1

529 42 12
                                    

Todo empezó una noche en el comedor, después de otro largo e infernal entrenamiento. A los estudiantes les dolían hasta las pestañas, e incluso con el estomago vació y rugiendoles a los cuatro vientos, sentían que cualquier cosa que se llevaran a la boca lo terminarían regresando. Kataoka estaba siendo más estricto de lo normal, debido a que varios de los estudiantes habían bajado su promedio, por lo que el director le reclamo.

— Al fin tenemos algo de paz y tranquilidad.—Comento Furuya, ya sin sentir sus piernas y bien consiente de que él era una de las razones del castigo.

— Si, todos están demasiado cansados como para decir algo...—Contesto Haruichi, que no sentía más que el dolor en la palma de sus manos.

— Bueno, yo conozco a alguien que incluso con este entrenamiento infernal aún tiene energía para gritar —Soltó el mayor de los hermanos, con su sonrisa tan característica.

— ¿Hablas de Sawamura? Ahora que lo pienso, ¿Dónde esta el maldito? ¿No seguirá entrenando o si? —Pregunto Isasshki.

— Miyuki tampoco esta.—Comento el capitán del equipo antes de llevarse un bocado de arroz a la boca.

De repente se hizo un silencio en el comedor. Todos parecían tener el mismo pensamiento, pero nadie se atrevía a decirlo.

— Seguramente están cogiendo en alguna parte.—Comento el mayor de los Kominato.

— Jaja, maricones.—Solto el novio de Ryo.

— Hermano, son una battery, así que no sería sorpresa que estuvieran entrenando.

— Esta no es la primera vez que desaparecen sólo esos dos.—Contesto Ryo.— ¿Furuya, tú que crees?

El chico tenía comida en su boca, por lo que tardo un poco en contestar, sin embargo, al tragar tenía su típica poker-face.

— Mientras que no afecte mi Battery con Miyuki-senpai no tengo problema.

— ¡No te pedimos tu opinión! —Soltó Issashki— Tú eres el que más tiempo pasa con ambos, ¿Han hecho algo que muestre que estén saliendo?

— No realmente...

Contesto, sin embargo, Furuya no era la persona más audaz del mundo, y eso era mucho decir en un club de baseball donde no tendrías idea de que es el toque de una mujer hasta la graduación.

— De acuerdo, hagamos las apuestas.—Sugirió Ryo, y saco del rincón el pizarrón, aquel que usaban para las juntas antes de partidos importantes.— ¿Quien aquí apuesta porque Miyuki y Sawamura están saliendo en secreto?

Antes de que el equipo se diera cuenta, se vieron formando un circulo alrededor de la pizarra, apostando el poco dinero que tenían en esto. El primero en hablar fue Kuramochi.

— Lo siento, Ryo, pero si esos dos tuvieran algo ya lo sabría. Somos compañeros de cuarto y nunca he visto salir a Sawamura por algo que no fuera un entrenamiento, y en su teléfono sólo tiene conversaciones con sus amigos de su secundaria, no creo que ni siquiera tenga el numero de Miyuki.

— Y Sawamura es demasiado idiota como para ocultar algo de todas formas.—Intervino Issashki.

Los primeros votos que iban en contra de una posible relación secreta.

— ¿Y fuiste a entrenar con él? —Pregunto el de cabello rosa y mirada aterradora.

— Bueno, no...

— ¿Y quien fue el que te dijo que fue a entrenar?

— ...Sawamura.

— ¿Tienes pruebas de que estaba entrenando?

Misawa: Will they won't they? (Actualización diaria)Where stories live. Discover now