Capitulo XI.
¿Sabes? Hoy no ha sido un buen día para despertar, me sentía incómodo en general debido que hoy más que nunca los problemas de los que nunca hablé crecieron más en mi pensamiento pero aun así debía de cumplir e ir al colegio y más cuando podía volver a verte, era algo que esperaba porque ayer fue un gran día entre nosotros y con ello me llenaba. Me dirigía al colegio hasta llegar, aún sentía esa incomodes pero el ambiente en el colegio lo suavizaba y esperaba que tú dieras el toque final para desaparecer ello. Empezaba las clases y te saludé como de costumbre como a los demás pero varios acontecimientos en los cuales no estabas involucrada me hicieron enojar más, tú lo notaste eso lo sabía pero nunca hiciste algo para ayudar a lo que me pregunté luego de un rato, ¿por qué yo si me preocupo y tú no? No podía saber con credibilidad de qué manera me veía pero al menos me consideraba amigo y ni ejerció el rol de ello, y de la única persona que me interesaría ese rol es de ti. Pasaron las horas en el colegio y seguíamos en la monotonía constante que se vivía en ese lugar pero con un por ciento de que la acción de Noa la vi mal, quise poner a prueba esto: Le pedí ayuda con un trabajo, no tenía ánimos de hacerlo pero quería que notase mi cambio de humor en ambiente, lo notó y me ayudó brindando una cálida sonrisa mientras me ayudaba, fue bonito y ahí supe de que aún puede haber posibilidad de poder ayudarle, aún podía hacer algo por ella porque se preocupaba por esto.
Siempre habrá pequeñas cosas que no vemos y debemos de valorar por eso me puse a pensar y quizás no todo fue tan mal, al comenzar el día llegando al colegio la pasé bien conversando con dos amigos fue un ambiente confiable y me sentí seguro, deseo que nuestras conversaciones tengan esas cualidades.
