Cuatro

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CUATRO . 04


La sensación no desapareció con los días. Desde hacía unas cuantas semanas, Sirius sospecho que alguien lo vigilaba. Por supuesto, le quito importancia. Era Sirius Black, solía sentir las miradas de casi todos sobre él. Una más no le importaba.

Pero, la sensación lo persiguió durante un tiempo.

Una tarde, al volver del entrenamiento vespertino decidió adelantarse a la torre en la espera de James. Se desvió un poco a la cocina por algunos bocadillos, cuando la sensación volvió y estaba vez era diferente. La sensación era cada vez más fuerte conforme se acercaba a las escaleras. Se detuvo un momento, pero no escucho ruido, volteo y fue cuando la vio. En una esquina del pasillo.

La luz de las antorchas no daba crédito a la imagen un tanto espeluznante. Sus ojos brillaron entre la penumbra del pasillo, la poca luz que se filtraba le causo incomodad a Sirius, movió los hombros al sentir la sensación en todo su cuerpo y ella rio, confirmando su sospecha de ser acosado por una chica.

— ¿Se te perdió algo, bonita?

Actuó casual, esperando la sensación desapareciera pero solo se intensifico, cuando vio que salía de su escondite.

El corazón de Sirius retumbo con lentitud en su pecho, la blanca dentadura de la chica tenía un brillo mayor a la luz del sol. Sus ojos resplandecieron cuando tuvo la total atención del mayor de los Black.

— Tal vez he perdido algo, pero creo, que pronto encontrara a su dueño ¿No te parece?

No comprendió del todo la pregunta. Seguramente se refería a su mascota. Sirius volteo a los lados, buscando a un gato o rana, pero solo escucho la suave risa de ella, antes de verla desaparecer por el pasillo.


La torre de Gryffindor se encontraba en total silencio. Los pocos estudiantes disfrutaron de su fin de semana lejos de estudios, a las afueras del castillo. Un grupo en particular, conformado por tres chicos hacía rato que decidieron reunirse en la sala común y gozar de la calma. Aunque para lo inquietos que solían ser los tres jóvenes, el tiempo de quietud duro unos cuantos minutos.

James, líder del grupo, decidió intentar una formar de entretenimiento. Vestido aún con su uniforme de Quidditch le indico a Peter (su compañero) que sostuviera uno de los cojines para intentar darle con un hechizo de levitación. Una formar sencilla de entrenar el encantamiento básico, pero James le dio un nuevo nivel de dificultad, cuando comenzó a dar vueltas murmurando el encantamiento Wingardium Leviosa.

Por supuesto que Remus opto por leer un poco, ante la tontería de sus amigos. Claro que, estuvo al pendiente al necesitar intervenir toda esa locura.

La entrada a la torre se abrió, mostrando a un silencioso Sirius cargado de comida. Dejo las provisiones en la mesa cerca a la chimenea al reparar en James y Peter.

— ¿Qué haces, idiota? Vas a vomitar.

— ¡Boba-adas! — James cubrió sus labios, los ojos le dieron vueltas y termino encima de Peter.

— Intentaba probar un nuevo nivel del encantamiento Leviosa — Remus vio de nuevo a James levantarse y volverlo a hacer.

Sirius solo sonrio de lado. Tomo asiento cerca de Remus viendo a sus dos amigos, casi hermanos realizar la tarea. Pero de un momento a otro, Remus dejo el libro de lado, James termino de nuevo en el suelo con las manos en la cabeza, intentando que el mundo dejara de girar. Peter le reconforto con una palmada en la espalda.

— ¿Todo bien, Sirius? — Remus lo vio, inusualmente callado.

— Sí, todo bien — alzo los hombros con una sonrisa en los labios.

— Oh vamos, te conozco de toda la vida — James levanto la cabeza.

— Nos conocemos apenas hace unos siete años, idiota — respondió Sirius.

— Años, toda la vida ¡Es lo mismo! — se levantó de forma abrupta y se apoyó en Peter para no vomitar — Escupe ¿Quién te tiene embrujado?

Sus amigos esperaron, conociendo de sobra el motivo de su silencio. Solo en pocas ocasiones Sirius permanecía tan callado como ahora, una de las razones era una mujer, una chica que capto su atención. Sirius alzo una ceja con la sonrisa creciendo, mostrando la dentadura blanca, no podía sentir culpa, era evidente que le intrigo la muchacha.

— Desconozco su procedencia, o su nombre...

— Eso nunca te ha importado, Canuto — James rodó los ojos y fue un grave error, al sentir una arcada venir.

— Como decía — puso los ojos en blanco por la interrupción — Desconozco su nombre o de que casa provenga, pero tiene una sonrisa y ¡Unos ojos!

— Debo recordarte, que eso mencionaste de Ava Bonne. La pobre te mando al cuerno cuando la cambiaste por su hermana — Remus recordó tranquilo.

— Que les digo, no soy de una sola mujer. Además, ellas saben cómo llamar mi atención.

— Una bonita sonrisa — inicio Peter.

— Una encantadora mirada — comento Remus.

— Y un cuerpo de envidia — concluyo James.

Los cuatro rieron divertidos.



El resto de la semana, Sirius espero paciente que la joven apareciera de nuevo. Rogando por un poco de su atención. Pero no apareció. James se mofo ante la humillación de su amigo. Aportando que estaba perdiendo su Don. Entre risas y burlas, Sirius se encamino en la tarea de buscar a la dichosa chica misteriosa, sin percatarse de que la sensación había desaparecido por completo. 

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⏰ Last updated: Sep 22, 2019 ⏰

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Abby [HP]Where stories live. Discover now