Mi Alma Gemela (Allward)

Un juego salvaje (Cross X Komui)

–Entonces usted es el que me mandaba esas cartas... –dijo Komui, mientras lo observaba de reojo y trataba de respirar, estaba muy nervioso, en eso Lenalee llegaba cuando trataron de disimular todo ese asunto.

–Hermano te traje lo que pediste... –dijo Lenalee cuando vio a Cross.

–General Cross es un gusto verlo... –dijo Lenalee saludándolo.

–Tambien es un gusto verte Lenalee –dijo Cross, saludando a su cuñada, Komui mientras trataba de disimular todo ese asunto y comenzaron a hablar de algunos asuntos que no tenían nada que ver, esperando que Lenalee se fuera pero ella no parecía ceder y quería averiguar algo de su hermano y de alguien que ella no sabía que era su cuñado.

–Hermana no tienes nada que hacer –pregunto Komui, Lenalee sólo observó algo extrañada.

–No hermano...

–Porque no te tomas el día libre, ya sabes salir divertirte un poco no siempre estarás aquí aburrida en la orden.

–Bueno hermano, ya que lo dices... Voy al centro tengo cosas que hacer –dijo Lenalee despidiéndose, Komui suspiró al ver que su hermana al fin se iba, Cross le sonrió mientras decía.

–¿Que tal si continuamos?

–¿Continuar con qué? –dijo nervioso.

–No seas mal pensado, o es que en verdad piensas en algo tan serio cómo eso.

–No en realidad no, ni siquiera pensaba en una relación más sería e íntima.

–ya veo... Aunque eso me agradaría a mí, años conociéndote y sin saber que hay en tus pensamientos.

–Cross, yo creó que me... No se cómo decirlo –dijo Komui.

–Estas enamorado de mí –dijo Cross cuando Komui asintió, se vieron a los ojos y volviendo a acercarse comenzaron a besarse con desesperación, dándose algunas caricias atrevidas.

–Espera... Este lugar no es indicado... –dijo Komui mientras Cross besaba su cuello dejando algunas marcas.

–Entonces en donde podríamos seguir con esto...

–No se... Pero este no es el lugar ni el momento o mi hermana sospecharía algo.

–Y que tiene que tu hermana se entere... Lo sabrá tarde o temprano –dijo mientras succionaba una de sus pezones haciendo que se le escapara un gemido a Komui.

–Cross... –gimio Komui –como sabes... Que este es mi punto débil –dijo tratando de ahogar algunos gemidos.

–Se algo sobre mujeres, y obvio sobre el sexo, el cuerpo de un hombre no es muy diferente del de una mujer.

–Eso lo se... –dijo Komui, Cross siguió tratando de complacerlo lamiendo sus pezones.

–Ya detente... –suplico Komui.

–No creó poder hacerlo –dijo continuando en lo suyo, se apartó un poco y dijo.

–¿Que tal si jugamos un juego?

–¿Un juego? –pregunto confundido.

–Claro, vamos a tu cuarto sin que nadie sospeche y así no te pondrás nervioso –dijo tomando a Komui de las caderas.

–O si no aprovechare ahora... –dijo impaciente, en verdad quería que Komui se entregará y le diera su virginidad en ese momento.

–Bien vamos a otro lado... Aunque tus condiciones es que me entregue a ti o no...

–Claro que sí... –dijo mientras se separaban, Komui acomodó un poco su ropa para que nadie sospechara y salieron de ahí, terminando en su cuarto.

Cross se acercó a él y comenzó a besarle dejando marcas, arrancándole cada pieza de su ropa, hasta que ambos estaban desnudos, Cross pasaba su miembro por entre las piernas de Komui excitandolo más, hasta que en medio de eso logró meter su miembro en la entrada de Komui, este dio un gemido de dolor al sentir la punta dentro y cada vez se volvió un poco más doloroso, Komui trataba de no gritar ni gemir muy fuerte, mientras se aferraba al pecho del mayor, este daba una que otra embestida en lo que Komui se acostumbraba, cada vez más aumentaba la velocidad, los gemidos de Komui eran callados por el mismo, Cross jadeaba con cada embestida hasta que por fin llegaron al clímax, Komui sentía aquel glorioso momento hasta darse cuenta de lo que ocurría, intentaba de que Cross saliera de él antes de que se corriera pero era demasiado tarde, aquello fluidos salían de él mientras Cross sonreía divertido.

–Nunca lo había echo con un hombre... Pero veo que la diferencia es nula –rió un poco, Komui trataba de recuperar el aliento y veía lo que había pasado.

–No puede ser... No debiste correrte dentro... Que tal sí...

–No te preocupes, dudo que te pase algo con un poco de semen...

–Si claro, en caso de un embarazo... Es más probable que me pasé, idiota...

–Mi amor, no te preocupes si al novio del aprendiz idiota le paso, dudo que te pase a ti... Aunque la verdad el asunto del juego es que Lenalee no nos descubra...

–Entonces de esto se trata –sonrió al escuchar al pelirrojo y le dio un beso en su mejilla.