~014~

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[Nota: Esta historia es me completa autoría, cualquier copia o reproducción está prohibida.]

014

Nueva York, 13 de julio, año 2018

—¡Sam! —gritó Steve lanzando el escudo en su dirección.

El moreno lo recibió en el aire y de inmediato hizo un rebote con una de las alas de su traje, este salió disparado en dirección a Hope, de ella a Thor, de él hacía Clint y del arquero a Bucky, que con el brazo de metal lo detuvo lo suficiente para darle tiempo a Scott de prepararse y ser el último en recibirlo.

—¡Bien hecho! —los felicitó Natasha cuando este último lo detuvo en el momento justo— Las mejoras a tu traje han sido buenas Scott, ya tienes más resistencia.

—No todo es cosa del traje, ya sabes, tengo talento para esto —respondió haciendo una enorme sonrisa.

—Parece que tu traje no es lo único que se hace grande, también tu ego —dijo Clint con burla.

Se escucharon varias risas en el lugar.

—¡Qué tal familia! —Tony entró saludando sonriente y relajado.

—¡¿Dónde diablos estabas?! El entrenamiento comenzó hace una hora.

—Calma arañita, estaba en una junta de accionistas, algo tedioso por cierto.

La pelirroja soltó un bufido.

—Ya va, ve a cambiarte de ropa, te quiero listo en cinco, la última parte del entrenamiento nos toca a nosotros —chasqueó la lengua— Bien chicos, descanso, continuamos cuando Tony regrese.

Bruce, que solo fungía de espectador debido a que ya no podía (aparentemente) transformarse en Hulk se acercó donde la espía.

—Deberías descansar —dijo con una sonrisa— Mañana es el gran día, Steve y tú necesitan tomarse un respiro antes de la boda.

—Es lo mismo que yo digo —contestó Steve en su lugar— Pero ya sabes, no puedo contradecir las órdenes de la líder.

—Ja ja que gracioso —Natasha frunció la nariz— Hoy es el último entrenamiento antes de que tomemos vacaciones de una semana, estos holgazanes no van a entrenar sino estamos nosotros.

—La verdad es que no puedo defender lo indefendible —Bruce soltó una risita.

El rubio y la pelirroja rieron con él.

—Por cierto, gracias por ofrecerte a ser mi padrino de sortijas —Steve le palmeó la espalda— De verdad, no te hubieses molestado.

—No es nada Steve, son mis amigos, además es una forma de agradecerte por ayudarme con Betty.

El soldado lo miró confundido.

—No hagas esa cara —continuó— Betty me dijo que fuiste tú quien la convenció de darme otra oportunidad.

Natasha los miró incrédula.

—No la convencí, simplemente di mi punto de vista. Dije que cuando se ama de verdad eres capaz de hacer todo e incluso de arrastrarte hasta el infierno por esa persona que amas —sonrió mirando a la pelirroja con adoración— Expliqué que a mi parecer, tus acciones para volver a ser tú se basaron en los sentimientos que tienes por ella.

—Vaya, ¿Por qué no sabía de esto? —preguntó Natasha con una sonrisa orgullosa.

—Gracias Steve —Bruce sonrió— Si lo hiciste con intención o no, me ayudaste mucho, tu intervención hizo que ella me escuchara y que decidiéramos retomar nuestra relación.

3. UNA PARTE DE MÍ [SEGUNDA PARTE]Where stories live. Discover now