A penas la mañana llegó la princesa fue despertada por los sonidos de las alarmas de la Horda, estas sonaban exactamente a las 6 a.m cada día por lo que con los meses en los que había trabajado ahí se había acostumbrado a despertar tan temprano, antes ni siquiera le interesaba, solamente se despertaba a hacer sus cosas y a penas tenía sueño se dormia. Fuera de eso, notó que estaba abrazando algo pero su enredado cabello a penas la dejaba ver que había ahí por lo que se separó de aquella persona para así poder sacar su larga melena morada y ver a. . .
— Hordak. . . —
Murmuró con una dulce sonrisa ¿En serio se quedó con ella toda la noche? ¡Eso fue tan dulce! Sinceramente no esperaba que así fuese, al verlo tan calmado con los ojos cerrados pensó por un instante que estaba durmiendo, pero esa calma le preocupaba un poco ya que hasta pensó que no respiraba, fue acercando su rostro al ajeno con calma viendo su nariz esperando a que siguiera la moviera, pero no lo hacía era. . . Fascinante.
— ¿Qué te he dicho de invadir mi espacio? — Habló de la nada Hordak haciendo que Entrapta se alejara un poco de su rostro soltando una risita disculpándose ante eso mientras que él abría los ojos sentándose también. — ¿Cómo has dormido?
— Muy bien, estoy lista para seguir trabajando luego de que. . . —
Luego de decir esto señaló su cabello completamente enredado con las coletas ya desarmadas, cuando el contrario se dio cuenta de esto arqueó ligeramente una ceja dado a que nunca antes la había visto así. Al parecer la joven no tenía control sobre este mientras dormia, lo cual era un interesante dato que iba a almacenar luego en una libreta.
Fue así cuando la joven buscó entre los bolsillos de su pantalón el cual al tener tantos siempre tenía lo que ella podía necesitar, como un peine. Usualmente Emily lo desenredaba por ella al ser tan largo, pero como no estaba allí sin pensarlo dos veces se lo pidió a Hordak.
— ¿Podrías ayudarme a peinarme? — Su voz tan adorable era una de las debilidades del lord quien tomó con cuidado el peine pensando en preguntarle que era lo que debía hacer, pero al parecer la princesa se dio cuenta de su preguntas antes que dijera una sola palabra. — Solo debes pasar la parte de los dientes de eso por mi cabello, no es difícil. Solo no lo hagas tan fuerte
Su pedido fue escuchado y a penas ella se dio vuelta Hordak comenzó a peinar su cabello desde la parte de arriba hacia abajo, esto fue un pequeño error ya que no pasó mucho antes de que el peine quedara atorado haciendo que el alien soltase un pequeño gruñido calmado por un "Tranquilo" de la princesa quien lo notó. Así que prefirió comenzar desde más abajo, peinando esa parte que al parecer era más sencilla de desenredar si se hacía por zonas. En ese momento el Hordeano se había dado cuenta de dos cosas, una era que no era tan difícil hacer eso como pensaba, la segunda era que el cabello ajeno era tan suave como su piel, sin darse cuenta con el tiempo ya tenía casi todo el cabello desenredado pero seguía haciéndolo solo por el placer que le daba pasar su mano por este.
Entrapta notó eso, pero no dijo nada ya que también le gustaba ser peinada por él. Mientras miraba la habitación un rápido pensamiento pasó por su mente.
— ¿Por qué no me llevaste a mi cama donde están todos los demás? —
— Porque. . . Aquí es más cerca. No tengo que darle explicaciones a una princesa — Mencionó con seriedad y autoridad por unos segundos, la cual no duró mucho ya que la princesa se giró para verlo
— ¡Oye! Los compañeros de laboratorio se dan explicaciones, por eso son compañeros — No estaba molesta, para nada. Pero su voz se elevó un poco mientras colocaba sus manos sobre las mejillas ajenas. Al verla así, un ligero rubor azul se apoderó de Hordak quien ya no tenía palabras — Pero está bien, de todos modos, gracias —
Dicho esto le dio un besito en la frente, era el primer beso que le daba y lo hizo sin pedir permiso. No sabía si se molestaría o no, pero definitivamente valió la pena. Al ver que no se había quejado por el momento le dio otro y luego otro ¿Por que era tan suave su piel? ¿Por que era tan bello besarlo? ¿Por que quería hacerlo varias veces más? No lo sabía, pero quería averiguarlo. Ahora tiene su propia investigación que hacer, claro, luego de avanzar con el portal con su compañero de laboratorio favorito.
