Arrepentido

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II

Han pasado tres semanas desde el incidente con los gatos de Jeonghan, los días sin él se sentían mucho más pesados puesto que el chico era como una caja de sorpresas en la monótona y normal vida de Hong. Siempre encontraba la manera de hacer sonreír a Joshua, este simplemente no quería admitir que lo extrañaba de una manera muy notoria. Porque si lo hacía estaría obligado a darle una disculpa y eso le jodía puesto que aún mantenía su postura  respecto a los felinos.

Una mañana el castaño abrió los ojos con  nostalgia, tenia un vago recuerdo del sueño que recién había terminado; Jeonghan mirándole a los ojos mientras le sonreía y luego acercarse hasta casi rozar sus labios. Pero eso era todo no lograron llegar al beso tan deseado, ya que Jeonghan se alejaba mirándole con tanta decepción y tristeza para darse la vuelta.
Él chico yacía inerte en su cama sin ganas de nada.

—Estoy paranoico, solo olvidálo—dijo para si mismo

Pero en el fondo no quería hacerlo el quería ver el rostro sonriente de Han, ¿A caso logro enamorarse del susodicho?

Y volvía de nuevo, la negación o mejor dicho el doloroso orgullo y porque no una pizca de vergüenza.

—Tengo que hablarlo con Myeongho.—salto de la cama

[...]


—Joshua esta vez te haz pasado de la raya —regaño Myeongho.— Eres un completo idiota.

El castaño bajo la mirada avergonzado.

—Te agradecería que dejes de recordarmelo cada cinco minutos.

—No puedo. Es que enserio necesitas recapacitar, tus actos te están llevando a la ruina —toco el hombro del americano

—Tal vez... —le miro

—Jeonghan es un gran chico Shua, y los animales son seres puros e inocentes.

El antes mencionado guardo silencio, había llegado a la residencia de su amigo hace no más de media hora. Le relato lo más resumido posible y Myeongho no más termino que Joshua terminará de hablar para darle un golpe en la cabeza, para luego decirle sus verdades.

—No te reconozco, tú no eres mi amigo Joshua —hablo Seo

—Myeongho... —le miro con ojos suplicantes

El susodicho miro hacia otro lado con el ceño fruncido.

—Se que le extrañas te conozco... Debes disculparte y no esperes que él te vuelva a recibir con los brazos abiertos —le miro

Joshua suspiro.

—Debo irme Myeong, agradezco tus puntos de vista. —Realizo una reverencia

Con la mente aún más nublada realizó una reverencia para luego marcharse directo a su hogar. El tiempo decidió estar a la par con Hong es día ya que comenzó a llover.


[...]


A duras penas llegó a su hogar se detenía cada tanto para refugiarse de la lluvia repentina que se soltó unas cuadras antes de llegar a casa. Mojado  y temblando del frío llegó a su morada , que por cierto no era para nada lujosa ni moderna sino algo más antigua y austera. Tanto así que su puerta utilizaba aún la tradicional llave metálica.

Trataba de apresurarse a meter la llave en la cerradura puesto que, el pequeño techo con el que contaba su entrada no era lo suficientemente grande para cubrirlo de la lluvia. En eso escucha como una bolsa es lanzada velozmente hacia el basurero a la vuelta de su casa, intrigado empieza a dirigirse hasta ahí y cuando llega ve que en el lado contrario donde esta otra calle una persona sube rápido a un auto.

Joshua mira una bolsa negra que extrañamente resalta de toda la basura ahí tirada. Sintiéndose tonto por ir a explorar nada importa en medio de la lluvia decide ir a resguardarse a casa. Pero ve de reojo que la bolsa negra se mueve y agita, como si algo quisiera salir; le pasa por la mente ignorarlo—no es su asunto— pero su pecho le duele y se acerca.

La bolsa sigue moviéndose esta vez no para, Joshua toma valor y se acerca a abrirla...
La desata con suspenso para luego acercarse a mirar el interior de esta y ve como dos gatos,grises; bebés luchan por salir mientras maullaban bajito por el miedo.
El corazón de Joshua da un vuelco y le viene el recuerdo de la persona huyendo hasta un auto. Cierra los ojos  con inminente fuerza y decide tomar a los felinos para reguardarlos en casa. No sabe por qué pero de la nada su corazón sintió tristeza por los animales, y fue con ellos a casa. Aunque no le gustan pero en ese momento el disgusto no existía.

—Los han abandonado dentro de una bolsa ¿Eh? —rié amargamente—.  Eso es horrible

Los dos gatos temblaban en la caja donde yacían acurrucados de inmediato, fue por alguna toalla que no utilizará para secar a los dos hermanitos. Tomo a ambos con la toalla y los envolvió en sus brazos mientras se sentaba al borde de la cama, los hermanitos entraban perfectamente cada uno en las palmas de sus manos.
Los seco por un buen rato aunque estos no dejaban de maullar de seguro tendrían hambre.

—¿Tienen hambre? —Joshua pregunto dudoso.— En que estoy pensando, ustedes no me entienden que tonto.

Se maldijo por la tontería que acababa de pensar pero volvió a mirar a los hermanitos y estos por estar alerta notaron cuando el hombre los miró fijamente.

—¿O sí? ¿Tienen hambre? —dijo de nuevo

Los gatitos chillaron al unísono y Joshua dio un pequeño salto de incredulidad.

—Coincidencia es solo eso —trato de convencer a su cerebro

Se levantó de la cama con los gatitos en brazos directo a buscarles algo de comer pero, a medio camino recordó que nunca había tenido una mascota y menos un gatos. No tenía uno contaba sino con dos gatos, no sabía que darles de comer.

Dejo a los gatos en el suelo ya secos y desbloqueo su celular para buscar en google sobre cómo cuidar felinos, caminaba dando vueltas por toda la casa con ocho patitas detras de él.
Sería una noche larga para los tres.



N/a:
Sí me tarde ;; disculpas sobran así que me las saltare, pues al final esta historia se va a alargar.
¿Creen que Joshua se quede con los gatos? —inserta tu respuesta aquí—

Alergia [JiHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora