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"¿Seguro que tienes todo?" Chan sostenía una de las maletas en su mano izquierda mientras observaba a Minho dar vueltas en su lugar tratando de recordar si todo estaba en orden. 

"Sí, eso creo. De todos modos si hace falta algo puedo volver por ello." Minho le sonrío y miró una vez más el que solía ser su departamento compartido con Hyunjin. Lo que le recordó algo importante. "Cariño, ¿podrías adelantarte al auto? Necesito decirle algo importante a Jinnie."

Chan sonrío, "Claro, si necesitas algo más avísame." y con un beso en la frente del pelinegro, se retiró.

Justo cuando empezaba a adentrarse al departamento Hyunjin apareció en la sala. "Sí Min, estaré bien, la cita es a las tres así que tengo tiempo y Seungmin me acompañará."

Minho río débilmente. Se sentía mal por abandonar a su mejor amigo en las circunstancias en las que el castaño se encontraba, pero habían hecho un acuerdo que aunque a Minho no le parecía, tuvo que aceptar. "No voy a perdonarte nunca que me hayas hecho caer en tu trampa."

Hyunjin alzó los hombros y le sonrío de vuelta. "Es lo que hay Min, lo tomas o lo dejas."

Minho se acercó y abrazó al mayor con todo el amor que pudo. "Haría lo que fuera con tal de que seas feliz." El abrazo duró un par de segundos más antes de que separaran y limpiaran las traviesas lágrimas que amenazaban con salir.

"Ya basta, no más tonterías. No te vas del país, solo te mudas con el amor de tu vida." Con unas risas más y unas palabras de despedida Minho dejó el apartamento cerrando la puerta detrás de él.

Una vez se quedó solo la sonrisa cayó junto con su estado de ánimo. Estaba solo, viviría solo, justo como debería ser. Porque a nadie le agradaba su compañía, porque no le gustaba de vuelta a nadie, porque merecía estar solo al no ser suficiente para alguien.

Minho tardó dos días en salirse de su apartamento y solo lo hizo cuando se aseguró que todos los objetos que podían infringir daño habían desaparecido de la casa y que Hyunjin había hecho una cita con el psicólogo y sí, era verdad que la cita era a las tres, lo que no era verdad era que tendría compañía o que iría. 

Hyunjin no se atrevió a contarle a nadie su problema, era suyo y de nadie más. ¿Cómo reaccionaría su hermano al enterarse de ello? ¿Le daría vergüenza, pena? ¿Se reiría de él? No quería ni saberlo, además de que no podía permitir mostrarse tan débil ante nadie. 

Así que tomó una decisión rápida. Tomaría sus ahorros, una maleta y se iría por un rato. Quizá si desaparecía de la vida de todos, ellos serían más felices. Es decir, él nunca fue la felicidad de Chan, ni la de su mejor amigo que lo había abandonado para irse con alguien más. Y Felix. Felix era un sol, irradiaba felicidad, ¿por qué se acercaría a Hyunjin? solo opacaría su brillo. 

No le avisaría a nadie, no quería escuchar ni ver la felicidad que tendrían cuando les dijese que se iba de sus vidas. Con la mente en blanco y un vacío terrible que destruía sus sentimientos, avanzó hasta la puerta con la intención de abandonar a todos y todo que aquello que alguna vez lo hizo feliz.


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clarity ; hyunsung ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora