Capitulo 5

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¿Un coche descapotable de regalo para el día que se sacó el carné de conducir? Sin problemas.
¿Un viaje a Cancún para celebrar que había terminado los estudios? Tuyo es.
¿La mejor educación? Sin duda.
Aunque nadie le había regalado nada. Él se había esforzado para ser uno de los primeros de su clase. Quería que sus tíos estuviesen orgullosos de él, aunque ni siquiera supiesen mostrarse orgullosos. Y cuando le había pedido a su tío dinero para montar su propia empresa, él le había hecho una transferencia en menos de veinticuatro horas.
No podrían recibir un premio como padres del año, pero lo habían hecho lo mejor que habían podido.
Él lo haría todavía mejor.
Tenía que haber ahí fuera una mujer que fuese la perfecta para él. Una mujer que quisiese lo mismo que él. Y, con un poco de suerte, la encontraría antes de que fuese demasiado viejo para jugar a la pelota con su hijo o para enseñarle a patinar a su hija.
Entró en el despacho de _______ e intentó recordar dónde guardaba los archivos del personal. Teniendo en cuenta de que no era muy ordenada, podían estar en cualquier lugar.
A pesar de ello, había conseguido hacer funcionar la oficina y se había convertido en alguien indispensable. Jin estaría perdido sin ella.
Empezó a buscar en el cajón más alto y fue descendiendo hasta encontrarlos en el último cajón, cómo no. Localizó la carpeta de un nuevo empleado, Park Jimin, para ver si encontraba en ella la razón por la que faltaba tanto al trabajo. Por no mencionar que siempre llegaba tarde. Jin era muy exigente con sus empleados. No podía entender cómo una persona con un currículum vitae impecable podía ser tan poco de fiar en el trabajo.
Agarró la carpeta y estaba a punto de cerrar el cajón cuando vio una bolsa marrón de papel que sobresalía.
¿Qué podía ser? No recordaba haberla visto allí la última vez que había ido.
Sacó la bolsa y estaba a punto de mirar en su interior cuando oyó a alguien detrás de él.
-¿Qué estás haciendo?

Jin se dio la vuelta con la bolsa de la farmacia en la mano y descubrió a _______ apoyada en el marco de la puerta. Acababa de volver de la comida y parecía tensa. Si Jin abría esa bolsa las cosas iban a complicarse muy rápidamente.
-Lo he encontrado en el cajón -respondió él. Cuando _______ consiguió hablar, intentó mantenerse tranquila y ser racional. Lo contrario sólo lo habría empeorado todo.
-No me gusta que toquen mis cosas.
-¿Cómo iba a saber que era tuyo? -preguntó Jin molesto-. Estaba buscando un archivo. Necesito tener acceso a ellos para dirigir mi empresa.
Tenía razón. _______ tenía que haberlo guardado en el coche, o en su bolso. Pero entonces no habría tenido ninguna excusa para no hacerse la prueba. Avanzó hacia él y alargó una mano.
-Tienes razón, discúlpame. ¿Me lo puedes devolver, por favor?
Jin la miró y luego volvió a mirar la bolsa. 
-¿Qué es?
-Algo personal.
_______ dio otro paso al frente y él retrocedió sonriendo.
-¿Y qué valor tiene para ti? -preguntó poniéndose la bolsa detrás de la espalda.
-No es gracioso, Jin Devuélvemelo.
¿Cómo era posible que un hombre actuase de un modo tan pueril? No tenía hijos, ¿por qué actuaba como ellos?
_______ siguió acercándose a él, cada vez más enfadada, con el brazo estirado.
-Por favor.
El se apartó de su camino y se puso detrás de la mesa, parecía estar divirtiéndose a juzgar por su sonrisa.
A ella le dieron ganas de abofetearlo.
¿Acaso no se daba cuenta de que no era divertido? ¿Le daba igual hacer que se sintiese molesta? 
-Estás actuando como un cretino -espetó _______ sintiéndose ruborizar-. Jin, devuélvemelo ya. 
Cuanto más se enfadaba ella, más divertido parecía él.
-Debe de ser algo muy importante para que te pongas así -se burló él levantando la bolsa y poniéndola fuera de su alcance. ¿Por qué tenía que ser tan alto?-. Si de verdad lo quieres, ven a buscarlo. 
_______ dejó caer los brazos, derrotada.
-Está bien. Mira lo que hay dentro si quieres. Si los tampones te interesan...
Tampones. Ya le hubiese gustado a ella.
Jin levantó una ceja, como si no supiese si creerla o no. Bajó la bolsa y empezó a abrirla. _______ intentó quitársela y él tiró de ella, haciendo caer el test de embarazo que había dentro.
Durante unos segundos pareció como si se hubiese detenido el tiempo. Luego, pareció avanzar a toda velocidad.
Jin miró la caja y luego la miró a ella, después volvió a mirar la caja y de pronto, la diversión desapareció de su rostro.
-¿Qué demonios es eso?
Ella cerró los ojos. Maldición, maldición, maldición. 
-¿_______?
Abrió los ojos y lo miró.
-¿Acaso no sabes leer? -dijo quitándole la bolsa de las manos y recogiendo el aparato.
-_______, ¿piensas que estás...? 
-¡Por supuesto que no! 
-¿Tienes un retraso?
Ella lo miró agobiada.
-Por supuesto que sí, si no, no necesitarías un test de embarazo. ¿Cuánto retraso tienes exactamente? 
-Sólo unos días. Estoy segura de que no es nada. 
-Nos acostamos juntos hace más de un mes. ¿Cuántos días de retraso tienes?
-Dos semanas, quizás tres -confesó ella encogiéndose de hombros.
-¿Dos o tres?
-Más bien tres -admitió _______ dejándose caer en su silla.
Jin respiró hondo. Era evidente que estaba intentando controlarse.
-¿Y por qué me estoy enterando ahora? 
-Porque pensé que quizás fuese un virus o una infección o algo así.
-¿El periodo puede retrasarse por muchas razones, verdad? Como a causa del estrés.
¿Estrenada? ¿Quién estaba estresada? 
-Supongo que tienes razón. 
-Además, utilizamos anticonceptivos. 
-¿Lo hicimos?
-Sabes que sí -respondió él indignado.
_______ vio un rayo de esperanza. Los preservativos podían fallar, pero en muy raras ocasiones. Quizás no estuviese embarazada. Quizás todo estuviese en su cabeza.
-¿La última vez también? 
-¿La última vez?
De pronto, no parecía tan seguro de sí mismo y su cara parecía decir a gritos: «Dios mío, ¿qué hemos hecho?»
-Ya sabes, cuando lo hicimos contra la pared, al lado de la puerta. ¿También utilizamos protección, no es cierto?
Jin se rascó la barbilla. Aunque se afeitase varias veces al día, siempre tenía algo de barba. 
-Sinceramente, no me acuerdo.
Aquello no era bueno. _______ sintió cómo perdía el control, sintió pánico.
-¿No te acuerdas?
-Aparentemente, tú tampoco -dijo él sentándose en una esquina de la mesa.
Tenía razón. No estaba siendo justa. No era culpa de Jin.
-Lo siento. Estoy... muy sensible.
-Lo cierto es que no recuerdo haberlo utilizado y mi cartera estaba en la otra habitación, así que supongo que no me lo puse.
Al menos estaba siendo honesto. Era evidente que los dos habían estado tan ciegos por la pasión que no habían pensado en la contracepción. Pero aquélla había sido la cuarta vez que lo hacían. ¿No se suponía que un hombre necesitaba tiempo para... recuperarse?
Precisamente le había tenido que tocar a ella hacer el amor sin protección con un tipo que tenía un súper esperma.
-Imagino que sólo hay un modo de averiguarlo -comentó Jin-. No me parece buena idea que te hagas la prueba aquí, cualquiera podría entrar en el cuarto de baño. ¿No preferirías hacerlo en tu casa o en la mía?
Aquello estaba ocurriendo de verdad. Y con Jin Como ella no respondió inmediatamente, Jin continuó:
-¿O prefieres hacerlo a solas?
_______ no quería estar sola. Estaban juntos en aquello. Estaba segura de que él permanecería a su lado, pasase lo que pasase.
-Lo haremos en mi casa.
Jin se puso en pie. 
-De acuerdo. Vamos.
-¿Ahora? Todavía no hemos terminado la jornada de trabajo -se quejó ella.
-No te preocupes, no van a despedirnos. La empresa es mía. Además, ya sabes lo que dicen. 
-¿Que la curiosidad mató al gato?
-No, que hay que vivir el presente -la corrigió sonriendo.

Secretos De Una Secretaria |•| SEOKJIN |•| 《Terminada》Место, где живут истории. Откройте их для себя