Capítulo 7

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Flashback

¡Ya me cansé de hablar con esta tonta!— gritaba por la casa la madre de Geneviève —¡estoy harta de ti, eres una gorda inútil!— repetía sin parar —ya quiero que te largues de mi casa, no entiendo que haces aquí— continuaba —eres una gorda inútil, sólo sirves para comer y vagar- se acercó a Geneviève y la golpeo en la cabeza con su mano izquierda—.

Pero pregúntale —¿qué has hecho todo el día?— seguía rondando por toda la casa —eres una estúpida buena para nada- se fue a lavar los platos que Geneviève había dejado sucios.

La madre tenía razón, la adolescente era una gorda buena para nada -¿qué haces todo el día?- gritaba aún desde la cocina -¿que haces como tarada jugando con eso?- gritaba al no entender que Geneviève escribía en la computadora, pero para que perder el tiempo explicándole a la persona que había fomentado su obesidad y su odio hacia el género humano ¿cómo podía una persona ser tan superficial como su madre?

¿Cómo no te puedes cuidar? Eres una sucia: no te bañas, no te lavas los dientes, no te peinas -¿pues como alguien se podía fijar en ella si su cuerpo era amorfo? No tenía nalgas; era más plana que una tabla de madera.
La madre le contestaba que no sea acomplejada que si tenía nalgas, cuando lo evidente era otra cosa simplemente era plana, como es que su madre no podía entender eso.

La madre quería operarle la nariz para respirar mejor pero ¿por que no los glúteos? -¿regaste las plantas?- volvió a gritar la mujer -sólo vienes a dormir, infeliz- pues si era una inútil, la madre decía que toda su vagancia y estupidez eran culpa del padre, que solapaba la vagancia aunque claro, él era peor persona.

~

La más popular, la más guapa de todo el colegio, al menos eso decían todos «Zafira, siempre Zafira» aparte de guapa, era sofisticada e inteligente. Zafira no tenía buenas notas, de hecho hasta casi se queda de año "casi", esta palabra implica que ella era amada por todos los profesores, quienes siempre la pasaban de año y adoraban aún cuando no hacía nada.

Los padres de Zafira la amaban y consentían aún a pesar de fugarse de su casa o llegar ebria a casa «deberías ser delgada y bonita como ella» la voz en su interior le repetía en la cabeza «deberías ser popular y bonita, así todos te amarían» sus pensamientos divagaban constantemente en eso mientras devoraba una torta de chocolate.

Fin de Flashback

Habían pasado muchos años desde que había visto por última vez a su hija, Sonia era una mujer delgada y rubia. Aunque con el pasar de los años, su belleza se habia opacado por la aparicion de las terribles arrugas. Aún conserva esa belleza característica de la familia, al igual que su hermana «mi hermana ¿qué será de mi hermana?» Sonia caminaba por el cementerio buscando una lápida, era la primera vez que venía a visitar la tumba.

El sol brillaba, el césped se veía tan verde como si hubiera sido pintado por los dioses, y brillante que este salía su propia aureola boreal «si no fuera un cementerio sería un lugar perfecto para vivir» todo se veía tan alegre. Los pájaros cantaban, las flores florecían de muchos colores y tonalidades. Ella caminaba hacia la lápida que tenía como epitafio:
"Aquí yace el último rayo de luz en mi vida".

Ella no habría escogido ese epitafio, pero que sabía ella. Sólo era una zorra que abandonó todo por irse con su cuñado.

El secreto de ZafiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora