"El niño deberá dormir en el suelo, deberá aprender a hacerlo como primer reto, no importa cuanto lloré ni cuanto ruegue, ese será su lugar. Solo será para acostumbrarlo a la dureza que le traerá el futuro.

E.D"

Connor arrugo el papel con rabia, Cooper era un idiota ¿Cómo mandas a dormir a un bebé de dos años (oh si, Connor lo ve como un bebé) al suelo? Es imposible, es inhumano, injusto ¡Solo tiene dos años! No podía hacerlo... ¿Se darían cuenta si él duerme en el piso y el pequeño niño en la cama? Intentaría engañarlos.

En eso la puerta se abrió, el pequeño morenito de un ojito ciego entro mirando su alrededor, atrás de él venía Cooper sonriendo viendo como el niño exploraba el espacio, Connor miró a Cooper con asco. Se acercó a él dejando al niño explorar la habitación y lo acorraló en una esquina.

«No puedo creer lo horrible que eres ¿cómo se te ocurre que duerma en el suelo?» susurró con rabia Connor.

«Es un maldito niño, mejor que se empiece a exponer a todo porque debe tener un buen sistema inmunológico. Si lo acostumbras a dormir en el suelo entonces sera capaz de dormir en donde sea y podrá ser transportado en lo que sea cuando sea necesario para misiones ¿Acaso te cuesta pensar, Andersen? ¿Eres idiota?» dijo casi burlándose de Connor y recibiendo un gruñido como respuesta.

«Va a dormir en la cama, no permitiré que sufra en el sue-» quedó sin palabras al ver como lo apuntaban en la frente con una pistola, Edward estaba en complega seriedad a punto de apretar el gatillo.

«Si haces eso me voy a enterar y te voy a matar, bueno, voy a matarte sin siquiera darte la oportunidad de intentarlo ¿Quieres morir tan pronto, Connor? ¿Quieres desamparar al niño y dejarlo unicamente a mi cargo? ¿Quieres que tu familia muera? Dime "si" y te concederé el deseo a la cuenta de 1... 2...» fue callado por Connor que subía sus manos en forma de derrota y bajando la mirada. «Muy inteligente de tu parte, buen muchacho.» sonrió cínico bajando el arma.

Connor se sentía un idiota, pero es que no podía dejar que el pequeño cayera en las manos de Edward, ni iba a dejar que su familia muriera por su egoísmo. Se estaba dejando manipular para proteger a un niño que apenas conocía.

«Bien chico Andersen, te dejo para que hables con el mocoso, explicale que debe dormir en el piso a las buenas o a las malas o sino habrán consecuencias ¿ok? Ok.» y Edward salió de allí cerrando con fuerza la vieja puerta de ese feo lugar.

El pequeño morenito estaba sentado en el suelo viendo sus pies moverse de un lado a otro, ya no tenía su ropita colorida y linda que sabía que ese día su madre había escogido, tenía una camisa negra mal cortada y hecha de muy mala manera del tamaño del niño y con sus pantaloncitos que ahora estaban mal teñidos de negro. Simplemente deprimente.

Connor se sentó frente a él obteniendo toda la atención del menor, le sonrió tratando de inspirarle confianza.

«Hola bebé, soy Connor Andersen.» su tono era amistoso y su sonrisa adorable.

«... Hola.» saludo y a la vez hizo el dulce gesto de saludo con su manito pequeñita. «¿Donde estamos?»

Connor quedó en blanco... Solo se le ocurrió algo y era tan cruel, pero no pudo evitar soltarlo.

«Tus padres eran malos, tuvimos que alejarte de ellos, ahora vivirás aquí.» trato de relajar su tono de voz porque la mirada del niño se torno algo impactada. «Yo voy a cuidarte, voy a darte mucho cariño y abrazos ¿Te gustan los abrazos?» sonrió.

El pequeño miro al suelo, luego volvió a mirar a Connor y le alzó los brazos para que lo abrazará, Connor gustoso le dio un abrazo de oso... Él no podía tener hijos, no congeniaba con las chicas, ni siquiera con chicos... Esta era una oportunidad para darle amor a un niño que el mismo criaría.

Tales Of Insane: OriginsWhere stories live. Discover now