Capítulo 9.

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Había estado esforzándome durante la semana en mostrarme más cercana con Nick. Quería que supiese que yo también tenía interés en nuestra relación, quería que supiese que no estaba solo, que lo quería en mi vida.

Y así era, pero no me sacaba de la cabeza la expresión de Harry cuando le dije que no iría a dormir a su casa. Realmente le había dolido y no sabía por qué. De hecho, apenas habíamos hablado a lo largo de la semana. Algún que otro mensaje suelto, nada más.

Me incorporé y el malestar con el que me había acostado la noche anterior se multiplicó por mil cuando empecé a toser. Sentía que la cabeza me iba a estallar.

Alargué el brazo en busca del teléfono para llamar a Nick, pero recordé que tenía un congreso en Southampton y que no volvería hasta mañana.

Genial. Mi novio era médico y por una vez que me ponía enferma, va y Don Solicitado tenía un congreso fuera de la ciudad.

Tampoco le di mucha importancia, seguramente sería un resfriado común, pero me hubiese venido bien que él estuviera aquí.

Jolie entró en mi habitación y se quedó parada junto a la puerta observándome con curiosidad.

-          ¿Estás bien?

-          No-respondí- me encuentro de pena ¿Me haces compañía?-supliqué haciendo pucheros.

-          Ya lo siento, pero es que tengo que irme pitando al estudio.

-          ¿Y Mel?

-          Se ha ido hace un rato. Iba a acompañar a Liam a comprase ropa, creo.

Adoraba que mi mejor amiga pasase tanto tiempo con Liam, salvo por un pequeño detalle. Que él tenía novia, al menos hasta donde yo sabía.

Que hubieran quedado para comprar ropa no significaba absolutamente nada, pero conocía a Mel y Liam era demasiado encantador como para resistirse. Acabaría hasta las trancas por él y no quería que sufriese.

-          ¿En qué piensas?-preguntó Jolie al ver que no decía nada.

-          Ah, no, en nada-sonreí y sentí un pinchazo en las sienes.

-          ¿Necesitas compañía?

-          No te preocupes, era más que nada para entretenerme y no pensar en la sensación de que me estén rajando la garganta con una motosierra-reí- pero me las apañaré sola.

Jolie soltó una risilla que no me gustó nada y se marchó.

Era un alma libre. Hacía lo que le daba la gana, como le daba la gana y cuando le daba la gana.

Me dejé caer de nuevo sobre el colchón y me enterré bajo las sábanas.

No sabía cuándo ni cómo me quedé dormida, pero el sonido del telefonillo me sacó de mis profundos sueños de una forma muy desagradable.

Miré el reloj y me di cuenta de que había estado durmiendo más de una hora.

Me calcé las pantuflas y caminé hacia la puerta con los ojos cerrados.

Agarré el telefonillo y pregunté, pero nadie contestó.

Al segundo llamaron al timbre.

Me asomé por la mirilla y lo vi.

¿Qué narices hacía él aquí?

Y yo con estas pintas de loca.

Maldita sea.

Lost Friends (Just Friends, 2ª parte).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora