Inconsciente: Capitulo II.

3 0 0
                                    


Capitulo II.

Era otro día normal donde teníamos unas conversaciones común y corriente, se había vuelto monótono pero lo que sí seguía impresionándome eras tú, mientras más hablábamos podía saber más de ti, y eso me ayudaba a comprenderte, no todo en mi vida giraba a ti, habían otras chicas que las llegué a encontrar interesante o como también mi círculo de amigos se volvió más extenso y en cierto punto del día sí llegaba a olvidarte, ¿estaba bien o mal? No sé, no podría responderme... así como eres de preciosa, también eres de descifrar como por ejemplo al día siguiente: Iba al colegio como de costumbre, saludaba a mis amigos y por supuesto a ti; sentí algo cortante, algo diferente al saludarte pero quizás era cosa mía, estabas más tranquila que los demás días, mi cabeza se llenó de signos de pregunta si podríamos graficarlo así, quería saber que te pasaba y el momento era en el tiempo libre donde siempre te veo, charlamos y demás. Efectivamente, estabas diferente pero hacia lo negativo, algo te había pasado, pero preguntarte como de costumbre es una acción en vano, no responderías y sí lo haces sería con alguna mentira así que intenté saber que era de manera indirecta, ¿cómo? A través de otro tema que podría llegar a enlazar; eres muy inteligente, me llegaste a conocer bien, sabes que necesito saber eso y por eso no prefieres contestarme; me dije en mi mente al hablarle y ella responder en monosílabo. Pero era más que suficiente para hacerme una suposición que podría encajar con la realidad, la adolescencia es una etapa que choca la vida, quizás los problemas pequeños, los mires grande... me ha pasado, ¿pero y si su problema no es tan pequeño que digamos? Es una buena pregunta la que me hice, lo que pasa que no tenía una buena respuesta, estaba corto y no sabía que hacer... por ello opté por lo más recomendado por todos, ¿no? Pues investigar, ¿dónde investigo? Su entorno, al menos el que yo conocía, comencé a investigarlo y sencillamente no había nada, no lo hice solo una vez, ni dos sino cinco veces... diferentes pasos, diferente ejecución para lograr tener algo de donde comenzar y que sea cien por ciento real, no había encontrado nada... mañana será otro día, si viene feliz... quizás fue algo pequeño, si viene triste... Es otro día donde puedo sacar información nuevamente. Tenía una mentalidad positiva, cosa que no acostumbro tenerlo, pero creo que el deseo de protegerte era lo que me movía hacia todos lados y ponía a trabajar mi cerebro al cien. ¿Tanto así? No, al parecer no era lo más sentimental como lo describo aquí, pues si no mal recuerdo una vez llegaba a casa no era tanta la importancia que te tenía pero una cosa si tenía pendiente siempre y eran tus problemas, pero eso es un tema que no se dará en estos momentos.

Pasaban los días, las semanas y un poco podemos decir los meses y yo siempre quería saber más de ti y en todo ese tiempo me acercaba más y más y a pesar de que no lo hacía con intención, el destino era quien me dirigía y daba la casualidad de que estuviésemos juntos en muchas cosas, cosa que estaré agradecido mil y una vez a quien sea que controle el seguir del tiempo porque me hizo acercarme a ti y eso me hizo entenderte mejor cuya cosa no creo que hubiera sido lo mejor tan espontáneo porque descubrí muchas cosas; lucías perfecta, eras tan impresionante ante mis ojos, pero como dije antes no soy tan sentimental y no existe una ceguera de amor que no me hace ver tus defectos, como por ejemplo tu comportamiento que cambia sin ningún motivo alguno me provoca algún que otra emoción no tolerante a ello, y pasaba muchas veces a un punto que lo llegué a odiar pero era tan diferente contigo que ni siquiera te lo expresaba, quería de alguna forma buscar una explicación a eso, ¿por qué una luz podría provocar oscuridad en algunas ocasiones? Inmediatamente me hice esta pregunta me llegó a la mente que la falta de luz puede provocar depresión, ¿y si hay algún obstáculo que impida la falta de luz? Era una pregunta coherente, con razones del por qué hacerla y ahí comenzó unas ganas de conocerte mejor, porque así podría ayudarte, así podría quitar ese obstáculo de tu camino y llegar con un foco de luz del tamaño de la luna que le dé luz a tus noches por siempre.

No estaba tan obsesionado para comenzar a investigar como un acosador, simplemente aprovechaba al máximo los momentos donde estábamos juntos para saber más de ti e indirectamente saber que te pasaba, no quería ser precipitado, no quería preguntarte sin tener alguna lógica en mi pregunta o algo de donde decir: "Por esto", pero poco a poco comencé a tener pruebas, comencé a saber que te pasaba y no era solo una cosa, eran varias cosas y no sé cómo no me lo pude imaginar, estamos en la época de la adolescencia, ¿quién no ve los problemas pequeños como grandes o viceversa? Era algo normal de que tuvieses problemas pero en mi cabeza era algo que se iba acabar, quería verte bien, quería verte sonreír todos los días, por ello me atreví con todas mis pruebas preguntarte: "¿Por qué te sientes así? Sé que te pasa algo." Una pregunta sencilla con un post comentario sencillo que recibió nada, así es... Noa no me quería contar sobre que le pasaba, solo me dijo que no le pasaba nada aunque ella misma sabía que mentía, estaba mintiéndome en mi cara sabiendo que yo sabía y que ella sabía, pero no era tiempo de dejar todo atrás. De manera obligatoria tendría que ver una razón con su lógica clara de porque no quería decirme que le pasaba, ¿alguna desconfianza que existía? Podría ser, a pesar de estar conociéndonos un buen tiempo no habíamos tratado temas de ese ámbito, un ámbito tan personal. No era tiempo tampoco de preguntarse el por qué, había que ganarse su confianza y había que demostrarle que podrías ser capaz de ayudarle, recurrí a lo de siempre; Compartir con mis amigos por la mañana incluyéndole para saber más de ella, luego a casa pero algunas cosas habían cambiado, la confianza había llegado y no solo la veía en el colegio, muchas veces nos reuníamos un grupo de amigos en un parque, centro comercial o algún sitio público donde nos pasábamos charlando y ahí también llegué a saber más de ella, demasiado saber. Llegué a la conclusión de muchas cosas: Solo confía en su padre, no le gusta su pasado por su antiguo grupo de amigos, eran muy tóxicos o así los define ella pero lo más importante es un amigo en particular de ella, Mario.

Cuando ingresé al colegio ya Mario tenía años en él, era un estudiante viejo y compartía con la mayoría de compañeros, era un chico normal para que engañar, si quizás su personalidad lo hizo conectar con distintos grupos del curso pero tampoco lo subamos demasiado, pero sí tenía algo que me llamaba la atención y no era por él sino por ella. Mario y Noa eran amigos o así se escuchaba en general, no sé por qué pero me daba la impresión de que Mario no solo quería ser amigo de Noa, quizás por lo que se refleja en el pasado donde hubo problemas de relaciones perdidas y todas esas cosas pero no es el punto que quiero reflejar, el punto es que Mario pues sí lo sentía muy acercado a Noa, demasiado por decirlo así y pues lo único que se me vino a la mente era que quería más que una relación amistosa con Noa, mientras que Noa era un cambiante como de costumbre. A veces la veía con las mismas intenciones que Mario, pero lo que me inquietaba que no siempre era así, otras veces la sentía totalmente lo contrario y era un cambio que quizás le afectaba a ella pero yo desde lejos también me afectaba, ¿sí o no? Me preguntaba, quería una respuesta clara porque así podría respetar su decisión, yo solo quiero lo mejor para ella y si ella es feliz pues estaré bien pero mientras pasaban estas cosas no tenía una idea clara, tuve que comenzar a entrar en ese problema, ¿entré? Pues no, las cosas venían a mí, otra vez le doy gracias al que maneja esto del destino.

InconscienteWhere stories live. Discover now