Cristalería Balmera

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» Me estoy arrepintiendo de esto

Lance:
» Dónde estás?

» Afuera de la tienda
» Creo que tengo algo de nauseas, ustedes no?

Pidge:
» Hunk, relajate, eres la persona más inteligente que conozco, no deberías de tener problemas consiguiendo empleo

Lance:
» Pidge tiene razón, además si no te aceptan ellos se lo pierden
» Yyy, siempre puedes venir a hacerme compañía en la tiende de mamá

» Uh, no lo sé...

Keith:
» Ok, hagamos esto
» Pidge ven a mi casa, prepararemos unos batidos (y un café para mi) y una vez que Hunk termine allí vendrá también y veremos alguna peli y te despejarás la mente, les parece bien?

» Keith, eres un ángel y no te merecemos <3

Pidge:
» Esperen, por qué solamente iremos Hunk y yo?
» Que hay de Lance?

Lance:
» Ya estoy aquí

Pidge:
» A las 10am?

Lance:
» Me quedé a dormir?

Pidge:
» Hmmm, interesante

Keith:
» Podemos concentrarnos en el tema?
» Suerte Hunk! Sabemos que vas a conseguir el empleo

Lance:
» Sii! Buena suerte mi hermano

Pidge:
» Ya hablaremos luego 7u7
» Suerte Hunk, solo relajate y se tu mismo!

»Gracias chicos

Respiró hondo, abrió la puerta del local con cuidado y dejó que el tintineo de los cristales del colgante de la puerta llenara sus oídos. Dentro de la cristalería todo era hermoso, delicado, la luz se reflejaba de la ventana hacia todos los adornos en las repisas, con algunas plantas entre ellos y un par de rocas pintadas aquí y allá. El color verde pastel de las paredes le daba una sensación agradable y el aroma a café que provenía de alguna habitación contigua, Hunk supuso era la cafetería, lo hacía sentir como en su casa.

—Buenos días y bienvenido a la cristalería Balmera, ¿En qué puedo ayudarte? — la voz de la chica hacía notar que no quería estar allí, a esa hora. Era linda, pensó Hunk. Tenía las rastas de su cabello atadas en una colita alta, teñidos de rubio con raices oscuras. La piel de la chica tenía manchas, él conocía esa enfermedad, era Viti... ¡Vitiligo!

—Um, vengo por el anuncio de empleo.— Hunk casi se ahoga con su saliva cuando la chica alzó la mirada para verlo, sus ojos eran de un color similar a los de Keith, salvo que los de ella eran más brillosos.— S-soy Hunk, por cierto.

—Bueno Hunk, pasa por la puerta de ahí, Shay te hará la entrevista y todo eso. No te preocupes, ella es un ángel.— Le dijo cuando notó como el chico se tensaba.

—Uh, gracias...

—Nyma.

Hunk le sonrió y pasó a la habitación indicada, no sin antes tocar para avisar que entraría.

Aviones de papel [Klance]Where stories live. Discover now