Un problemático carruaje.

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—Debí pedir que ese chico herrero hiciera unas ruedas decentes para esto...— Nia estaba sentada en la parte trasera de su carruaje conducido por un chico de cabello color ceniza y ojos rojos, Teo. El carruaje había sido acondicionado con todo el esfuerzo de su gente, el cual ella reconocía pues le impresionaba el amor y pasión que pusieron en arreglar su carruaje en tan solo horas.

"Realmente me aman, pero creo que voy a vomitar..."

—¡Teo, detente!

—S-sí, ma'am, ¿Está bien?

"No, no estoy bien, creí que viajar en carruaje era más placentero, pero estoy muy mareada..."

—...

—¡¿Ma'am?!

—Teo... Ayúdame a bajar...

—Pero ma'am, no hemos llegad-

—¡Rápido! — Esta vez su orden no era porque la desobedecieran sino porque necesitaba bajar de forma urgente. Ante esto Teo bajó y en un salto le abrió la puerta, pero Nia no podía bajar puesto que apenas podría caminar.

—Con su permiso, ma'am— Dicho eso, entró al carruaje y la cargó suavemente hacia el aire fresco, dejándola en el pasto mientras buscaba un cojín, abanico y agua para atenderla.

—No me gustan los carruajes...—dijo Nia mirando al cielo con su rostro cansado.

—Beba agua, se sentirá mejor.

—Maldito camino, malditas ruedas...

—Ma'am...

—No te preocupes, no es tu culpa... Pero odio esto...

—Ma'am, entonces yo...— Nia lo miró cansada mientras bebía agua lentamente— Yo mismo idearé una forma para que nunca más deba pasar por esto.

—Je, ¿lo harás?

—Por supuesto, usted nos salvó, a Mori y a mí, si al menos puedo asegurar que sus viajes sean placenteros, será más que un honor.

—Je, si haces eso...— Antes de terminar, Nia cayó profundamente dormida.

—Lo lamento, ma'am, pero es mejor que duerma plácidamente, yo me encargaré de que sus viajes puedan ser más placenteros en el futuro— Una vez dicho eso, Teo subió delicadamente a Nia, acomodándola lo mejor posible y guardó el agua que había usado para dormirla.

"¿Por qué es tan linda?" Pensó antes de golpear los caballos y continuar su viaje mientras ella yacía tranquilamente en la parte trasera del carruaje.

La reina no pide perdón.Where stories live. Discover now