantenerse firme.

me mola, pero tengo
algo mejor
21:32 PM

rogaba que seungkwan tuviera razón y que de verdad sea divertido, o por lo menos romántico.
jamás se le había cruzado por la cabeza usar algo así, como esos benditos dados, en su vida. mucho menos a su edad. pero venga, que ya tenía diecisiete y ni siquiera sabía hacer un chupón, era como vivir en una nube de inocencia e ingenuidad que sus hermanos habían creado única y exclusivamente para él.

y era momento de salir de ella.

estaba decidido, la decisión ya estaba tomada. así que cogió su abrigo y su mochila, en la cual llevaba los jodidos dados y ropa para el día siguiente (pues era más que obvio que esa noche no iba a volver a casa), y fue hasta la puerta.

— ¿te vas a estas horas?— preguntó seokmin apareciendo desde la puerta del baño principal.

— sí, no me esperéis, vuelvo mañana. — contestó. no iba a dar detalles, al menos iba a ahorrarse que iba a la casa de wen junhui, su ex-novio, a usar unos dados que su majo amigo seungkwan le había dado para que follaran mínimo, toda la noche. definitivamente iba a ahorrárselo.

— vale, cuídate. —

en el camino se limitó a ignorar a su cabeza queriendo crear realidades en las que a jun no le gustaba la idea o lo echaba, y se dedicó mejor en pensar en cómo iniciar la conversación, que era un tema demasiado serio. pero acabó decidiendo en que dejaría que las cosas pasaran.

así que cuando llegó, le abrió la puerta y estuvieron ya adentro protegidos del frío, no mencionó absolutamente ni una sola palabra de sus verdaderas intenciones. es más, su corazón se encogió al ver todo metido en cajas, sólo quedaba la cama y el televisor. lo demás estaba todo guardado.

— se ve tan ajeno. — suspiró refiriéndose al piso. junhui asintió colocándose detrás de él para poder abrazarlo. — cuando vuelvas te daré techo, si es que no te olvidas de mí hasta entonces. — rió con tristeza.

— no podría olvidarme de ti, nunca. — murmuró sobre su cabello, no olía a manzana, ahora era vainilla. y le encantaba.— te amo. — rompió el abrazo para poder darle la vuelta, coger su cintura y besar con calma sus labios.

al menos no había tenido que tomar la iniciativa.

la mano derecha de jun fue a para a su mandíbula, buscando más contacto, más sensaciones.
chan notó que el chino no tenía intenciones de cambiar el ritmo del beso, así que lo hizo él. mordió aquel esponjoso y suave labio inferior, sin darle tiempo a reaccionar, pues había vuelto a besarlo, con más apuro. más entusiasmo. y por supuesto que el mayor no se negó, de hecho aportó y caminó de espaldas hasta caer sentado sobre la cama con chan en sus piernas, muy cerca de una zona peligrosa que amenazaba con querer despertar.

— espera, espera. — frenó jun. — paremos aquí o se nos irá de las manos. —

dino sonrió levemente acercándose aún más si era posible a él, colocándose justo sobre la entrepierna del mayor, quien abrió con sorpresa los ojos y apretó la cintura del menor.

— ¿y si quiero que se nos vaya de las manos?— preguntó de manera retórica llevando sus manos nerviosas (pero que aparentaban estar seguras) al borde de la camiseta del mayor, invadiéndola y sintiendo su suave y cálida piel levemente marcada, naturalmente.

— ¿esto es el mejor plan que dijiste por chat, eh? — preguntó con una sonrisa y con sus manos bajando lentamente hasta llevar al trasero del menor y quedarse allí.

chan rió y estiró el brazo hasta alcanzar la mochila y sacar los dados. cerró la palma de su mano con los cuadraditos dentro y la escondió detrás de su espalda.

— si me besas te respondo. — demandó, y su petición fue cumplida al instante. los dientes del chino rozaron sus labios, logrando que los entreabriera un poco más y así poder introducir con lentitud su lengua en un beso un poco nuevo para su gusto, era demasiado caliente y ya no sabía cómo seguirle el ritmo.

junhui mordió sin tanta fuerza el labio inferior de chan, terminando así aquel demandante beso para poder dirigirse a su cuello y dejar una marca en él, la cual durante su proceso logró sacarle un par de jadeos muy débiles al menor.

— muéstrame la sorpresa, amor. — pidió. y chan obedeció inmediatamente entregándole los dados con un poco de vergüenza. se sorprendió cuando los ojos del mayor se oscurecieron un poco, sólo un poco, más de lo que ya eran. y supuso (porque así era) que eso significaba una buena reacción.

— empieza tú, por favor. — dijo en voz baja.

junhui tiró los dados, pero antes de decirle qué había salido, pegó el cuerpo del coreanito al suyo, observando sus ojos con una mezcla de amor y lujuria.

— te amo.— susurró sobre su boca robándole un besito y miró el resultado.

morder + pezones.

de repente se sintió más nervioso. aquel chino era muy ágil con su boca, y le daba miedo que fuera tan bueno. él no podía igualarlo.

— esto será interesante. ya debes saber que las personas tenemos zonas erógenas, unas más sensibles que otras... descubramos que tan sensible eres, bebé. — no se esperaba para nada aquello, mucho menos se esperó que wen lo dejara con demasiada delicadeza sobre el colchón y pidiera permiso para quitarle la camiseta.

— espera, para. — pidió, y el contrario se detuvo e incluso alejó sus manos de su prenda. — primero tu. — habló bajo y cogió los extremos de la camisa del mayor y se la quitó.

así se sentía más seguro, cada vez que le quitara una prenda, él debería hacerlo primero. aunque sonara algo raro.

— vale, lo pillo.— sonrió, y sin detenerse a analizarlo demasiado, sacó la prenda y la dejó por algún lugar del suelo.

sus labios deseosos de probar nuevamente aquella piel tan pálida y tan suave, se acercaron a las mejillas de chan, besándolo una y otra vez.

— eres el ser humano más perfecto del mundo. — murmuró antes de bajar lentamente a su pecho y llenarlo de besitos hasta llegar a los botoncitos que buscaban atención.

¿era posible sentirse aún más en la gloria? porque no lo creía.

(...)

1127 palabras.

me colgué.

felices fiestas por si no llego a actualizar, os deseo un muy buen comienzo de año.
seáis felices siempre💖 

amar es difícil. -  juno svt.Where stories live. Discover now