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Todoroki tomo comida de la cocina y se la llevó al peliverde, lo dejo en su regazo y solo lo veía comer tiernamente, el chico no notaba la mirada, tenía hambre y de verdad quería comer ya. Después de terminar, Todoroki recogió lo demás y lo llevo de regreso a la cocina, cuando regreso midoriya tenía los ojos entrecerrados, parecía cansado

-Descansa midoriya- dijo cerrandole los ojos con una mano y dejando una leve caricia en su melena, de verdad anelaba tener a ese chico, pero creía que no era el momento para confesarlo aún, además tenía algo de lo que encargarse antes.

Era aproximadamente las 9 de la noche, quizás todos ya estaban descansando o por lo menos en su habitación, nadie lo vería si saliese, así que lo hizo, tomo una chaqueta con gorro y trato de cubrirse lo más que pudo,

~No puedo llegar solo a él, ni siquiera se dónde está...Agghhh!!!- gritó pateando una lata- pero que más puedo hacer? El viejo? Tal vez pueda encontrarlo pero no quiero que se involucre con midoriya.

Todoroki paso unas horas caminando por los alrededores pensando en que podía hacer, al final nada se le ocurrió, ahora tenía que idear dos planes, todos sobre deku, uno para protegerlo y otro para acercarse a él, menuda lata. Todoroki no intento más y se decidió por avanzar un poco con el peliverde. Regreso y entro al cuarto del chico, el seguía dormido, quizá no sería mucho acostarse con el, es para cuidarlo no? No lo pensó más y se durmió a su lado dándole un beso en la mejilla rápidamente para no despertarlo, el acto lo emocionó por completo y termino con una sonrisa en su rostro, de esas que solo el peliverde sabía sacarle.



ERES MÍO -TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora