capitulo 31

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Gabriel POV

En cuanto vi a Jhon salir por la puerta, volvi a undir mi rostro en el cuello de Ayleen. Respire hondo e inhale su aroma a champu.

Me entretuve en observar con detenimiento sus cabellos rojos, mientras atraia mas su cuerpo contra el mio.

Ella vestia un pijama de dos piezas de mi hermana, pero aun asi, podia sentir su piel a traves de la tela, rozandose con mi torso desnudo.

Mis brazos la agarraban justo por debajo de sus pechos, dejandome asi sentir su corazon y sus respiraciones, mientras que mis piernas la rodeaban , como si estuviera en una burbuja.

Cerre mis ojos y me concentre en sus respiraciones, pausadas y tranquilas, que misteriosamente eran lo unico que me importaba desde que nos habiamos levantado.

Habia perdido la nocion del tiempo, no sabia cuanto tiempo llevabamos asi, pero senti como su respiracion se detenia un segundo, para despues continuar de forma algo irregular. Algo la estaba asustando.

El olor de Jhon junto con otro mas llego hasta mis fosas nasales. Habia regresado con el medico.

Levante la vista a regañadientes y les lance una mirada asesina.

En realidad no habia un motivo para ello, pero solo me sentia enfadado con todo el mundo, todo lo que no fuera Ayleen.

El doctor nos miro por encima de sus gafas, echo una mirada rapida a Jhon y camino hacia la cama, dejando su maletin en el suelo.

Mis brazos seguian rodeando a Ayleen, quien ahora respiraba aceleradamente y su corazon latia a mil.

- No se acerque o...- gruñi.

Note como el hombre se tensaba y toda la habitacion se inundo del aroma del miedo.

- Tranquilo Gabriel. El solo intenta hacer su trabajo...- dijo jhon con un tono tranquilo desde la puerta.

Aparte mis ojos del asustado doctor y mire a mi beta.

- La asusta...- dije excusandome. No queria que ella tuviera miedo.

- Es normal en su situacion, probablemente hasta tu le asustes... - se notaba cansado.

Senti un pinchazo ante la idea de que ella tuviera miedo de mi, pero rapidamente lo descarte.

- ESO NO ES VERDAD - grite.

El pobre medico pego un brinco y perdio color en su cara, mientras que Jhon fruncio las cejas.

- ¿Como estas tan seguro? - dijo mientras se rascaba la nuca.

- Su pulso... su pulso es tranquilo cuando esta conmigo. - dije convencido.

- Bien. Entonces no salgas de su vista, pero deja al doctor trabajar...que para algo e tenido que llamarlo. - comento divertido.

Mire con recelo al hombre mayor que se encontraba al lado de la cama observando a Ayleen.

Con mucho cuidado, me movi hasta salir de la cama y recoste a Ayleen. Sus ojos me miraron con miedo, le sonrei para tranquilizarla.

- No estare lejos pequeña - susurre en su oido antes de alejarme.

Eso parecio ser suficiente para que se relajara.

Me endereze y note que el medico volvia a empalidecer. Era un efecto bastante comun en la gente al ver mi 192 cm de altura. Cabe decir que muchas horas de entrenamiento lobuno me habian echo una buena espalda, mas lo tatuajes, en definitiva, inspiraba autoridad y miedo.

Suspire y con un gesto de cabeza les indique a Jhon y al medico que debiamos hablar.

Cerre la puerta para evitar que Ayleen pudiera escucharnos.

- Quiero que le haga las pruebas necesarias para ... - suspire agotado. - tiene que decirme si es temporal o no.

Jhon arrugo su entrecejo confuso.

- ¿De que diablos hablas?

- Ella desperto, si, pero no puede hablar ni moverse por si misma...es como si su cuerpo no la respondiera.

- ¿Podria explicarme eso de que desperto? - hablo el medico por primera vez.

Jhon me dio una mirada significativa mientras yo suspiraba y me pasaba las manos por mi pelo castaño, desesperado.

- La encontramos inconsciente en el bosque... y ella... ella al parecer estaba en shock... no estaba en si... como si fuera una muñeca... - hablo Jhon. Su voz era pesada y se le notaba como tragaba con dificultad al hablar.

El hombre asintio levemente con la cabeza mientras parecia darle vueltas a algo.

Un amago de sonrisa aparecio en su rostro, y no paso desapercibidos para ninguno de nosotros.

- ¿sabe lo que tiene? - la necesidad era notable en mi voz.

- Creo tener una idea pero debo de hacerle unas pruebas... si usted me lo permite... - dijo el hombre mirandome con precaucion.

- Claro. - asenti con la cabeza y abri la puerta para que el medico le hiciera las pruebas cuanto antes.

Al entrar en la habitacion, todos nos dirigimos hacia Ayleen, quien ahora estaba con los ojos cerrados pero con la respiracion agitada.

Pensaba llamarla cuando ella abrio sus ojos de golpe, y me dedico una mirada de alivio absoluto mientras su respiracion parecia relajarse.

- Eso es bueno... - murmuro el medico para si mismo, pero gracias a nuestros oidos Jhon y yo alcanzamos a escucharlo.

- ¿de que habla? - dije molesto.

El parecio sorprendido pero enseguida sonrio.

- hay restos de lagrimas en sus ojos. Eso es una buena señal. Ella es capaz de llorar... - sonrio.

Me sente en la cama junto con Ayleen y coji su mano que descansaba al lado de su cuerpo. Jhon se sento en el sillon junto a la ventana y cruzo sus brazos sobre su pecho, sin quitarle los ojos de encima al medico, que revolvia cosas en su maletin.

(...)

Deje que toda mi atencion se centrara en los finos cabellos rojos que se escurrian entre mis dedos, mientras las palabras de ese hombre rondaban mi cabeza.

"Se recuperara"

Es todo lo que dijo. Y no habia necesitado mas, mi corazon habia dado un vuelco y todo mi cuerpo pudo relajarse de nuevo desde que habia descubierto que Ayleen no podia moverse.

Escuche la respiracion tranquila de Ayleen y cerre los ojos mientras me concentraba en su calido aliento chocando sobre mi pecho. Se habia quedado dormida al fin.

Ahora ambos nos encontrabamos recostados en mi cama, mientras yo la abrazaba, proteguiendola con mis brazos.

El dia se nos habia pasado muy rapido con el medico, el cual le habia echo un millon de pruebas y habia tomado nota de todo.

Mientras el hombre trabajaba, yo habia tomado un par de decisiones.

La primera de ellas es que Ayleen se trasladaria a mi cuarto, ya que no me parecia correcto pasar el resto del tiempo en el cuarto de Elizabeth. Y la segunda, y mas importante para mi, no me iba a separar de ella.

Jamas podria olvidar la cara de horror mientras las lagrimas corrian por las mejillas de Ayleen cuando el medico tuvo que moverla para revisarle su espalda. Ella no podia hablar, pero no habia sido necesario, con ella no eran necesarias las palabras, sos ojos habian transmitido un mensaje muy claro.
" Socorro. Tengo mucho miedo,ayudame. "

Aun recuerdo como senti algo romperse en mi interior, me habia dolido verla asi.

Por ese mismo motivo, en ese instante me prometi a mi mismo que no me separaria de ella, y no dejaria que nada la pasara.

WhiteheadsWhere stories live. Discover now