El Cielo Necesitaba un Heroe - Heaven Was Needing a Hero

A Story That Just Begun - Una historia que acababa de comenzar

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Magnus estudió el rostro de Alec mientras dormía. Sus ojos vagaban sobre la piel suave, la runa de bloqueo en su cuello y la forma en que su nariz se arrugaba ligeramente cuando roncaba. La suave luz del sol había comenzado a asomarse a través de las cortinas de seda, bailando a través de los rasgos de Alec.

Magnus apreciaba momentos como estos. Eran los raros momentos donde todo se sentía en paz. Donde Alec podía relajarse, y Magnus podía cerrar su mente por un rato. No estaba seguro si cada día se estaba volviendo un poco más fácil o si cada nuevo día presentaba nuevos problemas que le permitían olvidarse de los suyos.

La guerra estaba en el horizonte. Eso era innegable. Cualquiera que intentara decir lo contrario sería un tonto. Con Valentine desaparecido y sus seguidores aumentando, era solo cuestión de tiempo antes de que el infierno se desatara. Magnus nunca rezaba, pero mientras estaba acostado, mirando a Alec dormir, rezó para que la destrucción que se avecinaba fuera mínima. Sabía que no sería así, pero rezó de todos modos.

Alec se movió en su sueño, acercándose a Magnus. A medida que la luz del sol que se filtraba a través de las cortinas se hacía más fuerte, Magnus sabía que la alarma de Alec se activaría pronto. Alec se había estado trabajando sin parar últimamente, y Magnus no quería nada más que robarle a Alec sus preocupaciones. Se sentía impulsado por un feroz deseo de proteger al muchacho, un sentimiento tan fuerte que a menudo tomaba a Magnus por sorpresa. Había estado enamorado antes, pero nada comparado con lo que sentía por Alec.

Magnus sonrió levemente cuando Alec abrió lentamente los ojos, parpadeando unas cuantas veces antes de que se fijara en Magnus.

-"Buenos días, amor"- dijo Magnus en voz baja.

-"Buenos días"- murmuró Alec somnoliento, acercándose más a Magnus.

Magnus se estiró hacia adelante y le dio un beso en la frente. Alec le devolvió la sonrisa, cerrando los ojos por un momento y dejando escapar un pequeño suspiro. El momento de paz se rompió por el sonido de la alarma. Alec gimió, sentándose y estirándose para agarrar su teléfono de la mesita de noche. Magnus también se sentó, arrastrándose por la cama y abrazando a Alec por detrás, enterrando el rostro en su omóplato.

-"¿Pudiste dormir un poco?"- preguntó Magnus suavemente, apoyando su barbilla en el hombro de Alec.

-"Unas cuantas horas"- respondió Alec, el agotamiento claro en su voz.

-"Necesitas dormir más, Alexander"- dijo Magnus con un suspiro.

Alec se giró en los brazos de Magnus para que se vieran de frente. Se estiró hacia adelante, capturando los labios de Magnus en un suave beso- "Estaré bien"

Magnus resistió la tentación de hacer un puchero cuando Alec se zafó del agarre de Magnus y se dirigió al armario, sacando un par de vaqueros negros y una camiseta negra. Como no quería ver a Alec luchando por vestirse debido a su agotamiento, Magnus se dirigió a la cocina para preparar un poco de café. El cielo sabía que Alec lo necesitaba.

Magnus se tomó su tiempo para hacer el café en lugar de usar magia. Lo que sea necesario para tener unos momentos extra con Alec. Además, ocupaba su mente y le permitía bloquear otros pensamientos. Alec entró trastabillando en la cocina unos momentos después, con una chaqueta de cuero colgando de sus hombros. Magnus sintió una punzada en el pecho por el hecho de que parecía quedarle un poco más suelta que antes.