Argumento:
Choi YeonJun es inteligente, un deportista modelo, excelente en todo lo que se propone, uno de los chicos más guapos y populares de la escuela número en todo. Aún con todas esas virtudes Yeonjun tiene un pequeño defecto: Es de los chico...
Ganaría su apuesta fácilmente con BeomGyu, puesto que no había ninguna posibilidad de que el chico más heterosexual y jugador del colegio esté enamorado de él ¡Era imposible! Todos sabían en la escuela que YeonJun sólo salía con chicas, que era un promiscuo y jugador que salía y dormía con todas ellas. A él le gustaban tanto las chicas que a Kai no le entraba en la cabeza la posibilidad de que el pelón esté enamorado de él, como aseguraba su lindo amigo.
Y ni siquiera podía decir que YeonJun estaba enamorado de su rostro de muñeco, porque sí estaba consciente de su cara. Pero también estaba consciente de su cuerpo, era formido, era muy alto y muy lejos de ser femenino. Él era un hombre en todos los sentidos de la palabra, para que YeonJun esté enamorado de él tendría que ser gay o bisexual.
Miró una vez más a su pequeño cómplice, mientras este coquetea descaradamente con su otro amigo. Taehyun era de los mejores estudiantes de la escuela y aunque era un poco huraño con la mayoría de los seres humanos, también era super paciente con BeomGyu y sí Huening no estuviera tan seguro de la heterosexualidad de Taehyun, diría que este también le correspondía al rubio, aunque de todos modos tenía sus dudas. Muchas veces Taehyun soportaba cosas de BeomGyu que ni él mismo soportaba a pesar de jurar estar completamente enamorado.
Caminó unos pasos hasta donde sus amigos y le hizo una ademán a BeomGyu para que le acompañara unas telas que estaban en su taquilla y había traído para las vestimentas de la obra teatral. La maestra Hyuna aceptó sin rechistar, cuándo Kai le comentó de que los rollos de tela eran algo pesados para él. Obviamente todo era mentira ya que sólo necesitaba una pequeña excusa para estar a solas con BeomGyu y poder ejecutar la pequeña apuesta que hicieron.
—¿Entonces sólo tengo que acorralarlo en los baños? —preguntó sosteniendo el pedazo de tela.
—Sí y dependiendo de su reacción, sabremos si le gustas. —dijo el rubio seguro de sus palabras.
—Bien. Pero es obvio que no le gusto. A YeonJun le gustan las mujeres, siempre se le ve con chicas. Así que prepárate para beber ese café, me aseguraré que sea extra cargado. —Soltó una risita falsa, de esas que acostumbraba.
—Tal vez eres el primer hombre que le gusta. —dedujo el rubio.
—Eso veremos castañita.
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Cuando terminaron los ensayos de la clase de teatro, cada quién fue con sus respectivas parejas de limpieza y con sus monos de trabajo ya puestos. Kai Huening se sentía un poco dudoso de tener que acorralar al mayor, porque después de todo él era un chico intimidado por ese chico popular. Aunque de todos modos YeonJun era más molestoso que intimidante, era igual de molesto que el canto de un mosquito en los oídos.
El ambiente aún seguía de lo más tranquilo mientras ambos jóvenes hacían su labor de limpieza. YeonJun estaba concentrado en limpiar el vómito de alguna estudiante con bulimia mientras Huening estaba preocupado de no poder llevar a cabo el experimento de BeomGyu. Ya estaban terminando de limpiar el baño de niñas y nada había pasado entre los dos.
