True Colors

41.- No soy gay.

—¡Abby! —gritó la castaña abrazándome, yo reí correspondiendo el abrazo— ¿Cómo te atreviste a abandonarme de esa manera?

—Lo siento Dest, todo fue tan rápido que cuando menos lo noté ya estaba instalándome en Leeds.

—¿Cuánto tiempo estarás aquí?

—Solo tres días —ladeé el labio jalando mi maleta.

Había llegado a Counterville y llamé a Dest para que me recogiera, quería darle la sorpresa a todo el mundo, incluso a Nate. Que pensaba que llegaría el sábado.

—¿Y qué tal vas con tu "novio"? —reí acentuando las comillas y ella entrecerró los ojos. Sabía que tenía novio, pero como no lo conocía me parecía divertido fingir que no le creía.

—Si tengo novio, y cuando lo conozcas te quedarás callada, Chispita. Hablando de eso, ¿por qué tu novio tiene secuestrados a sus primos y no me dejó decirles que ya son novios?

—Lo acordamos ambos, vamos a hacerles creer a los pelirrojos que no estamos juntos.

—Pero Mark cree que Nate es gay.

—Lo sé —reí caminando al auto de Dest.

—Ustedes no tienen nada que hacer com su vida —rio entrando al auto.

—Por lo menos tengo un novio y no lo invento.

—Lo digo en serio, lo conocerás y te cerraré el pico —entrecerró los ojos señalándome y yo solté una carcajada mientras encendía el equipo de musica.

—Claro que sí, hija, lo que te ayude a dormir de noche.

Entonces regresamos de camino a casa con How to be a heartbreaker de Marina and the diamonds cantando como si la vida se nos fuera en ello.

Hasta que al pasar por el centro comercial por un par de cosas que necesitaba llevar, me encontré a una escandalosa, hiperactiva y gritona Liz.

—¿Qué haces aquí? —solté un grito de emoción al verla.

—¡Llegué hace unos días y no contestabas el teléfono! Te estaba buscando tonta. ¿Qué no revisas tus redes sociales? —habló abrazándome de nuevo.

—Estuve en Inglaterra, tengo mucho que contarte, pero eso será luego. Te presento a Dest, ¿recuerdas que te hablé de ella?

—Oh claro, la del novio de mentira.

—Mi novio es real —gruñó mirándome y yo solté una carcajada.

—Lo siento, Abby dijo que...

—No te preocupe —Dest agitó la mano con desdén— como su novio es gay, se desquita con los novios de las demás.

—No es gay.

—Claro que sí, Martin Sawyer.

—Uhm, no entiendo nada —dijo Liz mirándonos como si de un partido de ping pong se tratara.

—Como sea, Dest, ella es Liz.

—Oh, la famosa Liz. ¿Te gustan las fiestas en la playa, eh?

—No lo hiciste —giró a verme Liz con el rostro más avergonzado.

—Bueno, fue una experiencia muy graciosa, ¿sabes? No todos los días tienes a tu amiga borracha gritándole a los peces que sean libres para luego tomar una sombrilla y gritar que eres Mary Poppins frente a toda la secundaria —terminé contando mientras Dest y yo reíamos.