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— Sawamura, ¿Cómo sigues?

— ¡Oh, Chris-senpai! ¡Estoy bien, estoy perfecto! ¡Puedo jugar esta misma noche si me lo pides!

— No seas impulsivo, el doctor dijo que necesitabas descansar por un par de días.

— ¡Conozco mi propio cuerpo, y esta noche me siento capaz, no sólo de sacar a todos los batters! ¡También sacare un homerun! —Presumió el menor con su carcajada tan característica.

— Baja el volumen, estamos en un hospital.

Eijun se llevo las manos a la boca para callarse, y aún de esa forma, pidió perdón de forma a penas entendible. Chris no era bueno enojándose con él, así que lo dejo ir mientras que no lo volviera a hacer.

— ¿Puedo sentarme?

— Claro.—A pesar de que había suficiente espacio, Sawamura recogió sus piernas para que el mayor pudiera sentarse en la cama.

— ¿Ya tomaste tus medicinas?

— Ya, el demonio de Miyuki me obligo a hacerlo.

— No te hubiera obligado si tú te las hubieras tomado.

— Lo sé, me arrepiento incluso ahora.

— Bueno, mientras que te las tomes.—Chris se había tardado más de lo que esperaba en su llamada con el entrenador, y después de eso el doctor paso a hablar con él para unas cuantas cosas del seguro, así que no se sorprendió de que cuando regreso, ya ninguno de los de primer año, ni Miyuki estaban. Escucho que también vinieron los de tercero y segundo a visitarlo, aunque ya que su entrenamiento infernal duro hasta muy tarde, a penas alcanzaron a ver a Sawamura antes de que la hora de visita acabara, y más que nada, sólo se burlaron de él por caerse.

— Oye, Chris-senpai.

— ¿Si?

— Bueno, no recuerdo mucho de ayer, no sé si es por el alcohol o si es culpa de la conmoción pero, algo me esta molestando de ayer, siento que debo recordar algo...¿Nos vimos ayer?

— No, escuche tus gritos pero no sé mucho más que eso. Aunque los de tercero me contaron que te caíste de la ventana.

— Entiendo...

— Aunque también escuche de Haruichi que te encontraste con Miyuki.

— Ah, si, creo que me conto algo así, pero no es eso.

— ¿No lo es?

— ...No.—Dijo Eijun, con sus ojos de gatos y con sudor en su frente. Eijun era un libro abierto, así que saber cuando mentía era pan comido para cualquiera.

— Sawamura.

— ¿Si?

— ¿Paso algo entre ustedes dos?

Sawamura apretó los labios, seguramente teniendo un conflicto mental. Si había una persona en el mundo a la que no podía mentirle, seguramente sería Chris, y por eso parecía tener tantos problemas. 

Los de tercero incluso presionaron varias veces a Chris para que le preguntara a Eijun y así terminaran más rápido la apuesta, porque realmente no creían que pudiera ocultarle nada, pero ya que no había participado en la apuesta, Chris no veía porque hacerlo.

— Está bien si no quieres contarme.

— No...está bien.—Sawamura estaba jugando con sus pulgares, y mirando al suelo, tomo un largo suspiro y luego finalmente hablo.— El maldito de Miyuki se me confeso en el último entrenamiento que tuvimos...

Misawa: Will they won't they? (Actualización diaria)Where stories live. Discover now