EL ANUNCIO.

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Rayita P.O.V.

Flourish & blotts.

—y por su amiga Weasley. —dijo Malfoy moviendo una ceja.

¡maldición! Había olvidado que ella también se esfumó. Espero no levantar ninguna sospecha.

—claro... la pelirroja— dije evitando escupir el nombre.

—¿acaso conoces un Weasley que no lo sea? — ambos reímos ante el comentario.

Después nos pusimos más serios.

—debe estar pasándola mal—

—no tienes idea, me está volviendo loco, y esta vez de una mala manera. Cada día que pasa sin saber de ellos es una tortura, para ella, y de paso para mí que tengo que verla deprimida y sin querer comer. —se puso mas serio de repente.

Mi instinto me empujaba a querer consolarlo, pero recuerdo la última vez que intenté consolar a alguien y no terminó bien.

—por primera vez en la vida, quisiera ver la cara rajada de ese idiota. Solo para que ella esté mejor—

—¿y han tenido alguna pista? —

—los aurores buscan a Potter por ser un compañero y por ser alguien importante, de otra forma no buscarían a un novio fugitivo que tuvo muchos testigos de su escape a voluntad—se cruzó de brazos y añadió—yo solo quiero que ya se le pase el berrinche y regrese lo más pronto posible; por el bien de Hermione. —

Una voz detrás de él nos interrumpió. Yo quería seguir preguntándole un poco más con respecto al paradero de la pelirroja, pero es mejor no parecer muy interesada en el asunto.

—lamento interrumpirlos —dijo el hombre que me atendió cuando llegué. Casi olvidaba a que venía. —señorita, ya tengo lo que me pidió.

—en un momento estoy con usted—le contesté.

El sujeto regreso detrás de su mostrador y movía sus dedos por encima de unos empolvados pergaminos.

—bueno Malfoy, me dio gusto verte y saber que todo va maso menos bien en tu vida—

Le extendí la mano en señal de despedida. Él se desenredo de su cruce de brazos y me dio la mano de vuela.

—a mí también me dio gusto ver que ya estas mejor. En serio, que estés bien. —pareciese que estuviera viendo a otra persona. En serio.

Cuando pasé de largo hacia el mostrador dejándolo atrás, me sorprendió que quisiera seguir hablándome.

—oye____, antes de que vayas. Me gustaría invitarte a cenar un día en la mansión. Conmigo, y con Hermione, claro—

Este nuevo Malfoy me agrada. Pero compartir mesa con la amiga de Harry suena un poco arriesgado.

Acepté, simplemente por cortesía. Probablemente él me invitó por la misma razón. No creo que espere que realmente vaya.

De vuelta en el mostrador, el hombre se había quedado dormido en un pequeño banco con las manos sobre la barriga.

Me acerqué un poco para tocarle el hombro.

El viejo pegó un brinco que me hiso preguntar si así me vi está mañana saliendo del armario cuando Harry apareció.

—lamento haberlo asustado—

—oh, no se preocupe señorita. Bueno, ya tengo lo que me pidió— sacó un pequeño librito de color amarillo y me lo mostró. —es el último que me queda, espero que le dé un buen uso. Dice cosas muy interesantes sobre el wisky de azufre, como cuantas gotas máximo puede beber dependiendo su peso y su edad y que hacer en caso de ingesta excesiva. —

—muchas gracias. Seguro será de mucha ayuda —me dispuse a pagarle por el libro y por las revistas deportivas.

Aun tenia bastantes ganas de seguir caminando. Y de hecho, no quería volver tan pronto a casa. Aunque una parte de mi quería regresar para verlo.

El dolor de cabeza y el malestar se esfumaron.

Tenía todavía pendiente ir por pergamino y tinta. Me metí a la tienda más cercana y compré todo lo que necesitaba.

Estaba haciéndose tarde y quiera o no tenía que volver. Aunque debo confesar que salir ha despejado mi mente.

Un revoltijo en el estómago me inundo cuando me dispuse a regresar. Todavía no estaba segura si él se acuerda de lo que pasó anoche. ¡vaya! Parece como si lo que pasó anoche hubiese pasado hace un mes.

En el camino de vuelta, los eventos de la noche anterior flasheaban en mi mente. El solo recuerdo de sus labios en mi cuello hacia que se me pusiera la piel de gallina. Lo acompañaban las cosquillas en el estómago y una tonta sonrisa que por más que me esforzaba en ocultar, mis intentos eran muy pobres.

Estas semanas él no ha interactuado mucho conmigo. Solo un par de saludos cordiales. Tengo la sospecha que es más porque él es quien está en mi casa y no quiere ser descortés.

Espero que los elfos no lo estén mortificando o algo parecido. A veces pueden ser muy insistentes cuando quieren servir.

Mientras desayunaba esta mañana me aseguré de tomar el diario matutino y guardarlo de Harry. Así que me viene bien con un té del medio día.

Por fortuna ya no había casi nada sobre el tema de la boda ni de los novios. Pasaba las hojas casi sin animo cuando una columna llamó mi atención; era un taller, impartido en el ministerio por parte del profeta para nuevos escritores y periodistas.

Suena como una buena oportunidad para empezar a hacer lo que me gusta. Parecía casi perfecto, pero cuando leí quien impartiría el curso casi me caigo de la silla. Es de pensárselo dos veces antes de atreverse a tomar lecciones con esa arpía.

Aun así, que mejor que tener al enemigo cerca. Creo que es hora de desempolvar el armario y dejar el luto un poco.

Seguramente, es lo que mis padres querrían.





sorry guys. estuve enganchada por unos dias leyendo la saga de la reina roja, y aunque aun no la he terminado (la estoy leyendo en ingles por que aqui en UK no lo encontré en español) me di mi tiempo para subir otro capitulo.

espero les guste. 

Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora