"¿En serio...?"- Seokjin miró a su madre interrogativamente.

"¿En serio pensábamos que Yoongi era tu novio? Sí"- contestó con simpleza, encogiéndose de hombros.- "Tu padre estaba listo para imponer ciertas reglas en cuanto te vio llegar tan triste ayer, pensamos que era su primer pelea y creyó que sería tiempo de hablar con Yoongi finalmente"- sonrió enternecida por la situación.

"Fue tan solo un malentendido"- sacudió la cabeza.- "En realidad todo fue mi culpa, pensé demasiado las cosas y saqué conclusiones erróneas".

"Es bueno que lo arreglaran. Hacen una linda pareja y sé que te hace feliz, tu padre y yo no podríamos pedirle nada más a ese chico".

"Gracias omma"- Seokjin se despidió de ella y tomos sus cosas para ir a la universidad, emocionado pero también bastante nervioso.

"¡No olvides traerlo a casa para la cena!"- el grito de su madre lo acompañó hasta la puerta.

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"Kim Seokjin basta, ¡compórtate! Todo va a salir bien, todo va a salir bien..."- se reprendió en voz baja antes de comenzar a caminar por el largo pasillo. Tenía una hora libre antes de comenzar con sus clases y aún con eso, su horario coincidía con el del peliazul hasta el mediodía. Aunque su corazón le exigía llamar a Yoongi y preguntarle donde se encontraba para salir corriendo hacia él en ese mismísimo instante, su instinto de conservación le decía que todavía no estaba listo para lo que fueran a hablar y que sería mejor encerrarse en la biblioteca por un rato, o tal vez todo el día.

Estaba muy nervioso, era como si esa conexión entre ellos siempre hubiera estado ahí pero a la vez no, siempre presente pero no lo suficientemente cerca como para que Seokjin pudiera alcanzarla y ahora que por fin tenía todo en sus manos, temía que le fuera arrebatado.

Sin pensarlo demasiado sus pasos pronto lo llevaron hacia la biblioteca, que a esas horas no estaba muy concurrida. Dejo sus pertenencias en la mesa más alejada de la entrada y de sus compañeros, quería estar tranquilo y tener un poco de silencio para pensar.

Sus pensamientos eran todavía un enredo, sabía que su relación con Yoongi no cambiaria demasiado pero a la vez sería totalmente diferente. Se preguntaba si a Yoongi le incomodaría besarlo frente a muchas personas, si gritaría a los 4 vientos que lo quería o si sería más bien discreto, si sería celoso, si cambiaría su actitud con él de alguna manera, si le gustaría ir a citas o sólo pasar una tarde tranquila sentado en su sillón viendo cualquier película disponible. Mil y un preguntas rondaban su mente y realmente no sabía cómo contestarlas. Su cerebro se empeñaba en sobre analizar cada detalle de lo que podría pasar, mientras su corazón no parecía demasiado preocupado pues confiaba con su vida en Yoongi.

Se dirigió a la estantería de literatura, inspeccionando cuidadosamente para ver si encontraba alguna novela interesante con la cual pasar el tiempo. No estaba seguro sobre el género literario que le ayudaría más a distraerse pero finalmente tomó un libro de John Katzenbach, suponía que el suspenso y la intriga serían suficientes para sacar de su mente a Yoongi por un rato.

Camino de regreso a su solitaria mesa y se puso lo más cómodo posible antes de perderse en la lectura. Entre más avanzaba, más angustiado se sentía por el futuro de las 3 protagonistas del libro, preocupado por su salud mental como física, quería gritarles quien era el asesino, quería hacerles saber que estaba justo enfrente de sus narices cuando el ruido de algo al caer lo sobresaltó. Sintió una lenta respiración detrás de él y Seokjin juro que era sólo debido a que las pelirrojas del libro se encontraban en peligro que era que se encontraba tan asustado.

9 pasos +Yoonjin+Where stories live. Discover now