única parte.

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escuchar la pieza de temperamento melancólico que he dejado arriba es opcional, disfruten.

park chanyeol observaba detenidamente aquel puente que dejaba ver claramente la luna reflejada en el agua

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park chanyeol observaba detenidamente aquel puente que dejaba ver claramente la luna reflejada en el agua.

tenía el ligero deseo de aventarse hacía aquel río que llevaba por nombre han, había llegado al punto en el que no encontraba un buen resultado en su vida.

su mente, encontrándose en el abismo, en lo más obscuro del mundo, como cuando no te encuentras a ti mismo, vagaba sin sentido.

consternado y solitario, miró al cielo buscando una respuesta, encontrando en su lugar a las estrellas, sus únicas compañeras. en algún momento de esa soledad, escuchó una voz algo lejana, una voz en la oscuridad.

—¿alguna vez has intentado volar?

preguntó aquel hombre, cabello profundamente negro, nariz rojiza y respingada, pequeño y frágil. a diferencia de chanyeol, él miraba el cielo con amor, sus ojos brillaban como dos pequeños pero valiosos diamantes mientras observaba cada estrella, sus mejillas le recordaban a los mochis que comió ayer por la noche.

chanyeol lo miró con extrañeza y exclamó:—de qué hablas, ¿volar?, ¿cómo volar sin alas?

—¿alguna vez has intentado volar?

preguntó nuevamente, haciendo caso omiso a las preguntas del alma solitaria.

—¿volar? no me vengas con tonterías, quiero escapar, terminar con esto.—soltó amargamente, haciendo que por primera vez el individuo que se encontraba a su lado lo mirará con detalle.

—¿alguna vez has intentado volar?

chanyeol quiso refunfuñar pero de pronto, como si de magia se tratará, sintió su sudadera rasgarse; un par de alas hicieron acto de presencia en su espalda, el único detalle es que aquellas alas estaban rotas.

—¿a caso no ves mis alas? ¿cómo voy a volar con mis alas rotas?—preguntó abatido, no entendía nada de lo que estaba pasando.
de pronto tenía alas; alas sucias, rasgadas y rotas pero eso le importó poco, internamente admitía que eran lindas.

—¿alguna vez has intentado volar?

y esa pregunta, colmó su paciencia, acercándose con pasos pesados hacía el sujeto que tenía las manos en los bolsillos de su pantalón.

—¡con un demonio! ¿te puedes callar?

el hombre al verlo tan cerca, sacó sus alas, a comparación de las suyas, esas alas eran hermosas; un ligero brillo posaba en ellas y se movían armoniosamente por los aires. aunque eso no haría que su enfado se disipará.

gritó al cielo con furor:—es que acaso disfrutas viéndome sufrir, ¿qué demonios pasa contigo? tengo las alas rotas, ¡imbécil!

lo miró fijamente para después marcharse, chanyeol suspiró. por fin se había ido, solo de nuevo.
al menos descansa mi oído. pensó.

volar...esa palabra le transmitía paz, ojalá pudiera volar. simplemente levantar el vuelo, alejarse de todo sin mirar atrás.
¿te imaginas poder volar? sentir el viento en tu rostro, por fin poder respirar...

si tan sólo chanyeol pudiese volar...elevarse, alejarse y finalmente apartarse de la vida cruel en la que se encuentra, sin tan sólo pudiera volar.

—¿alguna vez has intentado volar?

nuevamente, estaba ahí.

—¿tú de nuevo?, ¡maldita sea!

más que encontrarse enojado, chanyeol se encontraba deshecho, postrado, exhausto. por esa razón, preguntó:—¿alguna vez has sentido tus alas rotas?

—sí, alguna vez sentí mis alas rotas. alguna vez las senti quebrarse, las sentí sangrar.—respondió tranquilamente, en sus recuerdos permanecen aquellas veces que cayó con las alas rotas, aquellas veces que ardían y sangraban, sin embargo ya no es así, se siente relajado; como si estuviera flotando en una nube.—y tú, ¿alguna vez has intentado volar?—preguntó por milésima vez en la noche (exageración).

—no, no lo he hecho.—respondió finalmente, esperando que aquellas cinco palabras no volvieran a salir de la boca del pequeño ser que cada vez se encontraba más cerca de él.

—¿por qué no?

—hasta ahora no sabía que tenía alas.

—ya lo sabes, ¿por qué no lo intentas?

—tengo mis alas rotas, así no podré volar.

—¿alguna vez has intentado volar?

esa pregunta...no, nunca ha intentado volar, siempre ha vivido inseguro ¿cómo podría intentarlo? necesita a alguien a su lado, alguien que esté ahí presente por si cae, que este presente para sanar sus alas.

—no te irás ¿verdad?—preguntó chanyeol, temiendo por la respuesta.

—no, no lo haré.

—gracias.

—mi nombre es baekhyun.

—mi nombre es baekhyun

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𝖺𝗅𝖺𝗌 𝗒 𝗆𝖾𝗅𝖺𝗇𝖼𝗈𝗅í𝖺   chanbaekWhere stories live. Discover now