Uno y nos faltan más

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Bueno, o quería hacerse la idea de estarlo esperando ya que su mente estaba en otro lado, tenia el teléfono frente de si en espera de tener valor para llamar a su hogar, llevaba ahí sentado desde que su novio se fue y eso fue desde hace como dos horas. 

Dio un largo respiro, tomo el teléfono y marco, primer pitido, nada, segundo, nada, tercero, nada, cuarto, se escucho el levantar del teléfono y seguido de ello la voz de su madre.

— ¿Hola?

Leo: Madre, soy- 

— No hables, creí que habíamos sido muy claros en ya no querer llamadas tuyas

Leo: Pero es que- 

— Ni saber de ti

Leo:.....

— No vuelvas a marcar 

De ahí solo hubo silencio, Leo no pudo evitar soltarse en llanto, desde hace siete meses sus padres lo echaron de su hogar por salir con un chico sin importarles que fuera de quien estaba perdidamente enamorado e intentar arreglar las cosas con ellos era imposible, ni siquiera era bienvenido a ese hogar y ahora tampoco podía llamarlos. El teléfono aun estaba detenido cerca de su oído escuchando los pitidos del mismo acompañado de sus sollozos, sus manos temblaban y la necesidad de marcar nuevamente se presento en su pecho pero no valía la pena.

Leo: Feliz año nuevo....

Su felicitación fue dada a la nada y regreso el teléfono a su lugar, se acomodo en el sofá de una manera en la que pudo pegar sus piernas a su pecho y abrazarlas con sus brazos mientras hundía su cabeza entre estos para así seguir dejando escapar sus dolidos sollozos. 

La puerta se abrió pero ni siquiera pudo darle la bienvenida a Rafael debido al nudo en garganta; Sin embargo, la tortuga de cinta roja ni siquiera lo pensó cuando ya se encontraba sentado a su lado y lo redeo con sus fuertes brazos en un cálido abrazo. Leo soltó sus piernas para así corresponder al abrazo, dejando su cabecita entre el cuello de Rafael quien solo se encargo en ese momento de apapacharlo que ambos perdieron la noción del tiempo en ese abrazo.


9:00 pm

Rafa: ¿Amorcito? —Menciona con dulzura y calma una vez ya el menor estuvo mas tranquilo.— 

Leo: Per-perdón, yo no de-debí llamarlos —Sorbió su nariz y tosió un poco.— ¿Arruine la-la noche? 

Rafa: No, no, claro que no has arruinado nada, de hecho —Mira en dirección al reloj de pared y retoma su mirada en el menor.— Son las nueve ya, podemos alistarnos rápido y llegaremos a tiempo a la cena 

Leo: ¿Podemos ba-bañarnos juntos? —Su agarre en el abrazo aumento dando a entender que se avergonzó.—

Rafa: Claro que si, amorcito —Ríe enternecido por el acto ajeno.—


10:30 pm

Las tortugas de cintas naranja y morada ya estaban sirviendo la cena a su familia, solo estaban los padres de cada uno, sus hermanos, unos cuantos tíos y primos, quizá no era una familia numerosa pero era mas que suficiente para generar un bonito ambiente. Las copas de vino chocaban entre ellas y no faltaron los buenos comentarios de lo deliciosa que estaba la cena hacia la tortuga pecosa.

Leatherhead: Pero que buen cocinero tienes de novio, sobrino —Dijo el tío de Donatello mientras comía mas ensalada.—

Donnie: Tiene un maravilloso talento, lo se —Besa la mejilla del pecoso.—

𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭'𝐬 』حيث تعيش القصص. اكتشف الآن