El viaje

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Habían pasado cuatro días desde el altercado con el director. Nadie se había vuelto a acercar a ella, no habían entrevistas con la psicóloga concertadas, prácticamente la habían dejado tranquila, como ella ordenó.

"Je. No se vayan, no se vayan, sigan conmigo hasta que no los necesite..."

La entrada a su escuela podría ser un calvario para alguien común, llegaba caminando con su ropa limpia y al entrar era ridiculizada de formas grotescas. Ante esto, Nia nunca demostró intenciones de rebelarse, siempre aceptaba el acoso como algo normal, viendo a todos reírse, siendo el objeto de burlas durante años.

— ¿Acaso jamás vas a reaccionar?

— ¿Eres estúpida?

— ¡Miren, puedo romper su teléfono celular y no hace nada!

"Solo zumbidos, los necesito cerca... El momento está cerca."

— De pie y saluden— La voz del encargado de disciplina quien hace un momento había destrozado el celular de Nia, resonó en el salón de clases.

— Bien, hoy vamos a hablar sobre un tema que me fue encomendado por su profesora de psicología, la arrogancia— La maestra de orientación empezó a escribirlo en el pizarrón mientras se volteaba para empezar su cátedra — ¿Qué saben sobre la arrogancia?

— Es creer que somos mejores que otro.

"Wrong."

— Es ser soberbio.

"No."

— Es ser estúpido.

"No eres arrogante."

Ante cada respuesta que en el papel estaba correcta, Nia pensaba que estaban mal. Todos estaban en un error, y la razón era simple.

— M-Maestra...— El salón quedo en silencio al oir la voz de Nia, ella no solía hablar en clases y mucho menos hacerlo sin que le preguntaran algo.

— ¿Seishun?

— Todos están mal— Su rostro ensombrecido dijo esas palabras con una seguridad inusitada, todos sus compañeros estupefactos.

— ¡¿Qué te crees, imbécil?! — La voz de un grupo de chicas sonó mientras Nia empezaba a temblar... No, no estaba temblando.

— Jijiji.... Están mal, todos están mal... ¡Siempre han estado mal!— Su lindo rostro esbozaba una sonrisa que desbordaba euforia, si el director hubiese estado aquí, probablemente la reconocería.

— Señorita Seishun, por favor tome asiento.

— ¿Qué? Tú no me das órdenes, cierra la boca. En cuanto a ustedes, mis queridos ¿compañeros? No, eso nos pondría en el mismo nivel y no estamos al mismo nivel. No, no, no... Ah, ya lo sé. Mis queridos sujetos de prueba.

— ¡Ya cállate, idiota!

— Jajajaja... No te resistas, no hay salida, este momento debía llegar y ha llegado. Mis queridos sujetos de prueba, ustedes serán quienes me den la energía necesaria para tomar mi destino— Al decir eso, el salón se sacudió fuertemente y todos cayeron al suelo tomando su pecho con dolor.

"Al fin, el momento está aquí."

— ¿Duele? Yo les diré por qué estaban mal, estaban mal porque ser arrogante no es creer que eres mejor. Es ser mejor, y yo soy mejor, soy perfecta, soy una diosa y ustedes se alimentaron de su ego insignificante durante años. Ahora sabrán lo qué va a pasar— Otro temblor sacudió la escuela que empezaba a ceder.

"Ábrete, ábrete, la puerta debe abrirse ahora."

— ¿Q-Qué estás haciendo, monstruo?

—Silencio, desde este momento hablo yo. Ahora mismo su energía está siendo absorbida... Lo logré, he abierto la puerta un mundo nuevo gracias a ustedes, y ahora iré, al volver me temo que todos deberán arrodillarse—Una vez dicho eso el piso bajo Nia se agrietó y ella se desvaneció en las sombras.

Pregunta Nº7: Si pudieras dejar el mundo e ir a otro, ¿Qué querrías ser?

La reina no pide perdón.Where stories live. Discover now