Almas Reencarnadas [Harco]

Un visitante inesperado

- ¡Harry!!!!!

Alejandro gritó su nombre por tercera vez y esta vez Harry salió de su ensimismamiento escuchándolo y volviendo a la realidad. Miró a su alrededor. Hermione parecía al borde de un ataque de nervios y Ron estaba mal. Muy mal. Su rostro estaba grisáceo y respiraba con dificultad. Había perdido el conocimiento. Su brazo ahora al descubierto estaba anormalmente demasiado separado de su hombro en parte y estaba perdiendo sangre.

- ¿Estas? Rápido. Ron te necesita.

Reunió fuerzas y se puso de pie yendo hasta sus amigos. Hermione tenía el bolso de cuentas en la mano. Estaba buscando algo, pero sus manos temblaban y no lo conseguía. Al verlo le miró esperanzada.

- Harry. Ayúdame. Mis manos... Necesito encontrar esencia de díctamo.

Harry le cogió el bolso y metió el brazo para buscar. Empezó a tocar un montón de cosas. Era inútil. Así no lo iba a encontrar nunca. De repente pensó en algo. Que idiota. Sacó el brazo del bolso y conjuro el hechizo Accio Díctamo. De inmediato salió una pequeña botella disparada que cogió antes de que volviera a caer dentro. Se la dio a Hermione después de destaparlo y está tiró unas gotas sobre la herida de Ron. Esta inmediatamente se cerró dejando una línea sonrosada como si hubieran pasado días desde que la herida se había abierto. Hermione le dio la botellita y se sentó al lado de Ron aliviada permitiéndose unos minutos de descanso. Harry guardó de nuevo la botellita en el bolso.

- ¿Dónde estamos? -preguntó Ron con dificultad cuando despertó

- En el bosque donde se celebró el mundial de quidditch al que asistimos. -dijo Hermione- He tenido que pensar rápido en un sitio lejos de la gente, espacioso y es el primer lugar en el que he pensado.

- Vale. -dijo Harry. Tomó la decisión de aislar los pensamientos sobre Sirius y Grimmauld Place hasta estar seguros. - Estamos aislados y es un lugar amplio. Pero necesitamos un lugar donde quedarnos y protección por si nos buscan.

- ¿No deberíamos irnos? -dijo Ron tratando de incorporarse. Pero de inmediato notó una punzada de dolor y se volvió a tumbar.

- De eso nada. -dijo Harry convencido. - Debes recuperarte.

Hermione se puso en pie y empezó a lanzar hechizos alrededor de ellos haciendo una cúpula protectora que los aislaba del exterior y repelía a los posibles muggles. Harry usó un accio para encontrar la tienda de campaña en el bolso de Hermione y usando otro hechizo la montó al instante. Cuando estaba montada entre él y Hermione llevaron a Ron al interior y lo tumbaron en una de las camas. Ya estaban a salvo. Al menos de momento. Harry vio el guardapelo sobresaliendo del bolsillo de Hermione y lo cogió llevándoselo fuera. Lo dejó en el suelo y empezó a lanzarle varios hechizos destructivos que no le hicieron ni un rasguño. Tampoco se sorprendió. Kreacher le dijo que había intentado de todo y no había funcionado. Pero en ese momento no estaba pensando con raciocinio. Necesitaba destruirlo. Ir a recuperar esa maldita joya había provocado con una alta probabilidad que hubieran matado a Sirius. Y a saber que le estaban haciendo a Kreacher. Siguió lanzando hechizos uno detrás de otro sin que ninguno hiciera nada. Hermione estaba diciendo algo. Pero apenas oía su voz. Creía que Alejandro también hablaba. Cogió una gran piedra del suelo y fue hasta el horrocrux golpeándolo con fuerza. Quizás un método muggle funcionara. Pero con eso solo consiguió que le empujara hacia atrás y se golpeara con fuerza en un árbol. Se quedó un poco aturdido, pero le quedaron las suficientes fuerzas para levantar la varita enfocando al horrocrux y pronunciar un último hechizo: avada kedavra. Un rayo verde salió despedido de su varita y golpeó al horrocrux. Este pareció temblar ligeramente, pero permaneció intacto. Hermione se acercó a él y le arrebató la varita horrorizada.