Kim Namjoon es un hombre soltero que da clases en el instituto más prestigioso de todo Seúl. Allí estudian los hijos de Kim Seokjin, cocinero en un restaurante de lujo y padre soltero.
Sólo basta una pequeña pelea entre niños para que sus caminos se...
Namjoon subió en su coche una vez listo para empezar el día. Estaba un poco nervioso, era su primer día de trabajo. Ahora estaba ejerciendo de tutor en una de las escuelas más prestigiosas de toda Corea, debido a que la antigua tutora tuvo un bebé y tuvo que dejar el trabajo por un tiempo.
Su clase asignada era 4º de secundaria, donde estaban los niños de 15 años. A Namjoon le encantaba su trabajo, y más si era con adolescentes: se le daban bastante bien.
Una vez en el coche, se miró en el espejo retrovisor, ya que quería asegurarse de estar aceptable para su primer día. Arrancó y no tardó más de 10 minutos en llegar a su destino.
Niños y niñas de todas las edades, corriendo de un lado para otro, otros simplemente hablando entre ellos, y alguno que otro leyendo en un banco. Ah, el instituto pensó Namjoon. Entró al edificio y subió las escaleras para dirigirse a su clase correspondiente. Por el camino, sin embargo, chocó con alguien.
-¡Oh, lo siento! No le había visto.- dijo Taehyung- Soy un poco despistado, discúlpeme- hizo un par de reverencias mientras seguía disculpándose. Namjoon sólo pudo reír, ese chico le gustó al segundo.
-No te preocupes, ha sido un accidente- le dijo sonriendo, haciendo que Taehyung se tranquilizara- Oye, por casualidad tú no serás de la clase de cuarto...
Taehyung asintió emocionado. Le encantaba su curso, aprendía cada día una cosa nueva.
-¡Sí, soy Taehyung! Alumno de cuarto de secundaria, señor- hizo un saludo militar- ¿Y usted quién es?
-Namjoon, el nuevo tutor de cuarto.
Taehyung abrió los ojos desmesuradamente a la vez que mostraba su gran sonrisa cuadrada.
-¡¿De verdad?! ¡Pues entonces sígame! Yo le mostraré dónde está nuestra clase, vamos- comenzó a caminar seguido del mayor.
Namjoon quedó enamorado de aquel pequeño niño. Era muy adorable y parecía muy educado e inteligente. Si todos sus alumnos iban a ser como él, iba a ser un buen curso.
-Y esta es.- dijo Tae- Lo único que no tengo llaves. Eso ya lo tiene usted, hyung.
Namjoon cayó en la cuenta y sacó las llaves que la directora le había entregado anteriormente. Abrió la puerta y entraron juntos al aula. No pasó mucho tiempo hasta que el resto de niños y niñas empezaron a llegar, montando un poco de jaleo.
-Venga, chicos, sentaos- dijo Namjoon percatándose de que no se habían dado cuenta de su estancia en la clase.
A los minutos ya estaban todos los alumnos sentados en sus respectivos sitios, dejando a Namjoon un poco inquieto bajo la mirada de todos. Miró a Taehyung, viendo cómo este le dedicaba una preciosa sonrisa, dándole fuerzas para empezar.
-Bien, mi nombre es Kim Namjoon, y como ya sabréis vuestra tutora no estará disponible durante los próximos meses debido a su embarazo, por lo cual yo seré vuestro tutor.- hizo una pequeña reverencia -Espero que lo pasemos muy bien juntos.
Los niños quedaron encantados con su nuevo tutor, ya que la primera hora transcurrió con ellos hablando sobre sus personalidades a su nuevo tutor para que este les conociera mejor. Hasta que llegó el momento en el que se cansaron de hablar de ellos: querían conocer a su nuevo profesor. Estuvieron haciéndole muchas preguntas distintas; su color favorito, su opinión sobre el chocolate con menta, su género de música preferido... Pero hubo una que se le hizo más complicado contestar.
-Hyung, ¿usted tiene pareja?
Namjoon miró al emisor de esa pregunta, el cual ya conocía. Shin Suran, hija de su mejor amigo Jackson, parecía muy interesada en su vida personal. Namjoon tragó en seco.
-No, no tengo pareja. La tenía hasta hace poco- paró un segundo, recordando el amargo sentimiento- pero ella me engañó con otro hombre.
Un grupo de colectivos jadeos se hizo presente. Los niños simplemente no podían creer que existiera un solo ser humano que pudiera hacerle eso a su tutor. Él era una persona genial.
-Bah, mejor así.- dijo Taehyung- Esa mujer no le merece, hyung.
Namjoon sonrió enternecido. Esos niños se habían ganado todos su corazón, pero Taehyung... Tuvo un sitio especial. Ya lo sentía como su hijo.
Estuvieron un rato más haciendo ronda de preguntas y respuestas hasta que llegó la hora de la comida. Namjoon se despidió de todos y fue al despacho de profesores. Ya se había hecho amigo de los niños: ahora tocaban los adultos.
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