Lost Friends (Just Friends, 2ª parte).

Capítulo 2.

Saqué el móvil de mi bolso y marqué sin dudar.

 -          ¿Mel?

 -          ¿Mich?

 -          Tenemos que salir de aquí.

 -          ¿Qué dices? ¿Has bebido?

 -          Harry ha vuelto.

 -          Ah… ¿Lo… lo has visto?

 -          ¿Podemos irnos?

 -          ¿Ahora?

 -          Sí.

 -          Mich, estoy ayudando a Jolie a elegir su vestido para el evento de mañana.

Cerré los ojos y suspiré.

 -          Está bien, no te preocupes.

 -          ¿Seguro?

 -          Sí.

 -          ¿Nos vemos luego?

 -          Ems… sí, sí. Hasta luego.

Colgué y me mordí el labio pensando dónde podía esconderme.

Volví a coger el móvil y marqué de nuevo. Esta vez a mi primo.

 -          ¿Luke?

 -          ¿Qué pasa, primita?

 -          ¿Puedo irme unos días con vosotros a Brighton?

 -          ¿Y eso?

 -          El médico me ha dicho que me vendría bien cambiar un poco de aires-mentí.

 -          Claro, no hay problema. Te esperamos.

Sonreí satisfecha y guardé definitivamente el teléfono.

Me levanté ansiosa y empecé a meter ropa y demás en una maleta de mediano tamaño.

No sabía cuántos días estaría allí así que mejor ser precavida.

Me crucé con el espejo y por un momento no me reconocí y no físicamente.

“Mich, tienes casi 23 años. Estás huyendo como una niña que ha roto el jarrón más bonito de su casa. Eres psicóloga, te ganas la vida ayudando a los demás ¿Quieres centrarte y enfrentarte a tus problemas como una persona normal?” me dije a mí misma.

“No” me contesté.

Terminé mi equipaje y dejé una nota en la nevera diciendo que volvería en unos días y que estuvieran tranquilas, pero no desvelé mi paradero.

Por si las moscas.

Me planté en la estación de trenes y me subí en uno que decía llevarte a Brighton.

Una hora después ya estaba allí y no mucho más tarde, en la panadería de mi primo y su novia Tina.

 -          Bueno, primi, ya que estás aquí currarás un poquito ¿No?

 -          Claro-reí- lo que me digáis lo hago, pero si no os importa, me gustaría empezar mañana. Estoy reventada.

 -          No pasa nada-dijo Tina- te he dejado el sofá cama preparado. Sé que no es tu colchón de látex de Londres, pero nos has pillado por sorpresa y no me ha dado tiempo a montarte nada mejor.