Dollhouse - [Seventeen]

SeokSoon; and your son is smoking cannabis

Si se tuviera que describir a Lee Seokmin en una palabra, esa sería alegría.

Y a Kwon SoonYoung, felicidad

¿Qué se podía decir de esa pareja? Ellos eran los "encargados" de animar los Going Seventeen, de darle al grupo esa vibra hogareña y familiar.

Pero, hay un concepto que deberían entender, alegría y felicidad son cosas algo diferentes aunque no lo parezca, a diferencia de la felicidad, la alegría es algo más efímero, pasajero.

Sabiendo esto, sería correcto decir que SeokMin era la fuente de felicidad de SoonYoung, y que a Lee se le había agotado la alegría.

En una búsqueda desesperada por esta, el menor de los dos creyó encontrar un atajo.

Un atajo que terminaría condenándolos mucho antes de lo esperado.

Para nadie era un misterio el consumo de drogas de uno de los vocalistas principales, y no le prestaban mucha atención al tema, ya que Lee nunca se había excedido en su consumo y nunca lo hacía frente a los demás.

Bueno, exceptuando a SoonYoung, que estaba ahí vigilando que su dongsaeng no llegase al límite que le era permitido.

Kwon siempre se había permanecido en contra de ese hábito de su pareja, más todavía no hallaba el momento dónde pudiese decírselo.

Bueno, donde se lo dijera y este de verdad le escuchase.

— Channie, ve a llamar a SeokMin y a SoonYoung, es hora de cenar— le pidió JiHoon.

El menor de los Lee se acercaba a la habitación de la pareja, pero, estando al borde del marco de la puerta, escuchó una discusión.

— ¡Carajo Lee! ¿¡Qué te dijimos de las drogas artificiales!?— Chan se quedó quieto, según sabía, al vocalista le habían permitido las drogas naturales o que fuesen procesadas de una planta, no las completamente artificiales, por los peligrosos efectos secundarios que poseen.— ¡Esto es crack imbécil!— mierda.

— ¡Saben lo que pueden hacer si descubren que consumes esto! ¡Te vas del grupo, te vas de la puta empresa y hasta puedes ir a la cárcel!— Kwon se escuchaba enojado, pero Chan pudo distinguir una profunda preocupación entre tanta ira, porque él lo amaba.

— ¿¡No crees que sería mejor eso!? Por fin me desharía de las cámaras que me quieren grabar hasta el ano, de las locas de mierda que hacen lo que sea por una foto o tocarme el brazo, adiós a la puta sobreexplotación de la empresa, no sé tú, pero yo solo veo beneficios— SeokMin ya se encontraba completamente fuera de sí.

— Hasta que se te acaba el puto dinero y comienzas a vivir como un vagabundo de mierda.— SoonYoung sentía las lágrimas a punto de salir de sus ojos.— por favor, no lo hagas, prométemelo.— lo miró a los ojos.

SeokMin solo apartó la mirada.

Y con ese simple gesto, muchas cosas quedaron claras.

SoonYoung salió de la habitación, nomás para encerrarse en la suya y llorar.

Chan escuchó como algo se estrellaba contra el piso y se hacía trizas en la recámara del vocalista.

El menor se alejó de ahí y se fue a su propia habitación.

En la corta vida de Chan, un chico atento y dulce, que siempre se preocupaba por las personas a su alrededor, era la primera vez que deseaba dejar de escuchar a los demás.

Quería que todo esto solo fuese un mal sueño, despertar y practicar con sus hyungs, como en los viejos tiempos.

Pero nada de eso era así, y eso lo estaba destrozando.

Y mientras él se quebraba lentamente, una persona veía como usar eso a su favor, otra pensaba que era tiempo de tomar una decisión.

Y otra, estaba por hacer un trabajo que le habían dejado encargado.