Dia 02

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El pelirrojo se removió ligeramente ejerciendo una suave presión a la mano de su acompañante, despues de una larga noche finalmente abrió los ojos, a pesar de que sus heridas habían desaparecido por completo el agotamiento mental lo obligó a permanecer en un sueño profundo durante largas horas

- Buenos días Chuchu- el castaño sonrió acariciando con dulzura su mejilla pasando el pulgar sobre sus labios - realmente me asustaste -

- Dazai - lentamente se acuno sobre la palma de su mano depositando un tierno beso en esa zona - eso pasa porque llegaste tarde

- lo siento te alejaste de mi muy rápido, no logre alcanzarte a tiempo - su voz se quebró y aquello no fue pasado por alto por parte del mafioso, en su mirada pequeñas lágrimas amenazaban por escapar pues estaba seguro que no volveria a tenerlo entre sus brazos

- olvidalo, no pasó nada - con un poco de dificultad se levantó de la cama, lo rodeó con ambos brazos de forma firme pero cálida, estaba bien y quería hacérselo ver - sabemos que en ocasiones puedes haber complicaciones pero yo siempre voy a estar bien porque estas a mi lado, porque confío en ti- se separó pocos centímetros con la clara intención de acercarse a su rostro y depositar un tierno beso sobre sus labios, sin lujuria solo amor sincero.

Observo que su ropa limpia ya estaba preparada a lado suyo era evidente que su pareja había enviado a alguien por ella y no tuviera que regresar con su traje roto y lleno de sangre, solo quería ir a casa para comenzar con el merecido descanso que había pedido en la mafia para descansar, solo para pasarlo en compañia de su más grande amor.

Se cambió, ató su cabello en una coleta alta y sin soltar su mano salieron agradeciendo a la mujer de cabello ébano y al resto de los presentes por haberle salvado la vida.

Salio de la oficina delante de su compañero, sin embargo un par de manos que se posaron sobre su cadera lo detuvieron, no entendía porque ¿acaso olvido algo?

- Chuuya - en su rostro una sonrisa llena de picardia iluminaban sus mejillas mientras señalaba al techo del angosto pasillo sin soltarlo en ningún momento, el mencionado solo dirigio su vista a lo que se encontraba arriba de ellos sonriendo divertido y sintiendo como su corazón comenzaba a agitarse de tal manera que parecía iba a escapar de su caja torácica

Todo por un pequeño muérdago

- eres un tonto, pero un tonto adorable - una baja risilla escapo de su boca a la vez que tomaba las manos del castaño y afianzar su agarre

Los segundos se volvieron eternos, solamente cerro sus ojos para sentir ese tacto al que estaba tan acostumbrado y del que jamás iba a cansarse, primero el beso fue lento pero cuando la lengua contraria acarició su labio inferior no se negó en abrirla para permitirle la entrada y así subir la intensidad.

¿Cuanto tiempo había pasado desde la última vez que unieron sus labios en un beso tan apasionado que les robara el aire?

¿Cuando fue la última vez que sintió sus manos recorrer su cuerpo mientras lo hacía delirar de placer?

El trabajo se había vuelto una molestia al punto que no dejaba tiempo para ellos y ahora lo único que deseaba era que Dazai le hiciera el amor como nunca antes.

Su respiración era completamente agitada, su aliento se envolvía con el del contrario tentados a volver a romper la distancia, sin embargo Nakahara no podía dejar ver esos hermosos orbes avellana que brillaban con una intensidad similar a la de la luna en una noche estrellada.

De forma involuntaria paso ambos brazos por alrededor del más alto pero antes de volver a iniciar esa muestra de afecto la puerta se abrió

- este no es lugar para hacer ese tipo de cosas, vayanse a un hotel - un rubio de lente comenzo a gritar eufórico a aquella pareja que sin vergüenza demostraban su amor - además Nakahara aún está débil deberias dejarlo descansar

- Kunikida kun eres cruel- el duo del doble negro se separó cuando el detective golpeo al castaño con un libro en la cabeza quien solo podía quejarse por el dolor

- ¡Dazai! - el ejecutivo se inclinó para revisar que no tuviera una herida abierta el golpe había sido bastante fuerte, pero estaba bien aún si su frente ahora se encontraba morada - ya nos íbamos, disculpa las molestias - la expresión en su rostro era todo un poema, su sonrojo cubría sus mejillas por completo pues acababan de ser descubiertos a punto de querer entregarse en ese mismo lugar, no podía ni verle a la cara al nuevo compañero de su pareja.

Tomó la mano del ex mafioso y sin más partieron a su hogar, ahí podia tener más privacidad, podían recuperar el tiempo perdido, sin duda no debieron dejarse llevar en las oficinas de la Agencia aunque ese beso jamás lo sacaría de su cabeza.

❄ Soukoku Week Navideño 2019🎄Where stories live. Discover now