V

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Había pasado una semana desde que la joven Minami faltaba a las clases. Eso era un hecho que preocupaba a la de orbes magenta, pues sabía que ella no era esa clase de persona.

Sus manos temblaban, haciendo ruido sobre la madera del pupitre y llamando la atención de cierto individuo.

--- Chichinasi ---una vez vió que tenía la atención de la rubia, habló--- ¿Por qué haces tanto ruido? No me dejas descansar.

--- Lo siento, Ayato-kun. Es solo que. . . estoy preocupada ---bajó su rostro. Un brillo de tristeza invadió su mirada.

--- ¿Ah? ¿Preocupada? ¿Por qué? ---enarcó una ceja, sin entenderla muy bien.

--- Es que. . . hace una semana que Do-chan no viene a clases y no se el motivo. Me preocupa el hecho de que le haya ocurrido algo malo ---sus manos se posaron sobre su pecho, entrelazando sus dedos. Rezaba internamente para que la muchachita estuviese bien.

--- ¿Te refieres a esa amiga tuya? ---bufó---. Ya volverá. En vez de gastar tu tiempo pensando en ella, deberías pensar en mí.

Para evitar que se armara una discusión en medio de clase, asintió ante sus palabras, dándole la razón.

--- ¡Komori-san! ---la chica que se sentaba frente a ella la llamó energéticamente--- ¿Sabes si Do a mejorado?

--- ¿Mejorado?. . .

--- ¿Uh? ¿No lo sabías? Ah, sigue siendo igual de despistada ---negó con la cabeza mientras una pequeña sonrisa adornada sus labios---. Se ve que tiene fiebre. Ayer me pasé a verla para darle los deberes. ¡Tenía un aspecto horrible! Espero que se recupere.

Yui agradeció que la llegada del profesor interrumpiera esa conversación, pues sabía que esa chica una vez que comenzaba a hablar le costaba parar; pero eso no significaba que no le cayera bien.

Bueno, al menos sabía lo que le pasaba. Ahora el problema era encontrar la forma de ir, pero no tenía todas las de ganar.

 Ahora el problema era encontrar la forma de ir, pero no tenía todas las de ganar

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Se maldecía a sí misma por ser tan débil.

Aquella chica, cuando finalizó la clase, se acercó a ella con unos papeles en la mano.

--- ¿Puedes dárselos a Do? Hoy no tengo tiempo de pasarme por su casa. ¡Si-Siento mucho pedírtelo así! ¡Adiós!

Y se fue dejándola con aquellos papeles. La pregunta era: ¿dónde vivía Doyeon? Caminaba por los pasillos intentando buscar alguna solución. Y, como siempre, por caminar sin fijarse acabó chocando con alguien.

--- ¡¿Shu-san?! ---exclamó al ver al Sakamaki primogénito ante ella.

--- Deja de chillar. Tu voz es bastante molesta ---se quejó mientras rascaba su nuca de manera lenta--- ¿Tanto te sorprende verme caminando para regresar a mi casa?

Y ahí fue cuando una disparatada idea pasó por su cabeza y sus labios se movieron solos sin llegar a pensarlo dos veces.

--- Shu-san, ¿podrías llevarle esto a Do-chan? Se ve que se enfermó, pero no tengo ni idea de donde vive ---cuando se quedaron en silencio durante un largo rato, se dió cuenta de que había metido la pata, por lo que intentó rectificar sus palabras--- ¡Qui-Quiero decir! ¿Sabes donde viv-?

𝐌𝐄𝐋𝐈𝐅𝐋𝐔𝐎 ━ 𝐒𝐡𝐮 𝐒𝐚𝐤𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢 ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant