¡Primer concurso literario de la editorial!
¿Estás listo para demostrar qué tan bueno eres escribiendo? ¿Te siente los suficientemente seguro de poder ganar en la batalla?
*Primer concurso literario inspirado en el formato del reality show "La Voz"*
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Pesadillas del infierno.
¿Qué me sucede?
Aquellas palabras invaden lo que en algún momento fue mi cerebro.
Intento mover mis manos, cabeza y tronco, pero lamentablemente no lo logro, me encuentro paralizado en la cama que alguna vez me perteneció, pero que ahora no es más que un triste recuerdo del pasado, pues ya no es mi cama o mi habitación, es su cama y su habitación. Intento soltar un grito de terror, pues ya sé que ella ya está aquí.
Cada parte de mi cuerpo empieza a ser dominada por nada más y nada menos que el miedo. El sudor empieza a esparcirse por todo lo que alguna vez fue mi cama. Intento mirar a mi alrededor para averiguar de dónde llegará esta vez.
Chirrido.
Un potente chirrido se provoca debajo de la cama. Mis ojos se abren como si de platos se trataran.
«Por favor, ¡no de nuevo!... ¡Te lo suplico!».
—Hmf... —Intento suplicar por mi bienestar, pero no salen nada más que quejidos de mí boca. Las lagrimas empiezan a apoderarse de mi huesuda cara en cuestión de segundos. La oscuridad en la que me encontraba es interrumpida por un rayo de la luna, este se cola a través de la cortina que se ha abierto ligeramente por las ráfagas de viento que azotan a esta estación del año.
Trago con dificultad.
Una mano se esparce por mi blando vientre.
Intento gritar de dolor, no es solo una mano que te acaricia cariñosamente, es un arma mortal la que se esparce por tu vientre y que deja besos sangrientos a medida que avanza.
A medida que la mano sale de su escondite puedo ver distintos mechones de cabello, cada uno más negro que el anterior.
«Ya es muy tarde...»
La demoniaca figura que atormenta mis pesadillas ha llegado, y esta vez es para acabar conmigo definitivamente, para que luego me arrastre hasta los pies del infierno.
Unas cuencas oculares completamente blancas hacen aparición por debajo de la cama.
Se esta dejando al descubierto para que ella sea lo ultimo que vea en mi vida.
Todo podría haber acabado de una manera mejor, pero lamentablemente yo no tuve esa suerte.
Un nudo se forma en mi garganta al ver toda la sangre que ha sido acumulada a lo largo de mi panza, pero eso no es todo.
Lo que me hace tener ese nudo en la garganta es que puedo ver más allá de mi vientre, las garras de la bestia han abierto un hueco lo suficientemente grande como para extirparme varios órganos.
Sin saber cómo, mi boca es liberada de su malvado juego y logro conjurar un grito tan desgarrador como ella me lo permite.
