Lost Friends (Just Friends, 2ª parte).

Capítulo 15.

Abrí los ojos y lo vi al otro lado de la cama, enredado en las sábanas.

¿Qué hacía él ahí?

Me incorporé tratando de encontrar algo que me diese respuestas y vi el portátil de Harry a los pies de la cama.

Claro, la película. Me quedé dormida.

Una vez más, Harry tenía razón.

Por suerte, él dormía profundamente y me daba tiempo a pensar una excusa convincente.

Volví a tumbarme y me limité a observarlo.

¿Tenía sentido decir que para mí era el ser humano más bonito que pisaba la tierra?

Su expresión al dormir era tan angelical. Adoraba verlo dormir.

Quería decirle tantas cosas. Sentía tantas cosas. Cosas que no debían ser.

¿Por qué era tan difícil?

La vida era mejor cuando no me enamoraba. No, mejor no, pero más fácil sí.

Ese era el problema del amor, era tan bonito y te hacía sentir tan, pero tan bien, que te olvidabas de lo mal que se pasaba cuando te rompían el corazón.

Tampoco le echaba la culpa a Harry, no me había roto el corazón intencionadamente, la culpa era mía por enamorarme de él.

Suspiré.

Legañas en los extremos de sus párpados sellados, una media sonrisa y rizos despeinados ¿Cómo podía resistirme a eso?

-          Eres todo lo que necesito-susurré.

Estiré del cubre y tapé más a Harry.

Tenía tantas ganas de besar sus labios.

¿Qué narices me pasaba?

Acaricié su pelo y después paseé mis dedos mejilla abajo, deteniéndome en sus labios.

Jo.

Apreté los dientes tratando de domar la parte de mí que se moría por besarle, pero no pude.

Un beso pequeño, sólo un poquito.

Me acerqué lentamente y cuando estaba a punto de presionar mis labios contra los suyos, soltó un gemido grave y sus párpados se despegaron lentamente.

Me quedé completamente quieta, sin saber qué hacer.

-          Esto sí que son unos buenos días-dijo con la voz rasgada y somnolienta.

-          Buenos días-sonreí.

-          ¿Qué hacías?

-          Nada, tenías algo en el ojo.

-          Vaya, yo que pensaba que me ibas a besar.

-          ¿Yo?-reí nerviosa- qué cosas tienes.

-          Sí… bueno, acércate más, que tengo frío.

-          Yo había pensado en levantarnos e ir a hacer footing o algo así.

-          ¿En serio?

-          ¿Qué pasa?

-          Estamos de mini-vacaciones ¿Por qué no nos quedamos durmiendo hasta tarde?

-          Bueno, vete tú a tu habitación a dormir hasta la hora que quieras.

-          Es que si no es contigo no tiene gracia.