capitulo 35

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Ayleen POV

Un suspiro sale de mis labios mientras que mi cuerpo se estremece por completo.

Gabriel entierra su rostro en mi cuello y comienza a rozar mi piel con sus labios. Sin poder evitarlo, dejo que mis dedos sigan recorriendo a ciegas sus tatuajes, permitiendome apreciar sus musculosos brazos y su ancha espalda. Su piel se eriza bajo el contacto de mis dedos, mientras que sus musculos se tensan y siento su rostro hundirse aun mas en mi cuello, como si quisiera esconderse ahi y no salir.

Se queda quieto durante unos segundos, y deja caer su cuerpo al lado del mio, cubriendome completamente.

Como cada noche, pasa su brazo bajo mi cuello y con el otro brazo me agarra hacia el, protegiendome. Giro mi cuerpo hasta quedar frente a frente y siento como su corazon latir desvocado. Sus brazos se aprietan mas aun alrededor de mi cintura, pegandome a el, y yo, le doy un beso en el pecho antes de quedar profundamente dormida.

(...)

Parpadeo durante unos instantes, a causa de la luz de la ventana, antes de gruñir y cubrir mi cara con el edredon. Una risa profunda hace que asome mi cabeza fuera de la cama, abriendo solo un ojo, lo que causa que Gabriel ria mas fuerte aun mientras niega.

Resoplo mientras me dejo caer de nuevo en la cama,  esperando a que el venga a sacarme. Admito que es un poco molesto depender de alguien constantemente, pero mientras no pueda caminar no me queda otra.

Gabriel no tarda mucho en venir a por mi, sacandome de la cama para llevarme al vestidor. En cuestion de segundos, el me deja en el pequeño sofa de la sala mientras el se encierra en el baño.

Suspiro y giro mi cabeza para enfrentarme al hueco que Gabriel hizo en su armario para colocar mi ropa. Un vistazo por la ventana es mas que suficiente para saber que hoy sera un dia frio, asique busco unos pantalones de algodon grueso en color negro y unas botas altas negras . Miro disgustada las camisas y demas prendas de ropa superior ,  ninguna es de mi agrado.

Entonces mis ojos se van hasta la ropa de Gabriel,  donde me llama la atencion una sudadera bastante grande de color rojo vino y con unas letras blancas "One King" .

No me lo pienso ni dos segundos, cuando agarro la sudadera y comienzo a vestirme, dejando el pijama a mi lado del sillon.

Estoy completamente vestida y con mi cabello recogido en una coleta de caballo, cuando Gabriel aparece por la puerta. Nos miramos durante unos segundos y el enseguida repara en la sudadera,  la cual decir que me queda grande es corto.

Alza una ceja divertido mientras sonrie de lado, yo solo me encogo de hombros y pongo mi mejor cara de niña buena.

- No tienes remedio Ayleen... - comenta divertido.

Yo solo sonrio mientras observo como se mueve por el vestidor ,ordenandolo todo.

Cuando por fin acaba,  camina hasta mi y me sube a su espalda. Salimos de la habitacion y nos dirigimos al despacho cuando nos tropezamos con Jhon.

Muevo mi mano derecha de forma efusiva para saludarlo mientras que el y Gabriel cruzan miradas.

- Ayleen estaba pensando salir a correr, ¿quieres venir? - comenta Jhon de repente.

Abro los ojos sorprendida y formo una "0" con mis labios. Gabriel se ha tensado completamente bajo mis brazos. En todo el tiempo que llevo en la casa, nunca e salido de ella. Y la verdad es que me hace ilusion conocer la nieve.

Miro a Jhon esperanzada mientras que el me sonrie y mira a Gabriel esperando su respuesta. Él solo suspira despues de unos segundos de intriga y suelto un pequeño gritito al ver como Jhon estira sus brazos hacia mi para cargarme.

Ambos me miran sorprendidos para despues sonreir.

- Thousent,  mas te vale traerla de vuelta sana y salva... - dice Gabriel mientras apunta a Jhon con su dedo indice.

Jhon solo se rie mientras niega con la cabeza y se dirige hacia la planta baja.

El miedo comienza a recorrer mi cuerpo junto con la adrenalina. Nunca habia ido mas alla del despacho de Jhon,  ni si quiera habia ido a la planta baja. Todo iba a ser desconocido para mi, y sabia tambien que me encontraria con mas gente de la manada por lo que habia escuchado decir a Gabriel y Jhon.

Trage saliva y aprete mi agarre alrededor del cuello de Jhon.

- Tranquila princesa. No te dejare que te pase nada. Tu solo disfruta.

Asenti levemente y no muy convencida con la cabeza mientras bajamos los escalones que nos llevarian hacia la planta baja.

Fuimos a dar un gran salon con sillones ,una chimenea , una mesa y sillas, una doble puerta y un pasillo que no alcanzaba a ver a donde llevaba. Todo perfectamente decorado en tonos oscuros pero que daban un ambiente calido y acogedor.

Jhon camino con seguridad hacia la doble puerta y giro la cara para mirarme.

-¿Estas lista para enfrentarte al mundo, princesa?

Senti el agobio en mi interior, queria llorar y decirle que no, que deseaba volver junto a Gabriel, pero no tuve tiempo ni si quiera de negarme cuando Jhon abrio la puerta dejandome literalmente helada.

Lo primero que senti fue el frio, y que no llevaba ropa suficiente para entrar en calor ni en un millon de años. Observe divertida como al respirar, se formaba un vaho como si fumara. Cerre mis ojos y escuche el crujido de la nieve bajo las botas de Jhon. Zarandee el hombro de Jhon para llamar su atencion, y en cuanto me miro, le señale el suelo. Necesitaba, queria tocar la nieve. Senti como se agachaba y yo estire mi brazo par poder tocarlo.

Frio , era tan frio que me quemaba.

Frunci las cejas y me mire la llema de los dedos con los que habia tocado la nieve. Era fria pero despues de unos segundos, habia tenido que retirar la mano porque me ardia.

Jhon solo me observaba con una sonrisa en la cara.

Entonces tuve una mala idea. Hundi ambas manos en la nieve mientras que hacia una pequeña bola, y antes de que el pudiera reaccionar, se la lance, atinando justo en su cara.

La cara de susto-sorpresa de Jhon era memorable. Sus ojos me miraron con malicia mientras se quitaba los restos de la cara. 

- oh-oh estas en problemas pequeña princesa... - dijo mientras se agachaba para coger nieve, quedando asi a mi altura.

Yo solo podia reir sin parar, llevandome los brazos al estomago del dolor que sentia. Jhon se levanto bruscamente con una pelota de nieve en la mano dispuesto a lanzarmela, con tan mala suerte que estando en el suelo logre esquivarla al rodar a un lado.

Iba a volver a reirme de el,  cuando vi como su cara se transformo en una de sorpresa con algo de miedo. Y un escalofrio recorrio mi columna vertebral advirtiendome de un mal presentimiento.

- ¿...pero que tenemos aqui, Thousent? - dijo una voz a mis espaldas.

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