9. Caos

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Aceleraba por las calles del pueblo camino a casa, había perdido dos de las cosas que más importaban. Me sentía incompleta, vacía, necesitaba sacar todo esto ya. La presión en mi pecho aumentaba, mi respiración se aceleraba rápido, todo mi cuerpo ardía en rabia, aún estaba asimilando lo que acababa de pasar y todavía no estaba segura de cómo reaccionar.

Al llegar a casa, subí a mi habitación y mientras cerraba de un portazo, solté un grito de frustración. Me dejé caer en mi cama y fue entonces cuando dejé de reprimir el suspiro que tenía guardado, las lágrimas que me inundaban y el dolor que me ahogaba. Abracé la almohada contra mi pecho y la presión en este solo aumentaba.
—¿Skye?— escuché su voz. No sabía que estaba aquí. —¿Estás bien?— habló temerosa. Al voltear a verla, no pude evitar soltarme aún más, el dolor estaba a flor de piel y cada vez se intensificaba. El alma me pesaba y el cuerpo comenzaba a dolerme. Había una tormenta de emociones dentro de mi que no me sentía capaz de manejar. Entonces ella se acercó, puso sus brazos al rededor de mi y después de mucho tiempo nos fundimos en un abrazo, uno lleno de dolor y amor. Un abrazo de esos que no te quieres soltar nunca, un abrazo que solo las mamás saben dar.

El sol se asomaba por mi ventana, al abrir los ojos pude ver que mi madre seguía abrazándome, aunque ella ya estaba despierta. Sonreí porque no imaginaba cuanto la echaba de menos y finalmente estaba aquí.
—Buenos días, linda.— habló y beso mi frente —Prepararé el desayuno ¿si?— se incorporó y salió de la habitación.
Decidí ponerme unos jeans negros y una sudadera roja, bastante causal, amarré mi cabello en un moño despeinado. Baje a tomar el desayuno, que medio comí ya que no tenía apetito y salí por mi motocicleta. Fue entonces cuando recordé que tenía el símbolo de las serpientes pintado, así que decidí ponerle una calcomanía encima para cubrirlo. Conduje hasta la escuela y dejé mi motocicleta en el lugar de siempre, pues que ya no perteneciera a la pandilla no significaba que perdía mi lugar en Riverdale High, el cual estaba decidida a promover.

Al abrir mi casillero, una nota con un círculo rojo cayó al piso.
—El círculo rojo los protege. El norte merece ser seguro.— maldije para mi  misma, arrugué el papel y cerré la puerta de metal haciendo un estruendo en los pasillos.
—¿Que demonios es lo que no entienden? Aquí el único problema es que seguimos creyendo que el pueblo está dividido en dos. Mientras más busquemos culpables en el sur, mas problemas nos buscaremos en el norte. ¡Así que ya basta!— grité y salí de ahí dejando murmullos atrás, mientras caminaba fuera del pasillo el ruido aumentaba. Era abrumador, pase junto a mi hermano y algunos de sus títeres, así que tire el panfleto en la basura frente a ellos.
—¿Cuál es tu problema?— se volteo Archie hacia mi indignado, a lo que respondí sin necesidad de voltear.
—Ustedes.—

El día pasaba lento y ocupaba las clases para hacer garabatos en mi libreta, ideas vagas llegaban de repente a mi cabeza acerca de la investigación de los Lodge pero no había nada seguro, como siempre. Estaba enfocada en no ver a Jughead o a Betty, que aparecían estar en todos lados y para mi suerte, juntos.
Cuando dejé mi burbuja de lado, me di cuenta que todo el mundo estaba volviéndose loco sobre un video del círculo rojo.
—Te encontraré y juro que me vengaré.— Archie estaba frente a la cámara, con aproximadamente 10 chicos a su espalda, todos con pasamontañas rojos. Esto no era en absoluto lo que tenían con las serpientes la vez que los descubrí, esta era una legión evolucionada que no traería nada bueno. El pánico recorría los pasillos e inundaba a todos los habitantes del pueblo, esta vez, Archie había dado tanto de que hablar que los carteles y avisos de la junta del pueblo se hicieron presentes asegurándose que todo el mundo lo viera. Por supuesto que él no se quedaría inmune, Watterbee lo llamó a su oficina para exigirle una carta de disculpa a la institución y regalarle una carta de suspensión.

Cuando llegue a casa, pude escuchar a papá gritar desde el portico, estaba regañando a Archie por el video seguramente, así que decidí dar la vuelta y pretender que nunca estuve ahí o escuché algo de esa discusión. Sin embargo, cuando estaba por bajar el último escalón, papá abrió la puerta, me pidió que entrara y subiera a mi habitación. Tenía bastante tiempo que no lo veía así, por lo que obedecí de inmediato, aunque ambos hablaban lo suficientemente fuerte para que yo escuchara.
—Papá, esa máscara no es mía. La uso Reggie para asustarme hace tiempo.— reprochó mi hermano.
—Archie, te juro que ya no sé que más hacer contigo. Ya no te reconozco.— hasta a mi me dolieron sus palabras.
—El círculo se desvaneció y ya borre el video.— siguieron con la misma conversación por un rato más hasta que papá tuvo que irse a la junta.

Me quedé dormida unas dos horas aproximadamente y cuando por fin salí de mi habitación, me encontré con Verónica comiéndose a mi hermano frente a la puerta. Me limite a decirles que iría a Pop's y salí de ahí.

Justo a medio camino del dinner caí en cuenta que Pop estaría en la junta del pueblo así que tuve que regresar. La lluvia comenzaba a caer fuertemente así que tuve que correr un poco, pero al llegar a la calle pude ver a varios chicos en medio de la misma, parecían estar peleando. Corrí un poco más y fue entonces que reconocí un par de rostros.

Our New Mystery || Jughead JonesWo Geschichten leben. Entdecke jetzt