Dulce aroma

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DamiJon.

Jon siempre tuvo un dulce aroma desde que tenia memoria, y este empeoro cuando cumplió quince años, donde se presento su casta. No hubo beta ni alfa que no pudiera sucumbir a su olor, algunas veces era confundido con un gamma hasta llevo a sus padres hacerle pruebas para estar seguros, tantos eran sus problemas que llegaron a mandarlo a escuela de solo omegas y gammas, para evitar algún ataque. Nada eso le molesto hasta que su padre, le quizo quitar su manto de Superboy, ya que decía que era peligroso para el andar por allí peleando con alfas o betas, que podrían en cualquier momento reducirlo y abusar de él.

Eso fue lo que hizo que odiara su casta, intento llevarle la contraria a Superman pero este logro atraparlo innumerables veces y si no era él, era Conner hasta Kara, siendo quizás estos dos últimos los más tranquilos cuando lo atrapaban, nada comprado a los regaños de su padre.

Paso así dos años hasta que se rindió, dejo su manto y su vida de vigilante, solo se enfoco en su vida como civil o eso intento, porque cada noche recibía la visita de cierto petirrojo a su ventana, el cual le insistía que debía luchar más y que no dejara que sus padres escogieran por el lo que quería hacer; sin embargo, Jon era oídos sordos a esas suplicas aunque extrañaba estar en patrullas con Damian. Con suerte nadie sabia de sus visitas, debido a que el mayor no expedía ningún aroma, aun siendo un alfa de clase alta, debido a su falla biológica podia pasar desapercibido por el resto de castas como un beta, tanto que su propia familia lo creía beta.

—No entiendo, ¿Por qué sigues insistiendo en quedarte bajo la palabra de tus padres? —Cuestiono Damian, después de casi un año de estar llegando a ver a su amigo hasta su departamento de sus padres en Metropolis.

—No quiero que mis padres se preocupen por mi, además, tienen razón, soy un omega demasiado atrayente y en un descuido puedo terminar en peor estado que solo ser herido o muerto —Explico sin preocuparse o molestarse de repetirlo cuantas veces fuera necesario, Jon, dejo que su amigo entrara a su cuarto como cerro con pestillo la puerta y dejo el volumen de su laptop medio alto para que su madre no los escuchara, su padre estaba lejos en el espacio.

—A este paso aceptarías hasta que te manden lejos de Metropolis, o casarte con un idiota que ni conoces, solo con la premisa de: "El es el alfa correcto, te cuidara y proveerá" —Lanzo Damian casi gruñendo, al punto que Jon se sintió un poco divertido de saber que su amigo se preocupaba genuinamente por él.

—Lo dudo, mamá y papá nunca fueron obligados a casarse, así que estaré lejos de que me hagan eso —Negando las palabras de Damian, aunque tenia cierta duda de que fuera a pasar, más con ver como sus padres vigilaban a donde iba y con quienes se reunían, hasta quisieron distanciarlo más y más de Damián.

Damian se quedo un tiempo más, hasta apago su intercomunicador y rastreador para poder hacer más tranquila su visita, aunque no planeo que debido a la tranquilidad que transmitía Jon y el sitio en sí, terminaría durmiendo en su cama. El joven omega le tomo cariño aquello, por lo que con cuidado le quito la armadura de Robin, cambiándola por una pijama normal y un par de mantas, dejo todo el equipo de Damian meticulosamente doblado en la cómoda de su cuarto.

Jon no tenia problemas con compartir la cama, desde que eran más pequeño lo hallo como algo normal, aun hoy lo encuentra normal aunque extrañamente algo lo atrae a Damian, aunque este no presente síntomas o signos de su casta alfa, lo sigue atrayendo como una abeja a la miel. Si es atracción o algo más profundo que eso, espera que no solo Damian no lo rechace, que sus padres no decidan alejarlo más de Damian, porque la realidad es que el adolescente alfa se a aprendido a controlar debido a la presencia y amistad incondicional de Jon, el mismo petirrojo es quien busca la compañía del joven mitad kriptoniano.

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Dedicado a: HikariRoll

One Shorts 2.0, All ships DCWhere stories live. Discover now