Enfermos Mentales: Edificio del terror. [Libro 2]

☆Capítulo 32: Las cosas no son como uno las planea.

-Señorita, está presentando motivos para acusarla de sospechosa.

-¿Por querer justicia para mi amiga y su familia? ¿No han pensado que la persona que la secuestró es la misma que quiso asesinar a la Sra. Di-Leneed? No, porque se van por el lado fácil; culpar a los enfermos mentales.

El argumento de Eli fue interrumpido por una alarma que se escuchó en todos los pasillos del internado, avisando a los internos que debían ir a sus habitaciones. Elizabeth caminó hasta la puerta de su habitación, pasando por detrás de los investigadores mientras estos la seguían con la mirada. Ya dentro de su habitación, les dirigió una última mirada.

-Por estas razones la gente ya no le cuenta cosas a la policía y toman justicia por cuenta propia -dijo con desprecio antes de que la puerta de acero de su habitación se cerrara automáticamente, excluyéndola del mundo.

Posiblemente había dado motivos para culparla del asesinato de la Sra. Di-Leneed, pero ella sabía lo que hacía. Había plantado la semilla de la duda en la cabeza de aquel investigador para creer que el secuestro de Sara y el asesinato de su madre habían sido provocados por la misma persona. Si comenzaban a investigar, podrían darse cuenta que el internado estaba involucrado en al menos uno de ambos casos. Tal vez podrían descubrir quien era OX antes que ella y sin haber puesto en peligro la libertad de sus amigos.

Un plan B improvisado, se había vuelto buena en esto. Después de salir debería de tener un buen merecido premio.

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25 de diciembre, 6:00 pm de la noche, la hora había llegado. La fiesta navideña del internado en el edificio principal comenzaría en una hora, por lo que Eli y los demás debían ir al edificio para arreglarse.

Sí, iban a salir del E.D.T.I nivel 2. Era necesario, pues mientras Jenn y Alex interrogaran a Nancy en su oficina; Eli, Erick y Sheyla buscarían entradas al laboratorio subterráneo en los pasillos secretos, ya que estas no aparecían en los planos; Benjamín hackearia la computadora en la oficina del decano; Alex buscaría a OX en la fiesta en caso de que estuvieran equivocados con Nancy. "El cisne negro os visitará esta noche. Es el enviado por Santa Claus para darles su regalo de despedida" decía el mensaje que Eli había recibido en la mañana al celular inrrasteable que había encontrado en el bolsillo de la Sra. Di-Leneed (lo que le hacía pensar que OX lo había puesto ahí).

El cisne negro es un libro sobre una joven con desórdenes mentales, una clara descripción para si mismo... o para si misma.

Salir no fue tan difícil. Los chicos solo tuvieron que esperar el cambio de turno de los guardias de batas blancas que tardaban entre 20 a 30 segundos. Tiempo suficiente para entrar en la habitación secreta del último piso. En pocos minutos de caminar por túneles y pasillos, lograron salir por el cuarto de consejería a solo metros de su antigua habitación en el edificio principal.

Eli abrió la puerta, sintiendo como la luz del pasillo que entraba por las múltiples ventanas se estampaba contra su cuerpo a medida que iba saliendo; iluminando también su mugrienta bata y el desastre en su cabello. Al tomar una bocanada de aire, este se sentía más... limpio, más relajante y literalmente podía sentir que inhalaba esperanza. Dándole fe de que por fin ese día algo iba a cambiar. Abrió los ojos, dirigiendo su mirada a la puerta a pocos centímetros de si misma. Caminó hasta ella rápidamente al recordar que si alguien los veía sería un caos. Asegurándose de que sus amigos estaban detrás de ella y habían cerrado la puerta del conserje, Eli no dio bien tres golpes en la puerta cuando al primero esta había sido abierta por Jennifer frente a ella. Quien esperaba su llegada desde las 5:39 pm.

-¡Dios! ¡Al fin! Llevamos esperando rato, creímos que les había pasado algo -contó Jenn, exaltada-. Te abrazaría pero estás hecha mierda.

-Gracias, Jenn. También te extrañé.