Capítulo 11

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La bruja Amatista despertó de su largo sueño. Llevaba más de doce años descansando para poder acercarse al día en que recobraría todos sus poderes y gobernaría el mundo.
- Debo vigilar a la princesa Emilie –Dijo con molestia.

Giró su báculo dibujando un círculo de aquella estela púrpura que solía dejar al invocar su magia. Dentro de éste apareció la imagen de la princesa descansando en su habitación.

- Sigue durmiendo. Falta poco tiempo para lograr mi cometido y no serás mi pesadilla. Han de pasar 100 días a partir de hoy para que mi poder se recupere y tu amor sea impedido.


La bruja necesitaba solo un poderoso acto para poder obtener los poderes de la oscuridad: hacer desdichada a una persona, frustrando su amor. Necesitaba la tristeza y el dolor de Emilie para alcanzar el máximo nivel de su magia.

Emilie y el Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora