Después de resolver que la casa estaba completamente vacía, dejó la construcción.

        —¿En dónde diablos estoy? —Melanie se estremeció involuntariamente y se volvió para ver la niebla que se arrastraba desde los edificios, hacia ella, como una serpiente deslizándose hacia su presa.

        Ya que la envolvió en su frío abrazo, dejó escapar un sollozo, llorando.

       ¿Qué estaba pasando? Era como si todos se hubieran ido de la faz de la tierra y se hubieran llevado todo lo feliz con ellos.

    Melanie se acurrucó en una bola pequeña, dejando que la niebla estuviera sobre ella.

     ¿Qué si se quedaba atrapada para siempre? ¿Qué si nunca más volvía a ver a sus seres queridos? ¿Qué si...?

    —Melanie Cooper  —Sus sollozos fueron silenciados por una voz varonil a lo lejos.

    Ella lentamente se incorporó y miró por encima de los garajes, donde una silueta alta estaba parada en las sombras. Ella lentamente se levantó y lo miró de soslayo.

     —¿Qué sucede aquí? —Ella preguntó, su voz temblorosa—. ¿En dónde están todos?

     —¿Siempre eres así de curiosa? —Preguntó el hombre, quien permaneció en la oscuridad de los garajes.

     Melanie sacudió su cabeza.

     —No. No entiendo... Yo sólo...

     —¿Asustada? ¿Confundida? ¿Preguntándote por qué este mundo parece tan familiar pero no del todo como en casa? —Él preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado. Melanie asintió lentamente, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano.

     —¿Me ayudas por favor? —Ella dijo tranquilamente—. No estoy segura de qué ocurre o dónde está mi familia.

     —Tu familia está bien. Eres tú quien no.

     El hombre dio un paso a delante, la niebla enroscándose alrededor de su figura, como una Pitón.

     —¿De qué hablas?

     —Estoy tratando de decirte algo intensamente trágico de la manera más gentil y susceptible posible —él dijo antes de respirar profundamente—. Estás muerta.

     Melanie se echó a reír.

     —Estás loco.

     —Algunos creen que sí, pero sé que no lo estoy. Al menos, no en esta situación.

     —Entonces... estoy muerta. ¿Cómo es eso posible? ¡Estoy justo aquí! —Dijo Melanie, iracunda;  burbujeando en su interior.

     No era el momento para jugar con ella. No dejaría que este extraño la atormentara de esta manera, no cuando estaba tan vulnerable y confundida

     —Estás aquí —El hombre asintió—. Pero ¿sabes dónde es "aquí"?

     Melanie miró a su alrededor y se estremeció una vez más.

     —Estoy en mi pueblo.

     —Pero, ¿eres real? — El hombre cuestionó, dando otro pequeño pasó hacia ella—. ¿Cómo puedes estar tan segura cuando todo parece tan... sin vida? Agotado. Es como este pueblo se ve.

     —¡Pero no lo está! —Melanie argumentó—. ¡Ese garaje del que estás al lado es verde y el techo de arriba de esa casa, es rojo!

Lucifer  [Español]Where stories live. Discover now