Capítulo II: Desmesurado

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-No se me da la gana ayudarte en tu patético plan para que él se enamore de ti. Y mientras tú no quieras que él sepa todo, es preferible que en este instante vengas conmigo. Nos vamos ahora-concluyo jalándole junto a él.

Disgustada y sin hallar una forma de replicar se dejó llevar por el momento. Luego encontraría la manera de arreglar la situación con él. No quería perder a un buen amigo que de cierta forma con lo poco que lo conocía se comprendían bien o eso pensaba antes. Se cuestionaba dónde estaba ese amigo con el que se la pasaba bien. No entendía porque ahora él había recurrido a tal bajeza. El chantaje es algo que nunca considero de parte de él. Le dio tantas vueltas al asunto que deseo conocer que pensamientos pasaban por su cabeza. Tanto que ni se dio cuenta que llegaron entonces a un árcade al que frecuentaban siempre. De hecho era uno de sus favoritos y en el cual tenía muy buenos recuerdos junto a Jhin y Kayn.

-Jinx, en verdad quiero divertirme un rato como siempre-menciono mientras él la soltaba.

-Vale, está bien-acepto y suspiro. Al menos Kayn, demandaba nimiedades y no algo que ella aborreciera.

Luego ella decidió escoger donde jugar y lo llevo hacia una maquinita de disparos. El tipo de juego que más le gustaba, eso la des estresaría. Jugaron un rato juntos en esta y otras máquinas más. Pasando el tiempo, sin darse cuenta volvieron a sonreír y reír como siempre había sido desde que se conocieron. Jinx tenía que admitir que le gustaba jugar con Kayn, resultaba un reto divertido confrontarlo en cualquier cosa y ver quien salía vencedor. Ambos eran muy competitivos y por ende eso los levo a llevarse muy bien. Cabe agregar también que le agradaba platicar sobre tonterías con él. Ciertamente por estas razones es su mejor amigo, aunque eran contados con los dedos de una mano las personas en quienes podía contar como amistad. Y por considerarlo como tal le consternaba que él la hubiera amenazado de tal forma. Pensó al principio que estaba bromeando, pero al final iba enserió.

De alguna forma se sentía traicionada. Su reciente actitud le mostro una cara de él que no le simpatizaba para nada. Y por eso quería estar lo más distante posible de él últimamente, para evitar una muy fuerte discusión. Porque presentía que esto no terminaría bien, ella era muy orgullosa y él también. Si no lo solucionaba pacientemente, estaba muy segura de que sucedería algo que no se podría remediar y eso la asustaba. Y al volver a divertirse con él reparó en que debía arreglar más pronto la circunstancia en la que se encontraban. Normalmente ella enmendaba todo a golpes e insultos pero eso no le funcionaria esta ocasión. Era su amigo no un extraño. Distraída en sus pensamientos, perdió contra él en la consola que jugaban. Kayn alardeo de su destreza y que con esta ya le llevaba dos putos de ventaja.

-Kayn, no evadamos más el tema-dijo con acento serio. Él al oírla, su sonrisa se desvaneció y frunció el ceño. La expresión de él cambio tan rápido que Jinx supo que esta cuestión ya era algo de lo que él en verdad no quería seguir discutiendo. Pero no podía aplazar más el asunto.

-No quiero hablar Jinx-dijo negándose. La peli-azul estaba enojándose más y más con él por su comportamiento.

-¡Kayn! ¡Para ya! Entiende maldita sea, odio toda esta mierda en la que estamos. Y tú has sido el que ha jodido todo-.

-¿Qué yo he sido? ¿Y quién es la que anda de celosa, amenazando a esas estúpidas?-.

-¿Es eso entonces lo que estoy pensando? ¿Me amenazas para hacerme sentir como ellas? ¿Es esto una clase de lección?-.

-Si... tal vez es eso-murmuro pero ella lo escucho claramente.

-¿Que? No pareces muy seguro. Si no es eso, ¿cuál es la razón?-.

-¡No quiero decirte! ¡Así que has de cuenta que no lo sé maldita sea!-exclamó.

-Esta mierda que haces no tiene sentido. ¿Acaso es para sentirte más hombre al sentirte superior a mí?-soltó dejándose llevar por la ira, pero pronto se percató de la estupidez que había dicho. Y pudo comprobarlo al ver la mueca resentida de él. Conocía a Kayn, no era un hombre machista. Él la consideraba su igual. Nunca la critico por ser mujer y obviamente su comentario lo había ofendido. Iba a intentar disculparse, cuando un encargado del árcade les pidió que se marcharan. Pues estaban asustando a la clientela. Kayn fue el primero en salir del lugar y ella corrió tras de él. Se negaba a dejar que terminara así.

Excéntrico QuererWhere stories live. Discover now