|5| Kirian

3.1K 285 70
                                    

No hay nada peor que vivir en un falso cuento de hadas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No hay nada peor que vivir en un falso cuento de hadas...

Habían pasado tres días desde el incómodo suceso con Ian, no sabía cómo lo había hecho pero finalmente logré obtener su camiseta alejando toda idea perversa de mi mente o eso intenté.

Limpiaba con cuidado mientras acomodaba los libros en cada repisa, deleitándome con la textura de cada uno de ellos para intentar quitar las imágenes de Ian sin camiseta que seguían pegadas en mi mente. —Pero cuanta delicadeza... —esa sonrisa sádica de nuevo tallada en su rostro.

¿Porqué sentía que la había visto antes?

—Deberías agradecerme por no haberme propasado contigo, al fin y al cabo si te hubiera atado bien nadie se habría enterado de nuestro encuentro perverso— tomó asiento de golpe en el escritorio y me quitó el ultimo libro de las manos —Pero claro, tenía que aparecer tu príncipe azul.

—No es mi príncipe azul, Kirian. Además estabas ebrio.

—Quizá...— susurró mareándome con ese embriagador aroma a menta fresca. —O quizá sea un lobo vestido de príncipe.

Fruncí el ceño ante la curiosidad —¿A que te refieres con eso?— Lo estaba culpando de algo, y lo que más detestaba eran las malas suposiciones de una persona.

La habitación quedó en silencio aumentando la leve molestia que sentía, dejándome obtener el libro robado. Hubiera optado por seguir sus juegos pero solo quería disfrutar de un buen libro acostada.

—Los príncipes azules siempre tienen la costumbre de irse a media noche, ¿no crees?— Y ahí vamos de nuevo. Era la tercera vez que detenía mi lectura por Kirian y lo ignoraba.

Deslicé nuevamente la hoja para seguir disfrutando de Julio Cortázar mientras mis tímpanos se distorsionaban con el sonido de la pelota que rebotaba en la pared.

—Grey... ¿podrías?—apunto la pelota junto con la pared —Estoy leyendo, gracias.

—Existe una biblioteca.

—Pero quiero leer en la habitación— tomé una bocanada de aire conteniendo mi ataque de estrés.

—Son para otras cosas

—¿Cómo para que?— estaba estrangulando el cartón del café que tenía a un lado. Me cansaban sus actitudes.

Podía leer donde se me diera la gana.

—Como para tirarte a tu tío, por ejemplo— sonrió burlón acomodándose en la cama para seguir jugando con la pelota mientras yo, permanecía en silencio dándole la victoria.

¿Como sabía que Ian era mi tío?

+

—Te podría decir cenicienta por tu fragilidad psicológica al igual que un zapato de cristal, pero por dentro eres como Caperucita Roja— Voy a golpearlo. —Escondiendo esa rebeldía por dentro que te obliga a desobedecer.

¡Hey, Chica invisible! [ #1 ] (REESCRIBIENDO)Where stories live. Discover now