sipnosis

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Mis primeros recuerdos cuando nací fue el rostro de mi padre, si no fuera un Dios juraría que era un ángel, sus cabellos negros caían con tanta naturalidad sobre su rostro, sus lindos ojos color avellana, esos labios tan rellenos y de tono color rosa.

Hasta el día de hoy entiendo por qué papá lo amaba tanto, esa voz tan Dulce y angelical que tenía.

-Bienvenido a casa mi vida- solo pude estirar mis manitas hasta él, quería tocarlo, quería saber si era tan suave como aparentaba.

Y lo era, era más suave que las telas de seda que me cubrían mi pequeño cuerpo, su sonrisa, sus lindos ojos desapareciendo cada vez que sonreía.

Quería mantenerla por siempre ahí, conmigo, quiero hacerlo sonreír siempre.

-Eres igual que tu padre,- su voz salió en un susurro, sus lindos ojos se llenaron de lágrimas- le abría encantado tenerte entre sus brazos- deposito un beso en mi frente, no me gustaba esto.

Me sentía mal.

No quiero verlo llorar, solo quiero verlo sonreír como hace rato, quiero que vuelva a sonreír.






















Era unas de las noches mas hermosas que podía recordar, el cielo estaba pintado de las mas hermosas estrellas y constelaciones.

Las antorchas daban un poco de iluminación y las velas alumbraban los aposentos de paredes de piedra calisa, el aposento era adornado de peluches, un balcón en su ventada.

-Papá puedes contarme un cuento- hablo un niño de seis años de edad de cabellos negros como la noche misma, piel blanca como la nieve y sonrisa encantadora.

-Qué cuento quieres que te cuente bebé- hablo su padre, mientra lo arropaba para dormir.

-El cuento de esas dos personas que no pudieron estar Juntas papá- su padre sonrio con tristeza, beso la frente de su hijo.

-No quieres que te cuente otro,- el niño solo nego con la cabeza- pero ya te lo sabes de memoria.

-No yo quiero escucharlo otra ves- el pequeño se cruzo de brazos y su labios formaron un lindo puchero.

-Está bien- dijo su padre besando su frente, se acomodó mejor en la silla, tomó un poco de aire y lo volvió a soltar- ellos se amaban....

Su padre empezó a contar la historia de un triste amor, que todo Dios y humano recordará y admiraria el amor que se tuvieron.

Un amor prohibido y su frutoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora