—todavía soy una niña—le respondí a juego.

—no. no lo eres. —no me miraba a mí miraba mi cabello, mi frente, mis labios, pero no mis ojos. —ya no.

—a veces así me siento... como una pobre niña huérfana y desamparada—

Traté de sonar no tan depresiva. Tampoco quería dar lastima, solo quería seguirle el juego. Un pequeño puchero de mi parte le dio un toque gracioso.

—no, claro que no. En todo caso, no eres la única. Yo también soy huérfano—

—y también has besado a dos personas solamente—

—y también he besado a dos personas solamente— repitió asintiendo.

—¿puedo preguntar nombres? —

Sus ojos parecían perderse mientras sonreía ligeramente.

Hacia la intención de estar pensando poniendo su mano en la barbilla.

—veamos, la extensa lista comienza con Cho Chang y termina con ya sabes quién—

Me alegra mucho que no dijera su nombre. Y que tenga esa cara de desagrado cuando se acuerda de ella.

—ahora que lo mencionas, tú y yo... —dije pensando en voz alta. Cuando caí en que lo había dicho, me costó un poco voltear a verlo— ¿te acuerdas? La otra noche.

La vez que regresé de casa de Malfoy, después de ver a Hermione Granger consumida en los huesos. Aquella noche que Malfoy me propuso trabajar para él y me mostró la fuerza de su mano junto con su orgullo roto.

Había culpado al nerviosismo por mis actos aquel día.

—ahh, sí. Lo recuerdo. Entonces eso sube nuestro número a tres. —

—tres—repetí yo. Ninguno de los dos dijo nada por un rato. —solo tres. ¡qué patéticos somos!

Él se río por el comentario.

—¿me avisaras cuando tu número aumente? —

¡Oh, Harry! si supieras que no quiero que eso pase. Me quiero quedar con ese número, porque quiero que seas tú la última persona que yo bese el resto de mi vida.

No dije nada, solo asentí mordiéndome el labio muy fuerte para no decirle lo que siento. Sujetó mi barbilla y colocó su pulgar sobre este para que lo dejara de hacer.

—para—me dijo en un susurro—te vas a hacer daño.

Me detuve, pero él no retiró la mano. Siguió masajeando mi labio inferior y hacía un poco de presión. Había dicho ya, que las palabras pueden detener un corazón. Pero también lo pueden algunas pequeñas acciones como esta, o vuelven los latidos más rápidos.

En el momento en el que se fue acercando a mí, una victoria gritaba internamente. Porque no era yo esta vez. Era él. Sostuvo mi barbilla para que no me moviera. Porque pude sentir su presión. Cuando estuvo a punto de besarme, dudó un poco.

Me quedé inmóvil, aguantando la respiración. Muriendo internamente esperando a que él avance. Porque no quiero ser yo quien lo haga, ya lo he hecho varias veces. Quiero que él sea también culpable de esto.

—no te muevas— me dice.

Se separa de mí y me deja tan descolocada. Agarra su copa y se la termina de un solo trago. Después de pasarse totalmente el líquido, se voltea de vuelta. Me vuelve a tomar como antes y ahora sí, me besa.

Un beso sabor a vino. Un beso que me hiso sentir poderosa. Un beso que venía acompañado de una tímida lengua. Y las caricias de su mano detrás de mi cuello. Bajando a mi clavícula y saltándose mi pecho para dirigirse a mi cintura. Creo que quería que yo me moviera. Dejé a mis manos tomar un rumbo propio y la idea de que él no me detuviera me llenaba de valor.

Me jaló hacia él nuevamente, haciéndome sentar sobre sus piernas, sin dejar de besarme. Sus manos en mis caderas pedían permiso para más. Yo traía puesto unos pants deportivos. Muy delgados. Así me di cuenta, que el hombre quería más.

No estábamos borrachos, ni de lejos. Apenas habíamos bebido un poco más de media botella entre los dos. Así que esto es totalmente consiente, por ambas partes. Entonces, dejó de besarme y se removió de su lugar y se levantó. Me había bloqueado totalmente. Mi corazón esperaba lo peor.

¡se va a ir! ¡seguramente está arrepentido! ¡maldición! La vergüenza no me dejaba levantar la cabeza. De repente, escuché su voz. Aunque pensaba que ya se había ido.

—vamos...— dijo extendiendo su mano hacia mí.

La ingenua de mí, todavía preguntó;

—¿A dónde? — tomando su mano y levantándome del piso.

—no querrás perder tu virginidad en el suelo ¿o sí? —

Me dio un rápido beso, tomó mi mano y me dirigió escalera arriba. 



-------------------------------------------------------------------------------------------------

OTRO CAPITULO MÁS PORQUE YOLO. 

ES MI CUMPLE Y ESTE ES MI AUTOREGALO. 

sus votos serian el suyo.

solo quiero saber si quieren el siguiente capitulo con detalles o sin ellos?

ya era hora de que estos dos tuvieran algo. 

ahora si, nos vemos en tres semanas, pero aun así, yo seguiré leyendo sus comentarios y checando los votos y vistos. 

espero que pasen un excelente fin de semana.

xxx

Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}Where stories live. Discover now