Taehyung le rodeó con sus brazos y le abrazó con mucho cariño y devoción, percibiendo en su nariz la singular esencia en la cabellera de Jungkook. Juraba que podía estar dispuesta a perderse en esa fragancia y caer en las estrellas al cerrar los ojos. Con Jungkook a su lado, Taehyung estaba en casa y no necesitaba nada más que él y solo él.

I am a lost boy from Neverland

Usually hanging out with Peter Pan
And when we're bored we play in the woods
Always on the run from Captain Hook
"Run, run, lost boy," they say to me
Away from all of reality

Fue así como Kim encontró la tranquilidad que necesitaba en el color aguamarina. Jungkook era aguamarina, con una voz tan sedosa como las olas del mar y tan preciosa como la infinidad del océano. Tanto así, que cualquiera se dejaba llevar por sus melodías...

—¿Alguien quiere más mermelada?

La casa de Jeon Youngae era el centro de la unión. Sabi y su hija, Taehyung y Jungkook se encontraban en la mesa del comedor, degustando todas las cosas que sus paladares les demandaban. El gran perro Angus también yacía en el comedor, jugando con una pelota de tenis. La dueña del hogar, Jeon Youngae, amablemente ofrecía lo que en su nevera quedaba. Lamentablemente no era mucho, pero ella deseaba aportar más en esas circunstancias.

—Querida, ya casi no tienes mermelada. Con algo de mantequilla estaré bien —la calmó su amiga—. Comprendo tu situación, así que en cuanto me encargue de mi bebé te acompañaré al supermercado a hacer tus compras.

—¡Por Dios! ¡Sabi! Acabas de parir a una niña por tu vagina y crees que tienes la fuerza suficiente para mover esas piernas tuyas por los largos pasillos.

—¡Ay, mamá! —Jungkook se tapó los oídos avergonzado de las palabras de su madre y escuchó a su novio reírse de su reacción en su cara.

—¡Youngae! ¡Soy una hembra hecha y derecha! ¡Sobreviví a un caos y me llegas con tal chiste!

—¿Es que ahora te crees inmortal?

Todos rieron y uno que otro no pudo aguantar atragantarse con las tostadas por las carcajadas. El can no pudo entender cuál era la situación, así que solo interrumpió con sus fuertes ladridos.

—¡Cállate tú! —le reprochó riendo su dueña.

De pronto un teléfono comienza a sonar. La señora Jeon le extrañó la llamada, pero decidió responderla en vez de ignorarla y cortar. No acostumbraba a recibir llamadas de números sin registro en su celular.

Se apartó del epicentro de las risas y habló por teléfono.

—Detective Jeon. ¿Con quién hablo?

Señora Jeon —la voz retumbó en su cabeza—, soy Min Yoongi. Estoy en la comisaria esperando por usted.

Youngae se congeló y al mismo tiempo presintió una chispa en su cerebro. Buscó su chaqueta de cuero y su gorro para ir buscando las llaves de su auto. Debía apresurarse, era algo de vital importancia.

Yoongi podía saber quién era el pirómano.

Cortó la llamada y pasó de largo a sus invitados, rebuscando entre sus muebles las llaves de su automóvil.

—¿Mamá?

—Jungkookie, debo ir urgentemente a la comisaría. Están esperando por mí ahora mismo. Juro que te veré más tarde, ¿sí? —le aseguró besando su frente. 

camaleón ¹ • taekookWhere stories live. Discover now